Motorola mantiene un catálogo interesante, con pocos productos pero muy diferenciados entre sí, con algunos muy exitosos. El Moto X Force llega como un gama alta duro, resistente a todo. Incluso a los torpes.
Este teléfono tiene todo lo que podrías pedirle a un gama alta... del año pasado. Nosotros hemos estado probando su resistencia a nuestro uso y te traemos todas las impresiones que nos ha dado.
Moto X Force por los números
El Moto X Force es un teléfono con muy buenos componentes, aunque por su diseño pueda quedar algo empañado a primera vista. Lo que vemos es un teléfono de 5.4 pulgadas, una diagonal inusual. Es algo menos que en su referencia, el X Style, lo que lo hace algo más manejable.
En su interior, el mejor procesador de 2015. El Snapdragon 810, aunque con algunas dudas que sobrevuelan una polémica gestión del calor, es lo más completo y potente del año. Le acompañan 3 GB de memoria RAM que se quedan en LPDDR3 aunque los módulos LPDDR4, más rápidos y eficientes, que llevan ya un tiempo entre nosotros.
Detalles interesantes son la capacidad para microSDXC. Esto es, hasta 2 TB, cuando existan. De momento nos conformamos con hasta 200GB, que serán el resultado de una gran inversión en memoria, para ampliar los 32 GB de su memoria interna. Eso sí, hasta 128 GB nos los podemos llevar por la tercera parte en precio.
Combo interesante de cámaras y flashes, de 21 megapixels con flash de doble tono en la trasera para corregir el color. En su delantera de 5 megapixels, flash incluido para selfies en baja luz. Su batería es enorme, de casi 3.800 mAh y eso empuja a su trasera a medir 9.1 milímetros.
La resistencia a golpes es bandera de este teléfono. Su pantalla con ShatterShield promete una buena resistencia a los golpes y arañazos, además de tener un revestimiento que lo impermeabiliza frente a salpicaduras de agua. Eso sí, no es sumergible.
Moto X Force | |
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Tamaño | 149.8 x 78 milímetros |
Grosor | 7.6 a 9.2 milímetros, en curva |
Peso | 169 gramos |
Pantalla | Amoled de 5.4 pulgadas con protección ShatterShield |
Resolución | QHD 2.560 x 1440, 540 ppp Pentile |
Procesador | Qualcomm Snapdragon 810, 20nmOcta Core 4x Cortex A57 + Cortex A53 |
Procesador gráfico | Adreno 430 |
RAM | 3 GB LPDDR4 |
Memoria | 32 GB con ranura para microSD de hasta 2TB (En la actualidad el máximo disponible es de 200GB) |
Versión | Android 5.1.1 (Lollipop) Actualizado a 6.0 (Marshmallow) |
Conectividad | WiFi 802.11ac 2.4 y 5 GHz Bluetooth 4.1 Low EnergyLTE Cat.6 (Bandas: 1, 2, 3, 4, 5, 7, 8, 12, 17, 20, 25, 28 y 40) nanoSIM NFC |
Puertos de expansión | MicroUSB 2.0, microSD (2TB) |
Cámara Trasera | 21 megapixels con Flash de doble tonoObjetivo f/2 Enfoque por detección de fase Vídeo 4K |
Cámara Delantera | 5 megapixels con flash Objetivo f/2 |
Batería | 3.760 mAh Motorola TurboPower™ Carga inalámbrica Qi |
Otros | Revestimiento impermeableLed de notificaciones Ambient display |
Precio de salida | 699 euros |
Más duro que bello
Por detrás tenemos un teléfono muy parecido al X Style, de un tamaño similar y con una trasera que puede ser más o menos llamativa, pero que de partida es algo sobria. En su frontal es donde vemos que la intención final del diseño es una: hacer al Moto X Force indestructible. O casi.
Y es que nosotros hemos probado con caídas de todo tipo, a las que el Moto X Force resiste sin pestañear. Ha caído más de una decena de veces al suelo. Aunque pierda hasta el cristal 2.5D en favor de un plano Shatter Shield. Para que os hagáis una idea, esta toma es el resultado del cuarto intento de caer por las escaleras, además de otra docena de caídas desde una altura de un metro.
