Android 12 no está presente en prácticamente ningún teléfono, salvando los Pixel de Google y algún que otro gama alta. Pese a ello, ya tenemos la primera Developer Preview de Android 13, siendo la primera vez que Google lanza una versión con tan poca distancia entre la anterior. ¿Era necesario lanzar una versión tan pronto, en lugar de centrarse en mejorar la actual?
Hemos querido abrir el debate sobre la necesidad de lanzar una versión de sistema operativo al año, algo de lo que tampoco se libra iOS. El sistema operativo de los iPhone y iPad también tiene una larga historia de versión que rompe cosas-versión que arregla cosas bastante interesante, aunque la tasa de penetración es mucho más alta.
Hay apps que ni siquiera funcionan en Android 12, pero ya tenemos Android 13
Hace tiempo que Google dejó de actualizar mensualmente la tasa de distribución de versiones de Android. No obstante, los últimos datos son de noviembre de 2021, así que no ha pasado tanto tiempo desde el último registro.
Los datos son duros: poco más de un 24% de dispositivos Android tenían una distribución acumulativa de Android 11. En otras palabras, casi el 80 de los teléfonos Android estaban desactualizados, tomando como base los datos de Android 11, que ni siquiera es la última versión.
Android 12, versión que no tiene aún siquiera seis meses de vida está presente en teléfonos que se cuentan con los dedos de dos manos, pero ya tenemos Android 13, versión sobre la que los desarrolladores tienen que empezar a trabajar para tener sus apps funcionando con la nueva ROM. A día de hoy, hay apps que ni siquiera funcionan bien en Android 12, y esos desarrolladores tendrán que adaptarlas desde ya a la última versión.
La fragmentación es uno de los principales problemas de Android, algo a lo que no ayuda que tengamos una nueva versión año tras año. El ciclo habitual, con suerte, suele ser de dos años de actualizaciones, salvo algunos fabricantes que ofrecen tres y el caso excepcional de Samsung, que ofrece cuatro años de actualizaciones de sistema y cinco de parches de seguridad.
Por la propia naturaleza "abierta" de Android, la fragmentación siempre va a estar ahí, pero quizás rebajar el ritmo de actualizaciones ayudaría a asentar las versiones actuales y dar tiempo a los fabricantes a que las vayan adoptando, sin necesidad de pensar constantemente en actualizar a la nueva. Algo parecido (aunque no tan radical, quizás) a lo que vemos con sistemas como Windows 10, con ciclos de vida más largos y actualizaciones orientadas a mejorar la misma versión.
Los iPhone se actualizan más, pero tampoco vendría mal bajar el ritmo
En el caso de iOS el panorama es bastante distinto. Actualmente la tasa de adopción de iOS 15 supera el 70%. Es decir, tan solo 3 de cada 10 iPhone no está actualizado, todo esto teniendo en cuenta que la adopción de iOS 15 está siendo más lenta.
No obstante, la historia de iOS es la de versiones que rompen cosas y versiones que arreglan cosas, así que tampoco vendría mal ir puliendo aquellas versiones que acaban estando bastante pulidas. No han sido pocas las generaciones en las que Apple ha tenido que lanzar una versión "centrada en la estabilidad" ya que, al cargar de novedades la nueva versión, la han hecho menos estable.
Es el caso de iOS 9, iOS 12 e iOS 14, sin ir más lejos, versiones centradas en mejorar el rendimiento e inestabilidad perdida respecto sus predecesoras. Rebajar el ritmo ayudaría en estabilidad, con el pequeño tributo de perder algunas novedades que, en la mayoría de casos, son menores.
La tecnología evoluciona año tras año, y renovar el sistema operativo se ha convertido en una tradición que acompaña a la propia evolución del hardware. Abrimos el debate sobre si conviene o no reducir una marcha, dejar reposar las versiones un poco más y que su ciclo de vida se base en pulirlas hasta que sean del todo estables, y pensar con más paciencia en incluir novedades.
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