Llegó el día. Tras muchos rumores y todo tipo de filtraciones, Google por fin presentó la continuación del Pixel y Pixel XL, dos dispositivos que marcaron un antes y un después en la historia de Android.
Antes de centrarnos en los principales cambios introducidos por los nuevos smartphones, es necesario analizar de dónde venimos, en qué punto estamos y hacia dónde debería caminar esta gama tan importante para el sistema operativo de Google.
Vida después de los Nexus
No hay que olvidar que los Google Pixel llegaron en un momento un tanto polémico, surgiendo como respuesta a la muerte de los Nexus. En aquel momento, la mayoría de nosotros nos tomamos esta noticia con una mezcla de preocupación y excitación.
Durante años, los Nexus fueron los dispositivos preferidos por los usuarios de Android que buscaban una experiencia pura, teniendo acceso a las últimas actualizaciones del sistema operativo. Hubo momentos muy importantes, como la llegada del Nexus 5 y su apuesta por la relación calidad-precio.
Semanas después de la presentación de los Pixel supimos que Google no pretendía fabricar más dispositivos Nexus en el futuro. Eso significaba que la compañía por fin parecía tomarse en serio la producción de smartphones, una de las asignaturas pendientes respecto a la competencia.
Desgraciadamente, este año hemos aprendido que todavía le queda mucho por mejorar a esta familia de dispositivos, empezando por su producción. Si algo debe agradecerle Apple a Tim Cook, entre otras cosas, es haber conseguido los acuerdos necesarios para producir iPhones a una velocidad vertiginosa.
En los pocos lugares a los que llegó de forma oficial hubo problemas de abastecimiento, y la exclusiva de Google Assistant hizo que no lo viésemos en países de habla hispana. El mercado de los smartphones es vertiginoso, sobre todo en cuanto a dispositivos con Android. En un trimestre es raro que no se presenten, como mínimo, dos smartphones importantes.
Si no consigues que tu dispositivo llegue lo antes posible a los consumidores significa que será percibido como algo viejo. En el caso del Pixel podría no haber importado tanto esperar unos meses, ya que era el "único smartphone de Google". Un año más tarde, asistimos a la presentación de su sucesor sin haberse lanzado oficialmente en la mayoría de los países.
Aciertos y oportunidades perdidas
Como decía, cuando se presentó el primer Pixel, muchos nos tomamos la noticia con cierta excitación. Parecía que Google jugaba a ser 'más Apple', en el buen sentido, uniendo finalmente hardware y software.
Tal y como dijimos en nuestra review, el diseño podría haber sido más atractivo, aunque intentaron desviarse de propuestas que ya existían. Recordamos que llegó medio año después del Galaxy S7 y S7 Edge, dos smartphones con un acabado superior y con mejor resistencia al agua.
Eso sí, la cámara ha permanecido prácticamente imbatible durante todos estos meses, algo que podemos calificar de hito. Durante mucho tiempo, esta fue una de las asignaturas pendientes de Android, especialmente dentro de la familia Nexus. El Pixel parece haber acabado con el mito de que "tienes que comprarte un iPhone para tener la mejor cámara", algo que ya era muy discutible con los flagships que hemos visto en los últimos años.
El Pixel también nos trajo un nuevo Launcher y Google Assistant, una exclusiva que se convirtió en una de las novedades más importantes dentro del sistema operativo. Nuevamente, se buscó presentar una experiencia en la que primaba la fluidez y el minimalismo.
Podemos concluir que el primer Pixel realmente marcó un antes y un después en la historia de Android, pero pudo haber sido mucho más. Era el dispositivo del que todos buscábamos enamorarnos, pero fue eclipsado por una avalancha de smartphones (Galaxy S8, LG G6, Xiaomi Mi Mix, Huawei Mate 9, etc.) que sí se acercaron a conquistarnos.
De hecho, durante el evento celebrado en el día de hoy, Rick Osterloh ha reconocido que "ojalá hubiéramos tenido más", en una referencia al stock del Pixel original. Se oyeron risas en el público, y no me parece mejor resumen que ese.
Respuesta al mercado actual
Osterloh también quiso aprovechar para alejarse del alud de especificaciones que suelen acompañar a los nuevos smartphones. Centrado en la experiencia, remarcó que los (afortunados) poseedores de un Pixel son los más satisfechos en el competitivo mercado de los smartphones.
