Hola, magnates de la industria móvil. Tras varios años de cambiar materiales, crear diseños unibody, aumentar megapíxeles y sumarle números a la memoria y modelo del Snapdragon, parece que en lo que nos hemos puesto de acuerdo este año es en eliminar los bordes (tú no, Sony).
Ya lo podíamos considerar algo generalizado al estar en el primer flagship de Samsung del año, el Galaxy S8, acompañado por el Note 8, LG G6, LG V30, Essential PH-1 y, hace solo dos días, el Mi Mix 2. El nuevo iPhone X todo pantalla es la última confirmación, y es que son muchos fabricantes los que fijan la vista en el iPhone a la hora de tomar decisiones. Tenemos que hablar.
Primero de todo: sí tienen marcos
Antes de entrar en otros detalles más complicados, empecemos por lo básico: sí tiene marcos. Están delante de mi. Los veo. Las fotos gigantescas en la página de información del iPhone X que casi me hacen retroceder en el asiento no hacen sino confirmar lo obvio: marcos, tiene.
Aquí quizá no es tanto culpa de Apple como de nosotros, los medios. Apple realmente no dice que no tenga bordes, sino que es todo pantalla. Bueno, pues eso tampoco es. Hay "algo" en mitad de la zona superior de la pantalla, suficientemente grande para contener un altavoz, una cámara, un sensor Face ID y cinco componentes más.
Vale, quizá estoy siendo demasiado literal, pero es que los marcos existen en todos y cada uno de los bordes de este iPhone X. También están ahí. También los veo. No es que tenga nada en su contra, casi todos los teléfonos hoy en día tienen bordes, más o menos reducidos. Gracias a ellos puedes coger tu móvil con brio sin acabar pulsando en cosas que no quieres, o ponerle una funda que se agarre bien. Pero estar, están.
Es innegable que la pantalla expandida tiene su encanto. Ya lo vimos en el Mi Mix original y Samsung llevaba ya tiempo jugando con la idea desde que descubrió que podía curvar la pantalla en sus cantos. A la gente le gusta, no tanto por su funcionalidad, sino porque queda bonito.
Tanto es así que Xiaomi recibió quejas entonces y las ha recibido ahora por sendos Mi Mix y Mi Mix 2: los renders oficiales hacían creer que tenía menos marcos de los que tenía en realidad. A Apple esto no parece importarle demasiado, pues un texto enorme afirma que es "todo pantalla" para a continuación mostrar literalmente cómo no lo es.
Lo cierto es que ninguno de los teléfonos "todo pantalla" o "sin bordes" de hoy en día son realmente ni todo pantalla, ni sin bordes. Samsung y LG mantienen una estrecha franja arriba y abajo en la que colocar sus cámaras. Los únicos que han pensado algo diferente han sido Xiaomi, colocando la cámara abajo en sus Mi Mix para lograr un marco superior muy escaso y Essential PH-1, donde la cámara cae en mitad de la pantalla, más estrecha que la del iPhone X, pero con un marco inferior mucho mayor.
Por si te pica la curiosidad, estos son los distintos ratios de pantalla a cuerpo de los móviles con pantalla expandida más populares.
iPhone X | Xiaomi Mi Mix | Xiaomi Mi Mix 2 | Galaxy S8 | Galaxy Note 8 | Essential PH-1 | LG G6 | LG V30 | |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Tamaño de pantalla | 5,8" | 6,4" | 5,99" | 5,8" | 6,3" | 5,71" | 5,7" | 6,0" |
Ratio pantalla / cuerpo | ~82.9% | ~83.6% | ~80.8% | ~83.6% | ~83.2% | ~84.9% | ~78.6% | ~81.2% |
Solo traen quebraderos de cabeza
Creo que más o menos tenemos consenso en que las pantallas expandidas son bonitas. Al fin y al cabo, es donde sucede la acción, cuanto más grande, mejor. Sin embargo, esta obsesión por llevar las pantallas al límite está trayendo tantos quebraderos de cabeza a fabricantes y usuarios como la de hacer los teléfonos cada vez más finos.
Desde hace más de 15 años, nuestros teléfonos no paran de crecer de tamaño. Primero creímos que la solución para nuestras ansias de mayores pantallas sería una tablet, después nos conformamos con una phablet y, a estas alturas, parece que en verdad no necesitábamos nada de eso: con el teléfono ya vale. El problema es que hay cierto momento en el que, si el teléfono crece un poco más, empieza a parecer un zapátofono. Estamos llegando a ese momento, y la única forma de incrementar la pantalla manteniendo el tamaño es reducir los bordes.
El problema es que los frontales de nuestros teléfonos no se componen solo de pantalla. Durante muchos años tuvieron botones, aunque ya los podemos considerar una especie en peligro de extinción. Si tu móvil tiene botones físicos en el frontal, atesóralos: no tardarán en desaparecer por completo.
Los botones o la barra de navegación realmente no son el principal problema de las pantallas expandidas, sino las cámaras y otros sensores que necesitan estar ahí. El pulso es increíble: por un lado intentamos crear cámaras para selfies más potentes y por otro no sabemos ya dónde colocarlas. ¿Arriba? ¿Abajo? ¿En mitad de la pantalla?
Así, Apple ha reemplazado su Touch ID, que había perdido su sitio preferente en el botón del iPhone X por un Face ID que sigue estando disponible en el frontal, concretamente, en mitad de la pantalla. Si no fuera porque esa "isla" se aprovecha para la cámara frontal se podría decir que lo que se ha quitado por un sitio, se ha puesto por el otro.
En Android, la respuesta a este problema ha sido más o menos clara: si el sensor de huellas no cabe en el frontal, pues lo tendremos que poner detrás. Aquí hay opiniones para todos los gustos sobre dónde es más cómodo, pero todo indica a que la discusión no existirá en el futuro: a no ser que la tecnología de lector de huellas tras la pantalla sea un éxito, acabará estando atrás y punto.
¿Se aprovecha la pantalla "con recorte"?
Dejemos de lado Xiaomi, LG y Samsung y centrémonos en Essential PH-1 y iPhone X, los dos teléfonos que se han atrevido a romper la armonía de su pantalla poniendo cosas en medio. El caso es que este espacio extra realmente no se aprovecha demasiado: en ambos casos se limita a mostrar la barra de estado del teléfono.
Si ves un video en el iPhone X, se oscurecen los dos laterales que rodean a la cámara frontal a no ser que hagas zoom, así que realmente no es más que una pequeña ventaja estética que no parece que se vaya a aprovechar en demasiadas ocasiones, aunque sí que libera algo de espacio de la barra de estado, en vertical.
¿Y si no necesitamos "todo pantalla"?
Por todo esto, estimados magnates de la industria, os pido que reconsideréis vuestra batalla contra los bordes y en pro de la pantalla completa, expandida, a costa de pasar por encima de botones, lectores de huellas, cámaras, altavoces y otros de los elementos que diferencian a un teléfono de una televisión portátil.
Como ya dije anteriormente, no tengo nada en contra de las pantallas expandidas pero quizá todo esto se nos está yendo de las manos. Quizá en algún momento conseguimos una tecnología que nos permita incluir el lector de huellas o incluso las cámaras bajo las pantallas, pero hasta entonces a lo mejor deberíamos intentar darle prioridad a la experiencia de usuario frente a incrementar el ratio de pantalla - cuerpo sin sentido.
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