Me apetece echar la mirada atrás, no me preguntes por qué, pero me apetece. La tecnología avanza en algunos aspectos más rápido de lo que somos capaces de asumir, tanto que cuando empiezas a disfrutar de algo novedoso, aparece algo que dejará obsoleto aquello con lo que estabas experimentando por primera vez.
Esto me ha hecho pensar en cómo eran los fabricantes hace un tiempo, qué es lo que estaba de moda para ellos en esos tiempos pasados que, sin embargo, les han hecho ser como son ahora para bien y para mal. No pretendo seguir un orden concreto, simplemente según se me vayan ocurriendo, asi que mejor olvidarse de cualquier tipo de jerarquía.
HTC que, a pesar de su situación, no se rinde
HTC es el primogénito de Android, suyo fue el primer smartphone con este sistema operativo. Pero no me quiero ir tan atrás, porque para escibir acerca de la evolución desde el inicio de cada fabricante necestaría un post para cada uno. El salto más grande en su evolución llegó con la nueva familia One.
La primera familia One, que más de uno recordará fue fundada con los One X, S y V, unos terminales elegantes en diseño y un Sense que, aunque bonito estéticamente y mejorado en funciones, estaba todavía lejos de ser Android puro. El salto más sorprendente llegó con el HTC One (el que ahora se conoce como HTC One M7).
El cambio a nivel de diseño fue radical, ahora su aspecto era realmente premium, dejando a muchísima gente con la boca abierta y calificándolo como el móvil con mejor diseño. Como es normal, tenía sus detractores, que para eso cada uno tiene sus gustos, pero si miramos el cambio desde su generación anterior, es obvio que iguales no son.
Por desgracia, el fabricante taiwanés no fue capaz de repetir esa innovación tan grande en los años venideros, lo que ha hecho que muchos criticaran a la compañía por exceso de continuismo, amén de sus altos precios. El HTC One M9 sería más querido por los frioleros gracias a su Snapdragon 810, que les calentaría en las frías noches de invierno.
El HTC 10 parece haber sido un cambio positivo, aunque no ha sido ni mucho menos grande. Parece ser que al fin han conseguido un terminal con una buena calidad de fotos, su buen sonido y potencia sin que se ponga al rojo vivo. No obstante, si quiere volver a la senda del éxito, tendrán que darle muchas vueltas a su siguiente generación.
LG, el fabricante más valiente
Hace falta mucho valor para coger un estándar de smartphone, mandarlo a la porra y diseñar algo realmente propio. LG fue, durante bastante tiempo, ese fabricante segundón cuyos terminales no tenían lo necesario para estar en la primera línea. Pero llegó un elegido que no dejaría indiferente a nadie: el LG G2.
Una cabeza pensante de LG dijo "oid, me he cansado de los botones laterales en los móviles, quedan vulgares". La respuesta de uno de ellos fue "pues los ponemos atrás, debajo de la cámara y a usar el dedo índice que son dos días", a lo que el primero concluyó "gran idea, creo que me he enamorado, cásate conmigo". Y producto de ese amor nació el LG G2, la innovación más romántica de Android.
El LG G2 fue revolucionario, con muchas críticas al principio, pero que pasado un tiempo muchos de sus poseedores no podían vivir sin su botonera trasera (y me incluyo, pues uno de mis 3 móviles es un LG G2). Fue un terminal muy redondo para la época: potente, muy buena pantalla, buena cámara y muy buena autonomía.
El LG G3 fue, en algunos aspectos, una versión más madura que además daba libertad para extraer la batería y expandir la memoria mediante microSD, además de darle un cierto cambio al diseño. El LG G4 fue muy criticado por esa trasera de cuero que supuestamente se desgastaba fácilmente, pero su cámara equilibró mucho la balanza a su favor.
Con el G5, LG volvió a demostrar la valentía de la que puede presumir, al hacerlo directamente modular. ¿Que sus módulos no tienen la utilidad que quisiéramos? Cierto, pero más me fastidió esa batería que rebajaron respecto a su generación anterior. Hay que reconocerlo, a LG lo que no le falta es valor, nos guste o no lo que haga.
En cuanto a software, LG ha seguido la tendencia de muchos otros de aligerar su capa de personalización, haciéndola más fluida, menos sobrecargada, pero siendo muy diferente a Android stock. En esta última versión de su ROM, LG parecía haber eliminado su cajón de aplicaciones, aunque resulta que puedes habilitarlo fácilmente.
Sony, el fabricante más estático de todos
Pasamos del fabricante que más cambios hace en sus terminales a uno que hace tiempo que no hace cambios importantes. El mayor cambio en la historia reciente de los japoneses se remonta al Sony Xperia Z, ese terminal que el fabricante publicitó por todo el mundo como resistente al agua, aunque realmente ni siquiera era el primero.
Recuerdo que un compañero de aquella época se lo compró al poco de salir, y su diseño me encantó. Era blanco, y me resultó muy agradable visualmente, de cristal que le daba un aspecto premium para aquella época no tan lejana. Desde aquel entonces, el único gran cambio que hizo Sony fue instalar altavoces frontales estéreo en el Xperia Z2 (terminal que uso en el día a día).
Desde aquel entonces, los únicos cambios que podíamos observar en sus terminales fueron a nivel de software y la eliminación, más adelante, de la tapa que cubría el puerto microUSB. El software, tanto de la cámara como la propia capa de personalización, sufrió ciertas mejoras que hacen que en el día a día sean terminales muy solventes.
Algo que sorprendió a parte del público durante el 2015 fue el hermano mayor del Xperia Z5, el Sony Xperia Z5 Premium, un terminal cuya pantalla tenía una resolución 4K que, a mi modo de ver, es un desperdicio absoluto de autonomía (soy de los que piensan que la resolución 2K en pantallas inferiores a las 5,5 pulgadas no tiene razón de ser).