No se ha olvidado de presumir de que el Pixel es el teléfono con la "mejor cámara", recalcando uno de los aspectos positivos del terminal. Refiriéndose a los periodistas de la sala, quiso solidarizarse con ellos porque tienen que realizar una tarea repetitiva:
"No os envidio a aquellos que tenéis que hacer reviews de teléfonos que se parecen tanto".
De todos modos, una de las noticias más importantes relacionadas con el hardware y Google la recibimos hace unos días. Tras muchos rumores, la compañía reconocía que se quedaban con parte del negocio de smartphones de HTC tras haber desembolsado 1.100 millones de dólares.
Esto significa que Google continúa el camino iniciado el año pasado: intentar ser un fabricante de smartphones que pueda competir con Apple y Samsung. Antes de entrar en este punto, primero toca analizar los principales cambios introducidos y la respuesta de Google a la competencia.
En cuanto al diseño, han vuelto a repetir la apuesta de lanzar dos tamaños diferentes: Pixel 2 y Pixel 2 XL. Vemos que, al igual que en el primer modelo, en la parte trasera se vuelve a apostar por una textura diferente en la parte superior, algo que ya es característico de esta gama.
Se han cumplido todos los rumores y profecías, y finalmente han adoptado dos características que llevamos meses escuchando: Always-On Display y active Edge. Con la primera, por fin podemos ver información sin desbloquear la pantalla, mostrándonos además la canción que esté sonando en cada momento.
Active Edge nos permite utilizar una de las principales novedades del HTC U11, y a partir de ahora podremos apretar nuestro Pixel para acceder rápidamente a Google Assistant. La combinación de estas dos novedades hacen que podamos consultar cualquier información en todo momento.
También han optado por otro de los estándares actuales: pantalla sin marcos. Google responde así al Xiaomi Mi Mix, Galaxy S8 o iPhone X. Al igual que en el primer Pixel, no buscan apuestas demasiadas arriesgadas o revolucionarias. Están más centrados en la experiencia generalizada, con la cámara y Google Assistant como principales puntos fuertes.
Hablando de la cámara, vuelven a levantar el listón con una cámara trasera de 12 megapíxeles con flash dualLED, capacidad de grabar en 4K y la función Camera Lens. No han podido dejar de lado el modo retrato, siendo capaz de detectar la profundidad adecuada.
Por último, han querido sumarse a la tendencia que busca acabar con la entrada de jack de 3.5mm. Esta decisión seguro que no gustará a muchísimas personas. Han querido compensarnos lanzando Pixel Buds: unos cascos inalámbricos que tienen integrado Google Assistant. También disponen de carga rápida y carga inalámbrica, dos funcionalidades que justo acaban de llegar a los nuevos iPhones.
Queda claro que Google Assistant es la pieza clave que lo une todo, utilizando los conocimientos sobre inteligencia artificial que tiene la compañía para proporcionarnos una experiencia exclusiva.
Sí pero no
Por un momento, parecía que la historia volvería a repetirse, ya que España no aparecía entre la lista de países a los que llegará el Pixel 2 y Pixel 2 XL. De entrada, afirmaron que podría comprarse en Estados Unidos, Australia, Canadá, Alemania, India y Gran Bretaña.
Pocos segundos después han confirmado que llegará a España, Italia y Singapur a final de año. De hecho, desde la Google Store ya se puede reservar el Google Pixel XL por 959 euros. No hay noticias de la versión de menor tamaño, y da la sensación de que volvemos a ver los toros desde la barrera, lo único que un poquito más cerca.
Tampoco han dicho nada sobre una posible llegada a Latinoamérica, y eso que hoy anunciaron que la Google Store por fin llega a México. Para muchos, el Pixel continúa siendo un dispositivo imposible de alcanzar.
Google sigue demostrando que sabe estar atenta a las tendencias actuales e implementarlas a su manera. De todos modos, no servirá de mucho si la mayoría de los usuarios no podrán acceder a esta experiencia. Muchos acabarán cayendo en las manos de Samsung o incluso en las de Apple.
El mercado de los smartphones es más competitivo que nunca, pero al mismo tiempo está demasiado igualado. Los Pixels no son iPhones, ni tampoco son como el resto de dispositivos con Android. Su apuesta es diferente. El problema es que, de momento, seguimos pagándolo al precio más caro: disponibilidad.
Habrá que seguir teniendo fe.
En Xataka | Nuevo iPhone X frente al Samsung Note 8, Mi Mix 2 y LG V30: la guerra de los smartphones sin marcos
Ver 1 comentarios