El drama de encontrar un móvil Android compacto

Que las 6 pulgadas sean el estándar de los teléfonos móviles hoy en día, por locura que pareciese hace unos años, responde incluso a una evolución lógica. Eso de llevar un ordenador en el bolsillo ha ido cobrando cada vez más sentido hasta el punto de que muchos perfiles de usuario pueden sobradamente pasar sus días sin un equipo de sobremesa y realizar toda su exploración en Internet con el móvil.

El panorama de tamaños en Android no pinta aparentemente mal, teniendo estas opciones de 6 pulgadas como modelos intermedios y con móviles de una mayor diagonal para aquellos que busquen una experiencia más a lo grande. El problema viene en la prácticamente inexistencia de móviles con menos de 6 pulgadas. Y esto, para los amantes de los móviles pequeños, es un absoluto drama.

Apple como principal exponente del éxito y fracaso de móviles compactos

Si existiese alguna persona, que de hecho existirá, que sí o sí quisiese y necesitase un smartphone lo más compacto posible y sin renunciar a un buen rendimiento, lo más probable es que acabase comprando un iPhone. Y no porque prefiera iOS como sistema sobre Android, sino porque Apple es la principal referencia en móviles de alta gama con tamaños reducidos.

Aparte de llevar sus buques insignia con 6,1 y 6,7 pulgadas (iPhone 13 Pro y iPhone 13 Pro Max), la compañía de Cupertino ofrece también variantes compactas sin renunciar a la potencia. Buen ejemplo de estos son los iPhone 13 mini y iPhone SE 2022 con 5,4 y 4,7 pulgadas respectivamente.

Y ambos pueden ser el ejemplo y la excusa perfecta para que fabricantes Android exploren un mercado que, como veremos más adelante, tienen muy abandonado. Quizás el iPhone 13 mini sea peor ejemplo en vista de sus ventas inferiores a lo esperado, pero el 'SE' apunta a brillar en el mercado como ya sucediera con su versión precedente.

Y aunque este post no pretende acercarse a lo que sería un estudio exhaustivo del mercado y el comportamiento del consumidor, sí que podemos poner sobre la mesa alguna teoría. Y es que, que el iPhone 13 mini guste y sin embargo no venda, podría responder a su precio de alrededor de 800 euros. El iPhone SE por su parte se vende a precio de alrededor de 500 euros. Un precio similar a la gama media-alta de Android, dando a entender que el consumidor puede incluso "tragar" con un diseño algo anticuado en favor de potencia y tamaño.

En Android aceptamos pulpo como animal de compañía

Si echamos un vistazo a los móviles de alta gama más recientes y compactos observaremos como, a excepción de algunos como los citados iPhone, el Android más compacto es de 5,9 pulgadas. En concreto el ASUS Zenfone 8, el cual ofrece muy buen rendimiento, pero tampoco podemos decir que sea realmente un móvil muy compacto.

Otros como el Samsung Galaxy S22 ofrecen 6,1 pulgadas. Al igual que en el caso del ASUS, no podemos decir de forma excesivamente tajante que pueda ser considerado un móvil pequeño. ¿Son de los más compacto en Android? Sí, lo son y de ahí la frase de aceptar pulpo como animal de compañía, ya que al final es con lo que tenemos que conformarnos.

Teléfonos plegables del tipo concha como los Huawei P50 Pocket o Galaxy Z Flip3 sean idóneos para esta práctica de tener un móvil compacto. Al fin y al cabo lo que más nos cuesta a veces es encajarlo en los bolsillo. Además, su peso no suele ser muy elevado. Aunque el hecho de que alcancen las 6,9 y 6,7 pulgadas desplegados les resta por completo en esa virtud.

Podemos también en cierto modo llegar a calificar como compactos a aquellos que pesen poco. Uno de los ejemplos más recientes lo encontramos en el Motorola Edge 30, un dispositivo del que precisamente destacamos su "peso pluma" de 155 gramos. Este es un peso muy inferior a la media y que resulta muy cómodo en mano, aunque tener una pantalla de 6,5 pulgadas vuelve a ser un problema a la hora de calificarlo como un móvil pequeño.

No es solo una cuestión de gustos, también de salud

Vaya por delante que, a falta de datos y con pura intuición, imagino personalmente que la mayoría de personas que prefieren un smartphone compacto lo hacen por una cuestión de preferencia personal. Porque les gusta sin más y quieren ocupar poco espacio en su bolsillo y que puedan hacer un manejo cómodo en la mano. Sin embargo, hay casos algo más extremos en los que es cuestión de salud.

Y no me voy muy lejos para traer un ejemplo de ello, ya que mi propia experiencia personal me sirve para ello. Hace varios años que me diagnosticaron una tendinitis de la que, afortunadamente, me pude curar pasado un tiempo (aunque a menudo sufro algunas secuelas nuevamente). En aquella ocasión portaba un smartphone de dimensiones bastante robustas y me di cuenta que el uso del móvil me era muy perjudicial para esta lesión.

Evidentemente lo más recomendable en situaciones como la mía es directamente no usar el móvil o reducir su uso al mínimo imprescindible. Pero pese a ello, los pocos o muchos ratos que tenía que manejar mi smartphone se convertían en un suplicio. Opté por la vía radical de venderlo y hacerme con un dispositivo que cumpliera con mis expectativas de algo potente, pero compacto. Ya de aquellas el mercado de móviles Android pequeños andaba muy justo y, ¿adivinas? Acabé optando por un iPhone 7 que, por cierto, tenía (y tiene) idénticas dimensiones al actual iPhone SE.

Casos como el mío y peores habrá muchos y, al menos en lo personal, creo que es un error garrafal por parte de los fabricantes ignorar este nicho. Dudo de que a muchas marcas le compense lanzar más y más modelos de móviles con prestaciones muy similares, que se eclipsan entre ellos en prestaciones y con dimensiones por encima de las 6 pulgadas. ¿Por qué ninguna se atreve a ir con todo por un móvil compacto, con buenas prestaciones y a un precio de alrededor de los 500 euros como el iPhone SE?