La carga rápida son los nuevos megapíxeles: qué es, ventajas, inconvenientes y cuáles son las más importantes

Las baterías de los dispositivos móviles han alcanzado un nivel de madurez aceptable, pues la tecnología de iones de litio es la que proporciona la energía necesaria para que estos tengan una autonomía apropiada para el usuario. Sin embargo, las innovaciones han llegado en otro sentido: el de la carga rápida.

La carga rápida es uno de los principales reclamos para muchos fabricantes de smartphones, y actualmente estamos presenciando una guerra abierta para ver quién da más. Te contamos todo sobre la carga rápida, qué es, las ventajas que aporta, sus inconvenientes y cuáles son las tecnologías de carga rápida más importantes.

Que es la carga rápida

Como su propio nombre indica, y es que quién puso el nombre no se complicó demasiado, la carga rápida es la nomenclatura que reciben distintas tecnologías que tienen como objetivo principal cargar una batería a una velocidad superior a lo habitual hasta el momento.

Dependiendo del fabricante o tipo de carga rápida, existen distintos métodos por los cuales la batería se carga a mayor velocidad. A modo de resumen y de forma básica, podemos afirmar que lo que hacen es aumentar la capacidad de carga. ¿Cómo lo consiguen? Pues incrementando algunos parámetros relacionados, como el amperaje o el voltaje, en ocasiones ambos.

Por ende, podemos caer en el falso mito de que lo único que debemos hacer es cargar nuestro móvil con un cargador potente. Por regla general, lo mejor es usar el adaptador de corriente que incluye tu dispositivo (aunque cada vez menos lo traen), aunque si el teléfono es compatible y el cargador que usamos también, puede que estemos cargándolo rápidamente.

Sin embargo, esto no es así, pues como decimos la compatibilidad es un requisito. De nada sirve usar un cargador con carga rápida, por ejemplo a 33W, si nuestro móvil solo acepta 18W. Al final, el dispositivo es el que regula su propia carga, y obviamente aceptará la máxima que soporte su sistema.

Ventajas e inconvenientes de usar carga rápida en tu móvil

Quizá te estés preguntando, ¿Entonces, lo mejor será que mi móvil tenga carga rápida y aprovecharla siempre? Sí y no. La carga rápida es un elemento que nos ayuda a ganar unas horas de autonomía en pocos minutos (dependiendo de la tecnología y la potencia de carga). No obstante, los dispositivos se calientan más, consecuencia de un mayor amperaje o voltaje.

Y como sabemos, el calor no es un buen aliado de las baterías y provoca que estas se degraden con mayor facilidad, acortando su vida útil. Comúnmente, la batería de nuestro móvil debería durar un número limitado de ciclos de carga a máxima capacidad, luego comenzará su degradación. Esta es la principal desventaja de usar  tecnologías de carga rápida en nuestros dispositivos.

Lo recomendable pues, no es otra cosa que utilizarla ante un caso de necesidad. Es decir, si realmente requerimos unas horas de autonomía porque debemos salir de casa, lo ideal es usarla. En caso contrario, que no necesitemos el móvil por obligación, usa un cargador corriente que no haga aumentar la temperatura de la batería (y del resto de componentes, que también sufren con el calor).

¿Cuáles son las más importantes?

Cuando hablamos de carga rápida, no estamos comentando un único estándar ni tecnología sino que los fabricantes han lanzado diferentes soluciones. Principalmente, estos son las tecnologías de carga rápida más importantes.

• Qualcomm Quick Charge: la carga rápida más extendida es la de Qualcomm, compatible con teléfono que equipan sus procesadores. Desde su nacimiento, ha pasado por sendas versiones hasta llegar a la 5, una iteración vitaminada que promete el 100% de carga en sólo 15 minutos.

• Mediatek Pump Express: el fabricante de SoC chino, Mediatek, ofrece su propia versión de carga rápida, e igualmente ha atravesado diferentes versiones que han ido mejorando sus posibilidades. La última versión, Pump Express 3.0 promete cargar un 70% en 20 minutos a más de 5 amperios.
• OnePlus Dash: por otro lado, la conocida firma china también lanzó su sistema de carga rápida que ha ido evolucionando con el paso de los años. En su versión más reciente es capaz de cargar a 100 W en dispositivos como el OnePlus 11.
• OPPO VOOC: con un nombre impronunciable, OPPO mantiene su protocolo de carga rápida, cuyas siglas significan Voltage Open Loop Multi-step Constant-Current Charging. Actualmente, le da el nombre de SuperVOOC en terminales nuevos como el OPPO Find N2 Flip, que carga a 44W (aunque su cargador es de hasta 67 W). Sin embargo, la carga rápida del fabricante chino alcanza cotas más altas que llegan a los 100 W en otros dispositivos.
• Power Delivery, el estándar de carga rápida: en las siglas PD se cimienta esta tecnología, un estándar que aglutina un gran número de fabricantes. Es la carga rápida "universal", que alcanza una potencia de hasta 100 vatios. Algunos de los fabricantes que añaden esta especificación a sus smartphones son Google, Samsung y Xiaomi.

Una nueva 'guerra' por la carga rápida se desata: lista de fabricantes y velocidad de carga

Tal y como hemos nombrado en el titular, hay un frente abierto: una competición por cuál es la carga rápida más potente. Al igual que sucedió hace unos años con la carrera por más y más megapíxeles, ahora los fabricantes tienen en la carga rápida una de las armas principales con las que convencer a los usuarios.

Aquí vamos a ir nombrando los últimos avances en el terreno de la carga rápida, que llegan a asombrosas velocidades de vértigo. Normalmente, estos dispositivos se apoyan en las tecnologías que hemos repasado anteriormente, potenciándolas al máximo. El ranking de las mejores cargas rápidas queda de momento así:

• Xiaomi: 300 W en una demo de un Redmi que carga en cinco minutos.
• Realme: 240 W, de uno a 100 en menos de 10 minutos. Anteriormente, tenía la carga rápida UltraDart de hasta 200 W.
• OPPO: SuperVOOC de 150 W con menos calor (15 minutos tarda en cargar una batería completa) y hasta 240 W a 10 voltios y 24 amperios.
• Vivo: 200 W que cargan en 10 minutos la batería al completo.

Como vemos, en la actualidad el techo se sitúa en los 300 vatios, una auténtica locura. Pero esto no parece el fin, porque las principales firmas seguirán luchando por conseguir el trono de la carga rápida. Además, nuevos avances para la autonomía de nuestros smartphones se avecinan con las nuevas baterías de silicio y carbono.

La carga rápida es una de las tecnologías más importantes de los últimos años en el ámbito tecnológico. Por ello, es usada por los fabricantes para atraer la atención, pero es cierto que nos brinda la capacidad de cargar nuestro móvil en cuestión de minutos, alargando su autonomía por unas horas más. Con el paso del tiempo, veremos si esta guerra sigue abierta o por el contrario, las marcas viran a otras características que puedan ser igualmente atractivas.

Imagen de portada | Pepu Ricca con Midjourney

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