El Blu Vivo X es, técnicamente, el flagship de esta empresa norteamericana que está empezando a abrir sus puertas a Europa. Se trata de un gama media premium con un diseño robusto y características muy destacables, como su gran autonomía y el hecho de que cuente con cuatro cámaras, dos por lado.
Blu es un fabricante con bastante renombre en America, dónde lidera el mercado de los dispositivos libres incluso por encima de Apple. También tienen presencia en latinoamérica, especialmente en Brasil, aunque empiezan a entrar en otros mercados y, por ejemplo, lo podemos encontrar en el español, donde patrocina el Valencia C.F. Hoy vamos a descubrir de qué es capaz con el mejor modelo que ha fabricado este 2018.
Blu Vivo X, especificaciones técnicas
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Pantalla |
HD+ (1440 p x 720 p), 268 ppi Corning Gorilla Glass 3 80% superficie panel |
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Procesador |
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RAM |
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Memoria interna |
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Cámaras traseras |
5 megapíxeles f/1.75 f/2.0 Flash LED Modo estéreo/retrato |
Cámara frontal |
8 megapíxeles, 120 grados Flash LED Vídeo 1080p a 30fps |
Conectividad |
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Batería |
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Software |
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Otros |
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Dimensiones y peso |
188 gramos |
Precio |
Un diseño contundente con sensación de peso
El teléfono Blu Vivo X, diseñado en Miami y construido en Hong Kong, es lo más parecido a un muscle car norteamericano. Grande y de aspecto rotundo y macizo, parece cumplir con el lema de la empresa “Bold like us”.
Este alargado teléfono cumple con los estándares de un gama media moderno: sus 18:9 le dan un tamaño de pantalla adecuado para estrechar los marcos que, eso sí, continúan siendo evidentes.
Le sobran marcos. Mentón y frente son especialmente anchos, con los marcos laterales siendo un poco más estrechos, aunque mantienen cierta simetría de proporciones que le da un toque estético agradable. No es este un teléfono de finas líneas, más al contrario: su aspecto es contundente.
Una vez en mano, la primera impresión del Vivo X es que tiene un peso notable. Sus 188 gramos se hacen notar de entrada, quizás exagerándose por la impresión maciza de su diseño, incluso con una cierta sensación de solidez. Su base es ligeramente más ancha que las seis pulgadas de pantalla que monta: su cuerpo se ensancha progresivamente a medida que se aleja del panel.
Es fácil de agarrar con las manos aunque con un diseño tan alargado no es posible llegar a todos los puntos de la pantalla con agilidad. Es el eterno problema consecuencia de estos paneles tan grandes. Es un precio pequeño a pagar para tener tanta superfícies de pantalla: no son teléfonos aptos para manos pequeñas.
De la base se eleva la pantalla, alargada y gruesa, incluso sobresaliendo levemente por encima de su marco, justo antes de empezar a curvarse. Este marco, de plástico y muy fino, se encasta a la perfección en el chasis de metal del cuerpo. Aun así, el diseño logra conseguir el efecto de continuación, no se nota un salto en el material.
Aunque el cuerpo del Blu Vivo X es metálico, incluye dos partes (superior e inferior) de plástico duro. Viene con un color negro metalizado muy sobrio que no logra coincidir en tono: metal y plástico se aprecian levemente de diferente color.
El diseño puede considerarse bonito, aunque es poco arriesgado, tirando a estándar. Su frontal distribuye todos los sensores en la parte superior: las dos cámaras y las notificaciones LED en la izquierda, el altavoz de llamadas en el centro y el sensor de proximidad a la derecha.
La parte trasera del Blu Vivo X es un poco más animada: para empezar, la parte superior incluye la pastilla a la izquierda con las dos cámaras y la luz LED que sobresalen, elevadas y cubiertas con un cristal, todas separadas por la misma distancia y simetría.
De los dos lados de la pastilla, en su mitad, sale una línea que llega de lado a lado del terminal, hasta morir en el nacimiento del cristal de la pantalla. Se trata de un pequeño surco que se repite, igual (aunque sin la interrupción de una pastilla), en la parte inferior de la parte trasera y que separa el chasis central metalizado de los topes hechos de plástico. Por encima de la mitad del cuerpo, el logo de BLU y, un poco más arriba, el lector de huellas, perfectamente integrado.
En el lado derecho del terminal encontramos el botón del volumen, sin partición alguna y de respuesta muy suave y precisa, y, justo debajo, el botón de encendido y apagado, con relieve rugoso. Los dos con tacto agradable, aspecto y sensación robustas.
