Tengo que decir, antes de empezar, que estoy muchísimo más cerca de ser un fan de HTC que un 'hater', y es que los pocos productos de la compañía que he podido probar los he visto con de una gran calidad y que realmente se ha trabajado en ellos, productos que, en no pocos casos, vale la pena pagar lo que cuestan.
Pero también hay que tener en cuenta que el fabricante taiwanés, en los últimos años, no ha tomado las mejores decisiones para que su empresa se coloque entre los líderes del mercado. Bastantes decisiones no muy acertadas han dejado a HTC en la posición tan delicada en la que se encuentra, y van a tener que algo al respecto antes de que sea tarde.
La política de precios es el puñal que amenaza con atravesar su corazón
Los productos de HTC, al menos en su mayoría, tienen una calidad bastante buena, prueba de ello es que seguro que más de uno tiene por ahí un HTC de hace 5 años capaz de funcionar, o cómo la comunidad mima al HTC HD2, un dispositivo de hace 7 años que, sin embargo, disfruta de Android Nougat (bastante limitado) cuando originalmente corría Windows Mobile 6.5.
En aquellos tiempos en los que era, si no el fabricante más destacado, sí uno de los que más, podía permitirse poner un precio a sus productos algo más elevado que los demás, porque HTC por aquel entonces era sinónimo de calidad, todos lo sabían y compraban sus productos. Claro que por aquel entonces no tenían los desmesurados precios que tienen ahora los smartphones.
Al final, esa subida continua durante los últimos años de los precios de los móviles de todos los fabricantes pasa factura a los bolsillos de los compradores, y si tenemos en cuenta que HTC ha seguido manteniendo unos precios por encima de sus competidores, estaba claro que sus productos iban dirigidos a un público con cierto poder adquisitivo.
Por mucho que nos pese, HTC no es Apple, que puede permitirse poner unso precios más altos y, aún así, vender como si los regalaran con los cereales, porque donde falla también, al contrario que Apple, es en el márketing. El caso es que esta política de precios amenaza muy seriamente con dejar a HTC fuera del mercado de los smartphones por completo.
Y cuando teníamos la esperanza de que los nuevos Desire 10 fueran un inicio de unos terminales económicos de verdad para sus especificaciones, nos encontramos con un Lifestyle de cerca de 300€ con un procesador de hace más de 3 años. La última esperanza sería el Desire 10 Pro, del que no se sabe su precio, pero creo que no debemos ser demasiado optimistas me temo.
Malas decisiones de marketing = 'epic fail'
Está muy bien publicitar tus productos por Twitter, pero ¿de qué te vale si no te publicitas por otras plataformas como la televisión, la radio o carteles en los núcleos más importantes anunciando, además, tus redes sociales para que sigan las novedades? Anunciar tus productos a través de las redes sociales cuando tienes relativamente pocos seguidores es como si se lo dices a tu primo y a nadie más.
Recuerdo en su día el anuncio del HTC One M7, en el que se hacía hincapié en su característica más revolucionaria, los altavoces Boomsound, algo que para mí fue todo un acierto. Pero desde entonces el fabricante taiwanés está desaparecido de la publicidad a gran escala.
Pero no es sólo cuestión de estar ausente de los grandes medios, sino de decisiones que le han salido rana como el dineral que pagaron 12 millones de dólares a Robert Downey Jr. para... un anuncio, eso sí, con cierto tono de humor, pero que no se emitió en todos los mercados a los que iba dirigido el One M9. Las ventas de dicho terminal no fueron muy bien que digamos.
¿No hubiera salido mucho más económico hacer un anuncio sin contar necesariamente con un actor de gran éxito?. Si en vez de aflojar esa pasta en nuestro amigo Bob (yo lo llamo así, hay confianza) se los hubiera gastado en un buen plan de marketing, invirtiendo en medios (TV, radio, carteles, etc.) y haciendo más variedad de anuncios, el terminal sería mucho más conocido entre el público que no está todo el rato pendiente de los medios especializados.
No soy precisamente un experto en marketing, pero si los señores de HTC me contratan para hacer sus anuncios, gracias a mis ideas llenas de dinosaurios y adorables monstruos de peluche HTC despega como un cohete. Lo que está claro es que si siguen con esta escasa presencia en los grandes medios fuera de las redes sociales no lo van a pasar muy bien.
El hardware, otro punto en el que fallan a veces
Aunque no es un punto crítico para nada, aquellos que estamos atentos al hardware de los smartphones detectamos casi al momento si es o no acertado que aparezca en ese terminal. La tecnología Ultrapixel, por ejemplo, si bien no iba mal encaminada y HTC lo puso con sus mejores intenciones, al final no salió muy bien por los inconvenientes que traía (especialmente la baja resolución de las fotos).
Más tarde llegó el problema del increíblemente ardiente Snapdragon 810, del que HTC no tiene culpa alguna a no ser que lo haya incluído a sabiendas de los problemas de sobrecalentamiento, que a pesar de haber solucionado el problema en parte (junto al de la cámara) con varias actualizaciones, les ha pasado mucha factura.
Pero no es sólo cuestión de hardware polémico, sino también de antigüedad, como es el caso del Desire 10 Lifestyle, que lleva el Snapdragon 400, un procesador de gama media de hace más de 3 años, que lo llevaba el primer Moto G. Si piensas en comprarte este terminal, asume desde ya que no verás Android Nougat de forma oficial en ese teléfono.
A estas alturas, y con el precio de ese terminal (cercano a los 300€) no es admisible semejante procesador por mucho que tenga 2 o 3 GB de RAM (según la versión que compres) y todas esas cosas, qué menos que un Snapdragon 415 por lo menos, así al menos hay alguna esperanza de actualización.
Un terminal redondo no tapa los errores de los demás, hay que seguir trabajando sobre esa base
El HTC 10 me sorprendió positivamente, creo que es el terminal más redondo de la compañía en los últimos años, y diría que está a la altura de la competencia en cuanto a calidad y hardware, y su precio de salida no es mucho más alto que el de los demás buques insignia que salieron en ese momento.
En este momento pensé que HTC estaría de verdad empezando a cambiar para bien, pero el buque insignia tampoco fue un éxito por los errores cometidos, y si terminales posteriores repiten esos errores prácticamente queda esombrecido el gran trabajo del HTC 10. Para futuros terminales el fabricante taiwanés debe tomar como ejemplo a su actual tope de gama y mejorar en los posible.
HTC va a tener que hacer un gran ejercicio de autocrítica y buscar el camino para mejorar de forma continua. Lo que no pueden permitir es que un buen terminal quede en el anonimato porque los siguientes son para cumplir y ya. ¿Crees que HTC tiene posibilidades de salir del pozo si empieza a hacer las cosas bien con más frecuencia?
En Xataka Android | Así queda el HTC Desire 10 Pro frente a la competencia
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