Y por supuesto, el X Force no es indestructible (aunque sí muy resistente). Después de tantos golpes las marcas, arañazos y golpes se sienten en un teléfono que envejece de forma similar a como haría cualquier otro. A diferencia de que cualquier otro habría perdido la pantalla en el intento, claro.
Esta pantalla es ligeramente menor de las que vemos en teléfonos grandes, aunque con unos marcos más propios de teléfonos de hace unos años. De esta forma es como consigue Motorola la alta resistencia a golpes, además de con su capa ShatterShield que aguanta prácticamente lo que le eches.
Es más duro que bello, y eso no son necesariamente malas noticias. El X Force está hecho para aguantar, y seguro que ese esfuerzo se le reconoce en el mercado. ¿Quién no ha visto a decenas de personas con la pantalla de su teléfono rota? ¿O con un teléfono mas gordo que este, resultado de un teléfono fino y una funda a prueba de bombas? El X Force no es delgado, pero no necesita fundas. Envejecerá, pero no lo perderemos para siempre por un despiste desde el bolsillo o la mesa.
Algo curioso del uso de este teléfono es que una vez que ya lo he tirado o se ha caído varias veces se pierde esa ansiedad a que se rompa el teléfono. Eso sí, esto hace que me despiste más veces con él y acabe alguna vez extra en el suelo.
Se hace raro también que los Moto sean los únicos que se mantienen al margen de la fiebre por los sensores de huellas. Habiendo probado algunos como los Nexus o Huawei, que lo llevan en la parte trasera, el dedo se va de forma inconsciente al logo de Motorola que hay debajo de la cámara.
En España, donde no está disponible el Moto Maker para configurar los colores y materiales de nuestro dispositivo, y donde tampoco encontramos de momento a la venta las tapas traseras para jugar con el estilo, nos toca conformarnos. Durante el pasado MWC pudimos ver el catálogo de traseras y diseños personalizados, mucho más llamativos que nuestra unidad.
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Amoled quizás no fue la mejor de las ideas
Con el Moto X Force volvemos al Amoled, esa tecnología que solo ilumina los pixels que no se muestran negros. Esto hace que los contrastes sean altísimos, viendo unos negros mucho más profundos que en pantallas LCD. En interiores, eso sí.
En exteriores la cosa cambia. Las Amoled, fuera de los mejores paneles que vemos hoy en el mercado (lo digo mirando a Samsung), tienen cierto lastre en visibilidad al exterior. Los brillos suelen ser reducidos y esta no es una excepción. Nada demasiado preocupante, pero bajo luz solar directa tendremos algo complicado ver la pantalla.
Por otra parte, las pantallas Amoled suelen tener una saturación de color excesiva. Esto lo vemos incluso con el Nexus 6P, que tiene una de las pantallas mejor calibradas del mercado. La excepción aquí viene por la parte de que este filtro no puede ser desactivado en favor de uno más 'fiel' a la realidad.
Por la parte de la resolución, Quad HD, la pantalla es excelente a pesar de no contar con una matriz RGB completa. Tenemos detalle más que suficiente para realizar todo tipo de tareas. Aunque es ahí donde se disparan las dudas. ¿Justifica el Amoled en este teléfono que tenga una resolución obligada a ser 'más que suficiente'?
Vamos por partes. Las Amoled son conocidas por su gran consumo energético para el moderado brillo que alcanzan. Además, llevan una matriz con menos subpixels que 'obliga' a montar una mayor resolución para ser igual de nítidas. Motorola publicita sus 540ppi, pero estos se quedan en 360 (es decir, dos tercios) equivalentes en LCD de matriz RGB (tres subpíxels) completa. ¿Resultado? Con una pantalla Full HD de tecnología IPS tendríamos incluso más resolución efectiva (en torno a 400ppi, para esta diagonal).
