ASUS no es ninguna desconocida, todos sabemos de ella y los productos que hacen. Sin embargo, es cierto que no todas las facetas del fabricante taiwanés brillan tanto. En Europa les conocemos por sus ordenadores y algún que otro tablet Android. Sin embargo, también hacen teléfonos móviles. Hemos hablado de ellos, pero su repercusión posterior ha sido muy discreta.
2015 será un año clave para ASUS en este sentido. Tras lanzar su Zenfone original en varios mercados emergentes, ahora por fin se toma en serio Europa y nos traerá dentro de poco su segunda generación de teléfonos. Sí, los que conocimos en Las Vegas. Conocemos a la compañía pero esta faceta nos es algo extraña. ¿Tienen papeletas para hacerse un hueco? ¿Les servirá toda la buena reputación que han construido alrededor de otras categorías de producto?
De Transformer a Zen
ASUS fue uno de los primeros fabricantes comprometidos con Android. De hecho, en su día fueron punteros en tablets con Honeycomb y posteriormente con Ice Cream Sandwich. Trajeron ideas nuevas con los Transformers pero la propuesta no terminó de cuajar, en parte porque la plataforma no estaba todavía preparada para un dispositivo de estas características.
En ese esfuerzo creativo, ASUS se atrevió con el Padfone, que no con el Fonepad. Un dispositivo que hacía las veces de móviles pero también se podía meter en un tablet dummy para funcionar con una pantalla más grande. Un tres en uno bastante radical que, de nuevo, no terminó de cuajar. La propuesta era buena pero su discreta presencia y el precio no ayudaron a que triunfara.
Años más tarde abandonaron era filosofía de forma parcial. Se centraron en dispositivos para un único uso y reservaron sus innovaciones de dos en uno e híbridos para Windows. En Android lanzaron unos cuantos tablets pero, una vez más, pasando de puntillas por nuestro mercado. Su último gran anuncio fue en el CES de 2014 donde retomaron el mercado de los móviles con una propuesta más concreta y madura: Zenfone.
Tuvimos oportunidad de probarlo en Las Vegas y nos gustó, mucho además. Un dispositivo con buenas prestaciones, precio modesto y con una capa de personalización muy atractiva. Sin embargo, el tiempo pasaba y Zenfone comenzaba a llegar a Taiwán en mayo. Meses más tarde saltó a la India y posteriormente a algunos países del sudeste asiático. Consiguió buenas cifras, sus diez millones de dispositivos vendidos son indiscutibles. Especialmente si tenemos en cuenta que no era un lanzamiento internacional.
A finales de año llegó a España sin hacer mucho ruido. Apareció en algunas tiendas online pero poco se supo de él. La marca no lo apoyó debidamente y se quedo ahí, sin más. Cuando ASUS presentó la segunda generación de Zenfone las sensaciones fueron las mismas que en 2014: buen hardware, propuesta sólida pero ¿qué va a pasar con Europa? Dicho y hecho: antes de verano lo veremos por aquí.
Esta semana ASUS ha celebrado un evento para presentar en sociedad el Zenfone 2. No enseñaron nada nuevo pero el mensaje era claro: queremos entrar a Europa. Lo hacen de forma agresiva porque los precios de las tres configuraciones de los terminales son muy competitivos: 2GB de RAM y 8 de almacenamiento por 179 euros, 2GB de RAM y 16 de almacenamiento por 249 y 4GB de RAM y 16 de capacidad por 349 euros.
Por el camino se queda el modelo Zoom, no hay confirmaciones oficiales pero todo apunta a que está sufriendo algunas revisiones técnicas para que la cámara esté a la altura de lo que prometieron cuando lo enseñaron en Las Vegas.
Un gama media... con Intel
Zenfone 2 entra por precio y especificaciones en los cánones de la gama media pero nos deja algunas dudas como el rendimiento de Intel Atom. Acostumbrados a chips de Qualcomm y Mediatek, queda por ver si son capaces ofrecer un buen rendimiento. Los datos y los benchmark sintéticos están muy bien pero queda por ver el día a día con ellos.
La cámara también genera algunas cuestiones. Ellos han promocionado mucho su tecnología PixelMaster y las pruebas que ellos enseñan parecen convincentes. Sin embargo, tocará comparar y ver si lo que ofrecen es algo diferente y de verdad tan bueno como nos quieren hacer creer. No han dado apenas datos técnicos sobre el sensor y en un nicho donde Sony tiene un peso tan grande es fácil ser escéptico.
En el diseño la apuesta es un poco más difusa: en renders se ve bien pero los márgenes son algo anchos y los botones traseros, marca LG, deben ser igual de cómodos que los de los coreanos para justificar su posición. Samsung y Sony están apostando fuerte por el factor forma este año, no es un factor clave pero es obvio que un móvil al final entra por los ojos también.
Su principal baza, y la que más están usando, son los 4GB de RAM en el modelo más alto. Según ASUS, 3GB no son suficientes para mover Lollipop con soltura y creen que ese giga adicional será perfecto para liberar la memoria, ofrecer mejor multitarea y no tener al sistema matando procesos constantemente para hacer espacio. De momento, son uno de los primeros en lanzar un móvil con tanta RAM al mercado.
Otro punto clave será la capa de software Zen UI. Elementos más planos, prioridad a la información… Las líneas de diseño son parecidas a las de Material Design pero con un itinerario diferente. Su principal obstáculo: que lo carguen con demasiado software que en el día a día del usuario solo aporta tener espacio ocupado en la memoria del teléfono.
Veremos si funciona su propuesta. El terminal es prometedor pero tendrán que hacerse notar ante un mercado cada vez más saturado de terminales y donde la diferenciación es cada vez más sutil. De momento entrarán directamente al mercado de terminales libres sin acuerdos con las operadoras. En otras categorías ya tienen buena reputación pero queda por ver si logran canalizar esa imagen a móviles y que los Zenfone se hagan un hueco y nos volvamos a acordar de ellos.
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