En 2013 vimos una revolución en Android, la llegada del primer Moto G. En esencia era un móvil bastante potente, de gama media en especificaciones pero a un precio muy inferior al de sus competidores. En aquel momento hubo críticas debido a que a pesar del éxito perdieron dinero, es decir, estaban comprando el mercado y poniéndole las cosas muy difíciles a los que se centraban en la gama media. Pero es indudable que las cosas cambiaron.
Hace ya tres años de aquello y la gama baja de precio es hoy muy diferente. No es complicado ver móviles a menos de 200 euros con unas especificaciones solventes y responder "Moto G" ante la pregunta de "¿qué móvil barato me compro?" no es tan automático.
Las renovaciones de aquél mítico Moto G en 2014 y 2015 no fueron más que lavados de cara. Ya el año pasado nos planteábamos si el Moto G seguía siendo el mejor móvil por debajo de 200 euros y la respuesta no era tan clara, aunque desde luego seguía en la lista corta. ¿Logrará mantener su posición este año con su nuevo Moto G4?
Nuevo Moto G, giro en especificaciones y precio
Si era suficiente un Snapdragon 410 para mantenerse en la gama media ya fue hace un año discusión permanente, máxime cuando los principales competidores daban el salto a otra gama de SoCs y cuando el rendimiento de dicho chip no da la talla incluso para algunas tareas muy básicas.
El salto a la gama 600 de Qualcomm lo ha dado este año. El Moto G4 tendrá tres modelos, dos de ellos (Moto G4 Plus y Moto G4) con Qualcomm Snapdragon 617 y uno (Moto G4 Play) con Qualcomm Snapdragon 410. Y este último en principio no se presenta en España.
Eso sí, con este salto en especificaciones (que no solo es de SoC sino de cámara y lector de huellas en el caso del Moto G4 Plus) llega una subida de precio. Ya no estamos ante un móvil por menos de 200 euros. Concretamente en España el Moto G4 más económico estará en 229 euros y el Moto G4 Plus más económico en 269 euros.
¿Está justificada la subida de precio?
El precio va a ser el gran problema del Moto G. Mucha gente se ha acostumbrado a tener un móvil solvente por menos de 200 euros y aunque el cambio de SoC era muy necesario va a ser difícil convencer a los consumidores, máxime cuando en la gama de entre 200 y 300 euros también hay una guerra importante.
En esa franja, de 200 a 300 euros, tenemos móviles como el Oneplus X, el Honor 7, el LG G3, todos con procesadores mejores (aunque de gamas antiguas) o el Aquaris M5.5 (más moderno).
Es decir, el Moto G ha perdido gran parte de su atractivo. De hecho con este movimiento Lenovo coloca a su buque insignia en una guerra diferente. Todo el mundo que busca un móvil por menos de 200 euros se quedan fuera, y los que quieren gastar algo más tienen para elegir también terminales punteros de temporadas anteriores.
De todas formas, la subida de precio en sí está justificada. Por menos de 200 euros es complicado encontrar mejores procesadores y la experiencia con las últimas versiones de Android necesitan más de lo que proporcionaba el Snapdragon 400. Sin embargo que esté justificada no quiere decir que vayan a ganar la batalla, se han lanzado a un frente mucho más complicado.
Reposicionando la gama
Lo que queda claro ahora es que Lenovo, con la adquisición de Motorola y ahora ya ejerciendo como líder estratégico del fabricante norteamericano, quiere reposicionar la gama:
Por un lado deja una versión del Moto G más sencilla (y barata) pero que no llega a todos los mercados -curiosamente, España es uno de esos países en los que no se presenta, al menos por el momento-.
Por otro lado, abre el hueco que necesita un nuevo Moto E, centrado en la franja más económica para llegar a todos, pero que obviamente estaría muy limitado por el Moto G Play, que le pisa su terreno acrecentando las dudas del abandono de los Moto E.
Cualquier movimiento que hubiera hecho Lenovo con su Moto G era complicado. Es normal, las gamas bajas y medias se están poblando masivamente de terminales desde hace algunos años y las marcas se enfrentan con un problema al que ningún sector quiere enfrentarse: que tu producto sea un commodity. Es decir, que de igual uno que otro, simplemente se distinga por unos parámetros comunes a todos (especificaciones).
Por tanto el Moto G4 tiene difícil seguir reinando. Las opciones son demasiado extensas y las diferencias sutiles. Seguirá siendo un buen terminal, pero si comparamos simplemente especificaciones seguro que encontramos unos cuantos que se ajusten también a nuestras necesidades.
En Xataka | Moto G4 y Moto G4 Plus: los Moto G crecen en todo, también en precio
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