Mientras tanto, a nivel de sistema operativo, sí que lo fuerza a renderizar interfaces, contenido y webs a una alta resolución, para luego escalar a una matriz Pentile (Diamond, en este caso). Esto supone un extra de estrés al sistema, que implica un gasto de batería más alto.
Por tanto, la decisión de una pantalla Amoled implica una resolución mayor para el mismo resultado y un mismo brillo para el consumo energético. Esto es, a plena luz del día, el brillo no está en lo mejor de la oferta. Pero el Amoled es un requisito importante para Active Display, una característica no podría ser más insistente a la hora de mostrar las notificaciones, como veremos luego.
Rinde casi como el que más, de 2015
Con un Snapdragon 810 a bordo y 3GB de memoria, el Moto X Force debería cumplir sobradamente con las exigencias de un usuario de 'nivel alto' para todos los usos que se planteen. Y así es. O, más bien, casi.
No debemos olvidar que se trata de unas características que llegaban en los terminales tope de gama de estas fechas para el año pasado. Combinación ganadora que hoy, con los teléfonos con Snapdragon 820 y 4GB de memoria llamando a la puerta parece palidecer. Más, si tenemos en cuenta el precio de salida de este teléfono en los 699 euros, dato difícilmente pasable por alto.
Nexus 5X | Moto X Force | Nexus 6P | Galaxy S7 Edge | |
---|---|---|---|---|
Antutu | 45.463* | 93.794 | 61.623* | 112.920 |
Geekbench | Single: 1.215 | Single: 1.320 | Single: 1.342 | Single: 2.117 |
Pero lo cierto es que este teléfono no llega tanto para estar a la última en su lista de características técnicas, como para proporcionar un rendimiento formidable en una carcasa resistente al día a día. Y lo hace. Más o menos.
Con la potencia de los smartphone de un par de años para acá es complicado sacarles todo el rendimiento que se merecen. Aún así, hay ciertos usos que sí aprovechan en mayor o menor medida la siempre rampante carrera de cifras. Hablo de tareas como la navegación web (¿quién no se ha topado con páginas pesadas?) o la multitarea.
Moto X Force, rendimiento | |
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Antutu | 93.794 |
Geekbench 3 | Single: 1.320 |
Vellamo | Chrome: 5.007 |
GFX Manhattan 3.1 | Onscreen: 12 fps |
GFX Car Chase 3.1 | Onscreen: 7.1 fps |
3DMark | Slingshot 3.1: 1.911 |
PCMark Workbench | 5.563 |
PCMark Battery | 8 horas 29 min |
Multitarea que sigue sin dar demasiado de sí en general en Android salvo casos contados donde, por supuesto, entran los Nexus de Google. En este caso diríamos que se salva, en parte. En parte sí porque admite una buena cantidad de aplicaciones precargadas en memoria, rondando la decena en nuestras pruebas. Pero en parte no porque por algún motivo cuando intentamos cambiar muchas veces de una aplicación a otra, aunque se encuentren precargadas en memoria, se acaba introduciendo un retardo, un lag, que hace que cueste más de lo que diríamos ideal.
Por tanto, el rendimiento puede no ser idéntico al de un Nexus 6P funcionando a pleno pulmón, aunque algunas de las características sean aparentemente las mismas: resolución, procesador y RAM.
En cualquier caso, un rendimiento con muy poco que envidiar al gama alta de hoy, con mejoras ya poco perceptibles para la mayoría de usos. Obligatorio hablar, aunque en absoluto empaña a este teléfono, del tema del calor en el Snapdragon 810. ¿Qué pasa si estoy exprimiendo a tope mi teléfono durante un rato? Bueno, pues que se va calentando. ¿Algo que deba preocuparme? No.
Con el Snapdragon 810 el rendimiento se va limitando según se calienta. Es un mecanismo de seguridad que previene al procesador de subir por encima de ciertas temperaturas y posibles daños. Se llama 'thermal throttling' y sí, puede limitar el rendimiento del terminal cuando estamos operando con grandes cargas de trabajo durante tiempos prolongados.
