La historia del Samsung Galaxy Note 7 empezó con fuerza pero terminó muy pronto, y es que como la mayoría ya sabréis, varias igniciones fortuitas de la batería de algunas unidades acabaron con la vida del phablet estrella de Samsung tras dos recalls y la posterior retirada definitiva del dispositivo.
Hace unas semanas que el gigante coreano desvelaba los resultados de una larga investigación dedicada a esclarecer las causas de las combustiones espontáneas del Galaxy Note 7, pero parece que todavía no estaba el caso del todo zanjado. Hoy tenemos por fin el que probablemente sí sea el último capítulo del 'Batterygate', pues el gobierno coreano ha cerrado también su investigación, realizada de forma paralela por una institución gubernamental que ha aprobado las conclusiones presentadas por Samsung.
Recapitulemos, pues Samsung reveló dos fallos distintos para los dos tipos de baterías diferentes que se montaron en las unidades de producción del Samsung Galaxy Note 7. Las baterías fueron fabricadas por Samsung SDI y Amperex Technology Ltd, aunque el fabricante coreano se refirió a ellas como batería A y batería B sin más detalles:
La batería A sufría un problema de diseño en la esquina superior derecha, un fallo que provocaba "deflexiones en el electrodo negativo" debidas a la presión y al poco espacio disponible, provocando un posterior sobrecalentamiento del componente.
Por su parte, la batería B supuso el final del Galaxy Note 7 en lugar de su renacimiento tras el primer recall, y es que su fabricación apresurada provocó un nuevo fallo difernte al primero pero igual de catastrófico. En este caso existía un problema de fabricación que dejó defectos en la soldadura y provocaba un cortocircuito al permitir que el cobre se fundiese.
Mismas conclusiones, y ninguna sanción para Samsung
Problemas mayúsculos sin duda, que acabaron con el producto estrella de Samsung en 2016 defenestrado, y que ahora corrobora la Agencia Coreana de Tecnología y Estándares, la institución del gobierno que se encarga de analizar los productos manufacturados en Corea del Sur para velar por el cumplimiento de las leyes de seguridad.
La investigación de la susodicha agencia gubernamental independiente coreana se ha cerrado con las mismas conclusiones a las que ya había llegado Samsung, confirmando las explosiones y los mismos motivos presentados por el fabricante.
Así pues, desde el gobierno de Corea del Sur no se propondrá ninguna sanción a Samsung como premio a la honestidad y transparencia con la que ha actuado el gigante de la electrónica durante todo el proceso.
¿Y por fin, el fin? Ya veremos...
En Xataka | Samsung confirma que las explosiones del Galaxy Note 7 fueron por baterías defectuosas y una fabricación apresurada Vía | WSJ
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