Al lado izquierdo, la bandeja para las tarjetas y, en la parte inferior, de izquierda a derecha tenemos la conexión Jack, el micrófono, el conector micro USB rodeado de dos tornillos y, a la derecha, el altavoz.
Es posible que este terminal no sea especialmente elegante, porqué tampoco es sutil ni mucho menos fino. Sus bordes redondeados, tanto en el chasis como en los bordes de la pantalla, suavizan esta percepción.
No hay duda de que hay elementos que buscaban romper con una estética demasiado plana y el resultado final es agradable a la vista. Unos buenos acabados, con algunas líneas gruesas y detalles embellecedores. Ahora toca comprobar si su rendimiento sigue esta línea positiva.
| Blu Vivo X |
Nokia 7 plus |
Xiaomi Redmi Note 5 |
HTC U12+ |
Samsung Galaxy A8+ |
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|---|---|---|---|---|---|
| Pantalla |
6,0 pulgadas |
6,0 pulgadas |
5,99 pulgadas |
6,0 pulgadas |
6,0 pulgadas |
| Porcentaje frontal |
75.6% |
77.2% |
77.4% |
80.3% |
75.5% |
| Dimensiones |
160 x 76.8 x 8.2 mm |
158.4 x 75.6 x 8 mm |
158.5 x 75.5 x 8.1 mm |
156.6 x 73.9 x 8.7 mm |
159.9 x 75.7 x 8.3 mm |
| Peso |
188 gramos |
183 gramos |
180 gramos |
188 gramos |
191 gramos |
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Una pantalla que pide más resolución
El panel del Blu Vivo X no llama especialmente la atención. Su superfície, de bordes redondeados, se eleva del chasis del teléfono con 6 pulgadas de diagonal que le dan un aspecto de teléfono bien equipado. Es la pantalla 18:9 mínima que esperamos en un gama media.
La resolución se queda en un HD+, 1.440 x 720 píxeles que se antojan cortos en una pantalla tan grande pero que no suponen ningún drama en una experiencia de uso normal. Solo decepcionará a aquellos que busquen densidades de pantalla más generosas.
Los textos se leen bien, y los vídeos ofrecen una buena calidad, más que suficiente si no lo comparamos con lo que pueden ofrecer otros dispositivos de gama superior.
La calidad del panel es decente, con protección Gorilla Glass 3, aunque sin protector de pantalla se llena muy rápidamente de huellas evidentes que obligan a limpiarla a menudo. Se trata de un LCD que ocupa el 75,6% del cuerpo del teléfono, una proporción que se ve especialmente afectada por los bordes superior e inferior.
El contraste de este terminal es más bien bajo, aunque cuenta con soluciones por software como un balance de blancos en ajustes. El brillo automático no siempre parece funcionar como debería, aunque en brillo máximo ofrece una imagen suficientemente nítida. Sufre en días muy iluminados, por reflejos y falta de nits, pero nunca de forma preocupante.
Rendimiento: fluidez como norma
El Blu Vivo X tiene un rendimiento más que aceptable. Su procesador Helio P25 junto a sus 4GB de memoria RAM le dan unas capacidades que, evidentemente, no le hacen volar y no le convierten en infalible, pero sí que ofrecen una experiencia de uso muy agradable.
Durante el tiempo de prueba nos hemos encontrado con un dispositivo donde la fluidez era la norma y, aunque experimentamos lags de forma puntual, la mayor parte del tiempo respondía como se esperaba.
Hemos ejecutado aplicaciones exigentes que el teléfono ha procesado sin problemas y los casos de cierres inesperados han sido casi anecdóticos. Llevar el teléfono al límite, con juegos exigentes, solo ha comportado algunas bajadas de frames por segundo.
El lag ha sido más evidente en juegos de alto nivel como PUBG Online, dónde se ha experimentado algún momento de lag aunque el juego se había establecido en el modo más bajo de calidad gráfica una vez se habían detectado sus características técnicas.
El propio sistema cuenta con diferentes herramientas para liberar memoria. Al abrir la multitarea veremos un aviso que nos indica la cantidad de memoria ocupada en los procesos abiertos. Para liberar la memoria de los que están en segundo plano, basta con tocar una vez en el botón.
Si mantenemos pulsado en el botón para liberar memoria, accederemos a su menú de configuración para, por ejemplo, mantener algunas aplicaciones en la lista blanca para que siempre estén activas aunque toquemos para cerrar el resto, o limpiar los procesos una vez apagada la pantalla.
