Poco a poco el culebrón del Galaxy Note 7 y su batería explosiva se va acercando a su final, si bien aún no hay una respuesta oficial a la causa que tantos disgustos ha causado al fabricante coreano, sí que hay una teoría bastante creíble que explique este fallo, aunque viene de fuera de Samsung, avisamos desde ya.
Básicamente, desde Instrumental, le echan la culpa al diseño interno del Note 7, y es que, al parecer, y para resumir, el habitáculo en el que debe alojarse la batería no es lo bastante grande como para que pueda evitarse el contacto entre el ánodo y el cátodo, lo cual provocaría la explosión que ya todos conocemos.
¿Cómo puede suceder esto?
Para que nos hagamos una idea, y muy en resumen, una batería de polímero de litio es un rollo de gelatina en el que hay una capa positiva hecha de óxido de cobalto litio, una negativa de grafito y dos capas electrolíticas hechas de polímero que hacen de separadoras de las capas positiva y negativa.
Si la batería se ve comprimida, por ejemplo por el hinchamiento mecánico producido por su uso, esto puede afectar directamente a las capas de polímero que separan ánodo y cátodo, de forma que se corre el riesgo de que ambas se toquen, fluya cada vez más energía y acabe por explotar (es la consecuencia más normal).
El diseño interno podría ser el responsable de las explosiones de las baterías
Con lo anterior brevemente explicado, según han visto los chicos de Instrumental, el lugar donde debe asentarse la batería no deja el suficiente espacio para que ésta no se pueda ver comprimida debido al hinchamiento mecánico, con lo que se producen los efectos antes descritos de afectar a la capa electrolítica y permitir que ánodo y cátodo se toquen.
Según especulan en el blog, Samsung estaba buscando un equilibrio entre seguridad y el riesgo de buscar meter una batería del mayor tamaño posible en el lugar más pequeño que se pueda. Sería por esto por lo que metieron la batería en un habitáculo que no dejaba el suficiente espacio para el hinchamiento mecánico sin que las capas de polímero se vieran afectadas.
También especulaban con que podría ser que el proceso de diseño fuera cambiando y las nuevas baterías no hubieran sido testeadas en condiciones, ya que para comprobar que son seguras se deben probar miles de ellas, y eso puede llevar, en algunos casos, hasta un año entero.
La solución, pues, hubiera sido meter unas baterías más pequeñas para evitar las explosiones, pero eso les hubiera dejado con el inconveniente obvio de que la autonomía del Note 7 sería inferior. Al final, arriesgarse con un diseño interno tan agresivo les ha salido mal y están pagando el precio.
Para finalizar, te aconsejamos que cojas toda esta información con pinzas, ya que no sale directamente de Samsung, que anunció a finales del mes pasado que daría los resultados, con lo que debería de llegar pronto, y hasta que el fabricante no se pronuncie con la respuesta definitiva, debemos ser precavidos.
Vía | InstrumentalEn Xataka Android | Samsung Galaxy Note 7, crónica de una muerte anunciada
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