Este año hemos asistido a la nueva generación de teléfonos de Sony, cuyo único cambio perceptible es el paso de la serie Z a X, que debe quedar resultona. Además, parecen haber suprimido la familia M y C para meterla en la nueva X, un cambio que apenas notaremos. Sony necesita un cambio notable si quiere sorprender a la comunidad.
Samsung, adaptándose a las nuevas modas
Samsung lleva bastantes años siendo el fabricante que más smartphones vende, en gran parte porque han seguido una estrategia de saturación del mercado con una gran cantidad de modelos que en muchos casos eran semejantes entre sí. Una de las familias que más rechazo sufrió inicialmente fue la Note. "Nadie quiere un móvil de 5,3 pulgadas" dijeron, y mira ahora.
Desde hace un tiempo a esta parte, parece ser que Samsung ha tomado la decisión de reducir la cantidad de modelos, de forma que se agrupa en pocas familias diferenciadas entre sí: Galaxy S, Note, A , Grand y J, aunque hay familias que son exclusivas de otros mercados, como la Galaxy On.
Recientemente, en 2015, Samsung dio un paso adelante en diseño, pasando del plástico que muchos odiaban al cristal, un material que también muchos odian. Lo que más molestó a muchos fue el hecho de que el Galaxy S6 no sólo no tuviera la batería extraíble, sino que ni siquiera tuviera un slot para tarjetas microSD. Este año, por suerte, el Galaxy S7 corrigió este último punto.
Samsung, además, diseñaba sus propios procesadores, y en 2015 decidió usar su propio Exynos en el S6 antes que el malogrado Snapdragon 810, y, mira tú por donde, acertaron. El actual Exynos 8890 ahora tiene que vérselas con el nuevo Snapdragon 820, y no será tan fácil como el año pasado. En cuanto a Touchwiz, sigue siendo la misma capa, pero más aligerada. Si la amabas, la seguirás amando; si la odias, la seguirás odiando.
Motorola, que ya no es Motorola, pero sigue siéndolo
La compañía estadounidense había desaparecido de muchos mercados debido a su falta de ganancias. Un día llegó Google, que se ve que le gusta salir de tiendas, y compró Motorola por un pastón. Cuando parecía que no estaban haciendo nada salvo beber daikiris en Hawaii, apareció el Motorola Moto X, el primer terminal del fabricante con Android puro.
Pero fue el Moto G el que revolucionó el mercado, concretamente el de la gama media. Por primera vez teníamos un gama media que funcionaba casi tan bien como un gama alta y, además, tenía un precio de apenas 200€. Android puro, un procesador más que capaz y un precio reducido lo convirtió en el smartphone más importante por lo que sucedió en la gama media más adelante.
En las generaciones venideras, Motorola no había efectuado demasiados cambios más allá de la evolución del hardware. Seguía usando Android puro y ofreciendo una fluidez fuera de toda duda. Pero un día Google se cansó y decidió que en vez de comprar una empresa, la vendería. Se encontró con Lenovo y le endosó a Motorola.
Ahora Motorola, en smartphones, ya no existe, sino que pasó a llamarse Moto by Lenovo (así figuraría en los teléfonos), pero por suerte mantiene esa esencia que le ha proporcionado el éxito hasta ahora: un hardware a la altura, Android stock y un precio razonable.
Huawei, el chino que quiere situarse en lo más alto
Huawei era, hasta no hace mucho, un chino más. Smartphones de gama media o baja a precios bajos y un hardware, obviamente, también de gama baja. Por su parte, Huawei veía más rentabilidad en su negocio principal, el de la telecomunicación, donde tenía ( y tiene) muy buena reputación. Pero algo cambió, y ahora todos miran con cierto temor a Huawei.
Llegó un momento en el que se unieron a la gama alta que, aunque no eran tan potentes como un Samsung, un Sony o un HTC, tenían un funcionamiento correcto y, además, un precio bastante bajo. No fueron modelos concretos los que le dieron el éxito, sino la constante de ofrecer gama alta o media a unos precios muy atractivos.
Para meter más miedo a los fabricantes tradicionales, pasaron del pástico al aluminio sin ningún miedo, ofreciendo igualmente unos precios ventajosos para los que no dispusieran de un gran presupuesto. Paso a paso, a golpe de buen terminal a buen precio, se han convertido en el tercer fabricante que más smartphones vende a nivel mundial.
Se ve que tampoco le tiene alergia a la innovación, y tuvo los pendientes reales de adelantarse a Apple ofreciendo antes un terminal (el Huawei Mate S) con pantalla Force Touch, pero se ve que no tiene mucha acogida esta característica, porque sigue siendo el único Android con dicha pantalla.
A día de hoy, el abanderado de Huawei es el P9, cuya principal innovación es su doble cámara trasera certificada por Leica. El fabricante chino promete amenazar a los fabricantes que tiene por delante de él a base de buenos smartphones a precios competitivos, tanto que en un par de años quieren ser el mayor fabricante del mundo de los smartphones.
Y los que quedan...
Me he dejado algunos fabricantes como Oppo, Lenovo, OnePlus, BQ, y algunos más, pero por mucho que quisiera, dar cabida a todos y cada uno de los fabicantes más o menos conocidos sería imposible, pues quedaría un post del tamaño de la biblia, y no es plan de que tengas que pasarte dos horas leyendo un artículo.
Cada uno por su parte puede expresar su opinión acerca de lo mencionado, qué se espera para el futuro, cómo podría haber cambiado cada fabricante, en fin, dar tu opinión, tus argumentos y debatir entre todos.
En Xataka Android | ¿Merecen realmente la pena las dobles cámaras en los smartphones?
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