En general, los momentos en los que me he encontrado con problemas de velocidad han sido esporádicos y teniendo en cuenta su condición de gama media y su precio, me considero muy satisfecho con el rendimiento que presenta el Blu Vivo X. Usarlo ha sido agradable.
Procesador | ||||
|---|---|---|---|---|
RAM | ||||
AnTuTu | ||||
Geekbench (mono/multi) |
En general podemos asegurar que, aunque este no es un teléfono especialmente potente, para la gran mayoría de operaciones a las que dedicaremos su uso habitual, el Blu Vivo X va más que sobrado en prestaciones y en la ejecución de apps. Su condición de gama media premium le avala: el teléfono rinde a un buen nivel.
Autonomía para llegar a olvidarte de cargar
Llegamos a uno de los puntos con los que el Blu Vivo X cumple de forma más satisfactoria: la autonomía. La batería de este teléfono cuenta con 4.010 mAh que suponen una gran parte de la sensación de peso que ofrece el terminal en mano.
Una carga completa dura sobradamente todo el día y gran parte del siguiente con facilidad, incluso con un uso intenso. Aplicaciones, llamadas, cámara, mensajes, WiFi, datos… puede estar horas y horas proveyendo de la energía necesaria.
Con el Vivo X recuperé una sensación que no tenía desde hace mucho tiempo: la de olvidarme de cargar un teléfono. Viendo que llegaba de manera sobrada al final del día, en más de una ocasión me daba cuenta de que me había despreocupado tanto que acababa por no pensar en cargarlo. Normalmente, sin consecuencias: la batería continuaba con energía suficiente para llegar a tiempo de empezar a cargarlo antes de que se apagase.
Por si esto no fuera suficiente, la gestión de la batería por software puede alargar su autonomía mucho más. Por un lado cuenta con un modo Ahorro Energía que incluye una lista de características que reduce el consumo por hora del sistema y apaga determinadas conexiones (bluetooth, GPS…), entre otras opciones, y un segundo modo que aún va un paso más allá: el modo Extremo.
El Modo Extremo deja el Blu Vivo X en condiciones de supervivencia límite. Una vez iniciado, apaga todas las aplicaciones y conexiones menos las cuatro que puedes seleccionar para mantener activas. La interfaz se vuelve completamente oscura con el llamado Escritorio Reducido que solo ofrece acceso a unas pocas opciones.
Puedes configurarlo para ser más o menos agresivo (permitir los datos móviles, por ejemplo), pero solo funcionan las herramientas más esenciales para llevar la autonomía un paso más allá. Además, se trata de una función perfecta para esos momentos de concentración completa en los que quieres evitar cualquier distracción.
El cargador se calienta bastante durante la carga, así como el cuerpo del teléfono. En principio no debería ser preocupante, aunque la carga es más veloz de lo que podría esperarse de un teléfono de gama media y se nota cómo su potente salida de 5V a 2.000mA pone a prueba los materiales.
Cuenta con carga rápida y, al final, esto se traduce en una batería que se carga al 15% de su capacidad en sus primeros 20 minutos. En media hora ya ha superado un cuarto de los 4.010 mAh y en una hora está por encima de la mitad. La carga completa llega al cabo de poco menos de dos horas.
Android 7.0 Nougat y muchas sorpresas
Ya estamos a mediados de 2018 y ver un teléfono que se presenta con Android 7.0 Nougat es un poco chocante. El sistema llega moderadamente limpio en el Blu Vivo X, aunque con algunas aplicaciones preinstaladas.
Uno de los aspectos más chocantes de la capa de personalización de Blu es este sistema dual de Ajustes. Por un lado tenemos los ajustes más o menos en su vista tradicional y, en una pestaña distinta, tenemos una especie de atajos a funciones que parecen bastante aleatorias: sus aplicaciones especiales.
Dan acceso a opciones de la cámara, como el Efecto Bokeh o el Modo Belleza Plus, así como el Álbum de Selfies, pero también a la Batería, Sensor de huella, función de pantalla partida, el clonador de aplicaciones y un sistema de audio personalizado MaxxAudio para un sonido más limpio.
Uno de los primeros pasos a los que te somete el terminal cuando lo estrenas es el de instalar las aplicaciones que desees de entre la lista que se te ofrece. Muchos acuerdos con muchas desarrolladoras diferentes en un paso farragoso que, sin embargo, puede llegar a ser útil para empezar con unas cuantas apps instaladas.
Luego, hay aplicaciones y procesos eternamente abiertos, como BLU Rewards, y el dispositivo insiste demasiado a menudo en que deberíamos activar su garantía. Entre las aplicaciones que son propias de Blu, la empresa americana incluye también Blu Help, Brújula, NextRadio y Blu Appcloud.
