Hace un tiempo que os hablábamos de cómo los smartphones llegaron a tener más potencia que nuestros PCs, un debate interesado que surgió alrededor del controvertido tema de las tarjetas de memoria microSD -criticadas por Xiaomi y desechadas en el Galaxy S6-, que muchos valoran por la sencillez de ampliación del almacenamiento de datos en los dispositivos móviles.
Hoy ha sido Bq quien ha reabierto el debate de la memoria con sus Aquaris M4.5, M5 y M5.5, esta vez intentando diferenciarse con un golpe de efecto en la saturada gama media Android, pues Bq es la primera firma que se plantea en serio eso de permitir que sean los usuarios los que elijan la configuración de RAM y memoria interna del smartphone.
Evidentemente, no habrá cartas a los Reyes Magos por parte de nadie, sino que Bq pone a disposición del cliente varias configuraciones cerradas que podrán elegirse rebajando el precio del terminal si renunciamos a memoria RAM y/o almacenamiento interno.
No es nada nuevo, pues el mundo del PC ha vivido siempre con listas de especificaciones y memorias a elegir por el usuario, pero sí es algo interesante planteado en los dispositivos móviles, que suelen venir al mercado con hardware cerrado, dejando como mucho la opción de la memoria interna en casos donde no se permite ampliación con tarjetas microSD.
Sin embargo, la elección de Bq no es la única que hemos visto en este sentido, pues estamos en 2015 con los teléfonos modulares en ciernes, e incluso este año algún fabricante como LG ha permitido elegir entre dos diseños con distintos materiales.
¿Smartphones a la carta?
A todos nos gusta elegir, es indudable que las necesidades de unos y otros son diferentes y que en gustos no hay nada escrito, así que el camino hacia los smartphones a la carta es sin duda un terreno que se explorará antes o después.
Motorola y su Moto Maker fueron pioneros en este sentido a la hora de posibilitar la elección del diseño y materiales en los smartphones, aunque en mucho menor medida en la parte hardware.
Por otro lado, Project Ara abrirá fuego entre los teléfonos modulares para acercar el concepto de smartphone a la carta, y estos dispositivos no parecen estar muy lejos, pues el proyecto de Google incluso en el MWC 2015 pudimos probarlo de forma digamos que "ligera".
Lo que sí queda claro es que un smartphone es cada vez más un ordenador pequeñito y que permite comunicarse, y en un marco de guerra de precios es normal que todos busquen fórmulas para adaptarse a sus usuarios llegando a todos los bolsillos y necesidades.
El paso intermedio, la opción de Bq
Sea como fuere, los teléfonos a la carta todavía no han llegado y tardarán un tiempo, así que la opción que ha elegido Bq nos parece lógica y acertada.
El fabricante español mantiene el diseño y especificaciones cerradas, pero ensamblará diferentes versiones que permitirán más combinaciones de memoria, rebajando prestaciones y coste para llegar al mercado más asequible y al mismo tiempo dando la posibilidad a los usuarios más avanzados de quedarse con configuraciones más potentes.
Así pues, serán los usuarios los que valoren el tamaño de pantalla, la cantidad de memoria RAM y almacenamiento que necesitan, con lo que Bq tendrá en su catálogo un Aquaris M adaptado a cada necesidad.
Veremos si esta estrategia trae frutos al árbol de la firma española, pero lo cierto que el movimiento, a priori, parece bastante acertado.
En Xataka Android | De cómo mi smartphone llegó a tener más potencia que mi PC, ¿hacen falta realmente 4 GB de RAM en un teléfono?
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