Nosotros hemos hecho la prueba de pasar una serie de tests Antutu consecutivamente, desde el teléfono 'descansado', en frío (temperatura ambiente), y ver cómo va evolucionando su rendimiento. Como vemos, el rendimiento cae hasta cerca de un 40% sobre el original. Después de estas medidas lo introducimos en el congelador durante unos pocos minutos, y vemos de nuevo la puntuación de la primera barra.
¿Por qué no importa? Porque en general las aplicaciones apenas utilizan los recursos de CPU y GPU a un mínimo de carga, con muchos núcleos directamente desactivados. Muchas aplicaciones no están escritas para funcionar en varios núcleos, y no se consigue 'estresar' lo suficiente al sistema como para apreciar una subida de temperaturas y esta consecuente caída en el rendimiento.
El Moto X Force cuenta con un altavoz al frente, aunque parezcan dos. La realidad es que la calidad y cantidad de sonido que sale por él es más que suficiente, incluso bastante superior a otros teléfonos que sí son estéreo.
Autonomía correcta, aunque se espera algo más
Con 3.760 mAh dentro de este Moto X Force podríamos esperar una fantástica autonomía, de esas que van por encima de las 5 horas de pantalla activa. En nuestro caso, al menos, no ha sido así. Sí que llega sin demasiados problemas hasta las 4 horas, aunque no más allá.
Con los teléfonos que pruebo, siempre hago lo mismo. Instalo todas las aplicaciones que utilizo, activo las notificaciones donde las necesito, sincronizo mis accesorios por bluetooth, escucho algún podcast o música, utilizo aplicaciones de mensajería con alguna foto y navego por internet y redes sociales sin piedad hasta que se acaba el día. O la batería.
Y de ahí salen las 4 horas (3 y media alguna vez) de pantalla. Con este teléfono, muchos días me he ido a la cama con algo de batería y lo he seguido usando al día siguiente donde, inevitablemente y sobre el mediodía, muere. Con Android 6.0 y Doze la verdad que este (mal) hábito ya no pasa factura: por la noche resiste bien.
En ese sentido, la batería está lejos de ser mala, por supuesto. Pero con cerca de 3.800 mAh, mayor que muchos teléfonos actualmente en el mercado, sería sin duda una buena noticia que durara más. Sí, el capitán obvious me ayudó a terminar esa frase, pero tiene su sentido.
Lo cierto es que, como comentaba antes, no termino de verle el sentido de que a este tipo de teléfono se incluya una pantalla Amoled, con Pentile y en 1440p. Quizás un buen panel IPS en 1080 tendría una resolución efectiva (llamémoslo así) similar, un brillo más alto y una batería más duradera. Total, Motorola tiende a mostrar todos los elementos de la interfaz sobredimensionados (los famosos dpi): no se utiliza una alta resolución para mostrar más contenido.
A grandes males, grandes remedios. La batería es gigante y junto al Moto X Force y su carga rápida Power Charge™, propia de Motorola, podemos recuperar un buen pico de carga en unos minutos. Aunque nosotros no hemos podido comprobar esto por no disponer del cargador oficial, en Android Authority tienen una buena comparativa al respecto. Según sus mediciones, en media hora nos hacemos con el 50% de la carga y con una hora más se cargará por completo.
Una cámara que se porta
Todo parece indicar que el sensor que monta este Moto X Force es el mismo que el X Style, y eso no es otra cosa que buenas noticias para este teléfono. Es cierto, no se trata de la última cámara disponible a estas alturas, pero cumple sobradamente en un abanico bastante amplio de situaciones.
Se trata del IMX 230 de Sony, un sensor de 21 megapixels con apertura f/2.0 y de 1/2.4 pulgadas de tamaño. Un buen sensor, con un buen enfoque y rendimiento a baja luz más que decente. Por supuesto, palidecerán frente a terminales de última hornada como el Galaxy S7 en este último apartado pero tenemos un teléfono que cumple.
Os dejo con unas cuantas imágenes que hablan por sí solas.