El panel de control del Blu Vivo X es muy útil. En una primera vista, deslizando desde abajo de la pantalla, aparecen las opciones de control más habituales: brillo, bluetooth, linterna, modo ahorro de batería, ubicación, sonido... El espacio y su distribución son totalmente personalizables.
Se trata de una personalización bastante radical respecto a Android stock, claramente inspirada en el panel de control que encontramos en los dispositivos con iOS, ya que lleva la mayoría de herramientas a la parte inferior, cuando en cualquier dispositivo con el sistema de Google las desplegaríamos desde arriba. Siendo así, es verdad que también podrían haber adoptado el control de volumen y la navegación de medios que estemos reproduciendo en ese momento.
Si tocamos en el botón "Editar", veremos aparecer todas las opciones que podemos colocar ahí donde prefiramos. Una de sus mejores funciones es la de Súper Capturas, que permite hacer capturas de pantalla de hasta tres modos distintos: normales, longitudinales (con un resultado muy bueno, aunque no perfecto, para capturar hilos de Twitter, por ejemplo) y capturas parciales, totalmente libres en proporción y tamaño.
En las notificaciones, si tocamos en la alerta sobre la captura que acabemos de realizar, es posible darle a Anotar y empezar a llenar la captura de garabatos, texto, flechas y todo lo necesario para compartir información importante a través de cuaqluier servicio de comunicación. Perfecto para tutoriales e instrucciones.
El lector de huellas del Blu Vivo X se encuentra en la parte posterior, en una posición muy cómoda para colocar el dedo de forma natural. Estoy gratamente satisfecho con su rendimiento, tanto que su uso me ha pasado prácticamente inadvertido, lo cual es la mejor de las señales.
No recuerdo haber experimentado ningún problema destacable, ni tan siquiera tener que repetir el acceso por tener humedad en los dedos. Tanto la huella izquierda como la derecha han desbloqueado siempre el terminal con fluidez, precisión y rápidez. Un diez.
Además, usar la huella dactilar en el explorador de archivos o en la Galería abre un álbum privado de archivos que de otro modo pasa desapercibido. Los archivos que hayamos cifrado aparecerán en esa carpeta.
El sistema también cuenta con accesos más tradicionales e, incluso, Smart Lock del que destaca la posibilidad de activar el Face Unlock. Teniendo en cuenta que el sistema solo depende de la calidad de las cámaras pero que le hemos ayudado con varias muestras de la cara, ha quedado probado que su doble sensor es muy eficaz en el reconocimiento facial, incluso con poca luz.
Cámara: duplicidad de lentes por partida doble
El sistema de cámaras es una de las características más destacables del Blu Vivo X. Cuenta con doble lente en los dos lados, con una apuesta más ambiciosa en los sensores delanteros. Pero vayamos por partes.
El doble sensor delantero cuenta con 13 megapíxeles en uno y 5 megapíxeles en el otro. Cómo habíamos visto anteriormente, la cámara viene integrada en una pastilla y se acompaña de flash LED. La apertura es de f/2.0. No es mucha resolución y se nota, aunque también es destacable que las fotos que saca tienden a ser pobres en color.
El motivo del segundo sensor trasero es el poder ofrecer más profundidad de campo en las imágenes tomadas, jugando también con el efecto bokeh que junta la información física que le proporciona la diferencia entre las dos cámaras con un procesado por software que, aunque no es perfecto, si se usa con calma puede ofrecer resultados estéticamente espectaculares.
Si no se enfoca con paciencia, eso sí, los resultados no son tan bonitos. La cantidad de difuminado puede graduarse con la ayuda de un slider que controla el efecto bokeh y que se encuentra en el centro de la parte superior, un lugar destacado del conjunto, además de contar con un atajo propio en Ajustes, tal como hemos indicado antes.
Si el sistema de fotografía dual ya es un buen plus, la aplicación de la cámara aún refuerza más la calidad general de las imágenes. Cuenta con muchos modos de fotografía y todos funcionan con resultados aceptables, incluso buenos.
En la fotografía normal puedes hacer capturas en modo espejo, escoger un tamaño de fotografía antes de disparar, decidir el modo de captura, retocar el bokeh, añadir filtros o ayudarse de guías para ajustar la proporción.
La cámara cuenta también con un modo Profesional, un espacio donde retocar manualmente el balance de blancos, la sensibilidad ISO, el enfoque y la velocidad de obturación: todo un regalo para aquellos que tengan las mínimas nociones de fotografía.
Los modos incluyen las Panorámicas, con resultados bastante buenos en la mayoría de casos; el Modo Belleza, Time lapse, Slow Motion, GIF, PicNote, Scan, Polaroid (ejemplo a la derecha de la imagen de arriba) y Traducción, esta última siendo una herramienta muy interesante que funciona con rapidez y bastante precisión, en varios idiomas.
El modo Contraluz en teoría es una especie de HDR vitaminado que, en la práctica no aporta mucha diferencia. Es cierto que con este modo la imagen se vuelve un poco más equilibrada y recuperamos los detalles de las caras y objetos fotografíados, pero nada que llegue a sorprender.
La navegación entre los diferentes modos fotográficos es un poco caótica, apareciendo alguno repetido en diferentes puntos de acceso, además de experimentar ligeros problemas de lag que hacen que cambiar de modo sea un poco molesto, por lento.
El Blu Vivo X ha decidido poner el acento en su sistema de sensores frontal, orientándose claramente a las selfies. Con este objetivo claro, las fotografías tomadas con la cámara frontal ganan en resolución. Se trata de 20 megapíxeles del sensor principal, acompañados de 8 megapíxeles en el secundario, los dos con apertura f/2.0.
Dónde destacan especialmente la cámara frontal es en sus modos especializados. Para empezar, el segundo sensor de 8 megapíxeles viene con una lente gran angular de 120 grados. Cuando se activa desde la aplicación cámara, el símbolo de mayor ángulo aparece entre las opciones, con unos resultados muy satisfactorios y mucha más luz.
Otra de las posibilidades exclusivas del sensor frontal es la de usar el modo selfie de grupo con un método muy parecido al de las fotografías panorámicas: la imagen requiere un procesado. Primero tomamos la imagen del centro y luego rotamos el teléfono a la derecha y a la izquierda, con el visor informándonos cuando se ha completado la captura de cada lado.
Al igual que la mayoría de fotografías panorámicas, hay muchas cosas que pueden salir mal durante el proceso. Eso sí, si los protagonistas de la fotografía se quedan suficientemente quietos, el resultado puede ser que todo el mundo entre en la foto sin cortes en la imagen.
Por último, el modo Belleza viene también con muchas opciones interesantes. Las correcciones que aplica son a cuatro niveles, y a todos se les puede establecer la intensidad. Por un lado, la suavidad de la piel puede quedar matizada y consigue acabar con arrugas, manchas e incluso vello facial.
El tono de piel también puede blanquearse, si es que alguien encuentra el sentido estético en ello. La aplicación también permite estilizar las facciones, estirando el mentón y comprimiendo las mejillas. Por útltimo, existe una opción para agrandarse los ojos. Si se aplican estos retoques con moderación, los resultados pueden ser perfectos.
Ver galería completa » Blu Vivo fotografías (26 fotos)
Blu Vivo X, opinión y nota de Xataka Android
BLU, Bold Like Us, han demostrado ser valientes con la apuesta en la construcción de este modelo. En general podemos concluir que supera los estándares esperados en un teléfono gama media con nota y se gana ese apelativo de gama media premium.
El dispositivo luce bien, con un diseño contundente (bold) sin extravagancias pero sin tampoco caer en la ordinariez. Los materiales son sólidos, la pantalla se ve resistente y hay mucha superfície de la que disfrutar.
Es verdad que echamos de menos un poco más de resolución, pero en el día a día este es un teléfono excelente. Tanto el lector de huellas como el Face Unlock del SmartLock de Android funcionan con sobriedad.
El rendimiento, suave y con pocos saltos por cierres fortuitos o lags, completa la experiencia satisfactoria en un terminal que tiene autonomía para llegar al día y medio con facilidad, y sin dietas digitales que valgan: usalo el tiempo que quieras, que aguanta.
Las cámaras cuentan con un bonito efecto bokeh en los dos lados y sus capacidades se multiplican con una aplicación de cámara que permite una experiencia casi manual con ellas. Muchos modos útiles y con sentido, con una lista de opciones de configuración para dar más profundidad a los efectos que consiguen.
No es fácil montar un procesador y un panel algo modestos, todo con Android 7, y aún así dar esa sensación de teléfono completo. El Blu Vivo X se encuentra por encima de la media de su gama y, además, lo hace dando imagen de confianza.
7.9
A favor
- Buenas funciones extras
- Doble cámara trasera y delantera
- Batería de 4.010 mAh con carga rápida
- Muy buen lector de huellas
En contra
- Android 7.0 Nougat
- Cámara trasera modesta
- Insistente con sus productos
- Poca definición de pantalla
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