Ver galería completa » Fotografías Moto X Force (23 fotos)
Como comentaba, en algunas de las imágenes vemos que se aplica un filtro warm que fuerza demasiado las imágenes. Podéis echar un vistazo al rendimiento de la cámara en varias situaciones grabando vídeo, que recorta bastante la imagen sobre la cobertura para fotos. Esto hace que la estabilización sea más suave:
Por otra parte, es interesante ver que en la actualización a Marshmallow, disponible desde hace algunas semanas, la cámara se ha actualizando con una cosa tan simple como útil. Se trata de un bloqueador del enfoque y la exposición, donde además de fijar a un punto podemos variar la iluminación de la escena. Muy útil para sacar ese pequeño fotógrafo que todos llevamos dentro sin complicarse.
Software, el justo. Y eso son buenas noticias
Motorola ha caracterizado, desde que pasara por las garras de Google, por unos teléfonos con una baja personalización. Esto les permite continuar más tiempo con unas actualizaciones también algo más ágiles que el resto, siempre manteniendo el rendimiento y la estabilidad en un buen lugar.
Por otra parte, también se agradece que lleguen preinstaladas pocas aplicaciones y que las que hayan sea siempre siguiendo criterios de utilidad, como una buena galería o su aplicación para conectar accesorios de la marca.
También hay algunas partes que resultan útiles, como pequeñas funciones como la de girar dos veces el teléfono para abrir la cámara o sacudirlo para activar el flash. Una de las grandes marcas de los Moto es su sistema de notificaciones 'ambient display'. Con él podemos ver quien nos notifica haciendo uso de su pantalla Amoled (que solo enciende las zonas en blanco). Así, podemos ver si lo que nos llega al móvil nos interesa o no antes de desbloquearlo.
El problema aquí es que no podemos descartar notificaciones sobre la marcha, sino simplemente dejar que se vayan acumulando para más adelante. Por otra parte, utiliza sus sensores de proximidad para saber cuándo movemos el teléfono y nos pueden interesar estas notificaciones. ¿El problema? El más mínimo movimiento cerca de él activará su pantalla, obligándonos a mirar.
La actualización a Marshmallow le ha sentado bien al X Force. Además de los pequeños añadidos en la cámara, llega el sistema de permisos independientes, Doze, Google Now on Tap o el control de volumen completo.
Por otra parte, no termino de entender cómo a estas alturas no encontramos una opción para relajar la saturación en pantallas Amoled por defecto, o para cambiar el tamaño de las interfaces (y no solo el texto) con una pequeña opción o slider dentro de los ajustes. Son cosas que apenas cuestan trabajo y permite elegir entre mayor tamaño o más información para mostrar, lo que encuentro mucho más productivo.
Moto X Force, hecho para durar
Parece que llegados a este punto nos encontramos ante un teléfono que es bueno en todo, mucho, pero no lo suficiente como para brillar en ningún apartado por separado. Salvo, claro, si tenemos en cuenta que es un teléfono que está hecho para durar.
Sí, no es un teléfono barato, pero es un teléfono cómodo. Mucho y, seguramente, para muchos. Se trata de un teléfono que estará ahí para ti con un rendimiento más que decente, una cámara más que decente y una batería más que decente, en un teléfono que sabes que no se romperá y aguantará, si es necesario, lleno de bollos.
Estoy cansado de ver pantallas rotas en teléfonos que jamas se reparan. ¿Y si empezáramos a considerar los teléfonos por ahí? El Moto X Force lo hace, e intenta recuperar el vacío de la vieja Nokia. La duda está en si este apartado conseguirá convencer a los indecisos que deja su precio.
8,4
A favor
- Resistente a casi todo, incluso salpicaduras
- Sonido alto y claro, aunque mono
- Power Charge
- Batería enorme, aunque autonomía no tanto
- Cámara sencilla y potente
- Con ranura microSD
En contra
- Precio de salida
- Diseño algo tosco en el frontal
- Sin sensor de huellas dactilares
- Pantalla con brillo limitado en exteriores
- Se espera más autonomía
El terminal ha sido cedido para la prueba por parte de Motorola. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
En Xataka Android | Moto X Style, análisis
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