En el pasado MWC de Barcelona HTC presentó uno de sus nuevos terminales para el 2011: el HTC Desire S. Un móvil que se une a la familia Desire y que llegó a nuestro país hace un par de semanas libre y también subvencionado con Vodafone.
Ahora nos toca analizarlo en profundidad. Un terminal que por dentro apenas ha variado respecto a su antecesor, el Desire original. En esta primera entrega del análisis hablaremos del acabado y del hardware. Hecha esta pequeña introducción, empecemos.
HTC Desire S por fuera, buen acabado y equilibrado
A simple vista, antes de cogerlo, nos encontramos con un terminal con un tamaño similar a otros smartphones con pantalla de 3,7 pulgadas como por ejemplo el Nexus One. Para ser más exactos: 115×59,8×11,63 mm, nada en especial. Ni muy ancho ni muy fino.
Tras verlo lo cogemos y notamos que el terminal se nota ligero pero, de nuevo, nada en especial. Los 130 gramos de peso apenas se notan pero no es un terminal especialmente liviano como por ejemplo el LG Optimus Black. Correcto pero discreto.
Ahora sí nos encontramos con la primera nota que marca la diferencia: el acabado. HTC ha decidido apostar por un cuerpo de aluminio similar al que ya en su día llevó el HTC Legend. Además del aluminio nos encontramos algunos detalles en plástico rugoso que resultan muy suaves al tacto. Un buen trabajo por parte de HTC.
Además de tener un acabado bonito el HTC Desire S es un terminal muy cómodo de coger gracias a una curva situada estratégicamente en la parte inferior del teléfono. En esta ocasión HTC ha decidido no incluir un trackball como ya hizo en su día en el HTC Legend, el Desire y el Nexus One.
Seguimos con el acabado, HTC Desire S ha salido en España en dos colores. Por un lado en azul cobalto (el que nosotros hemos analizado) y en negro. Personalmente, tras ver los dos modelos, me quedo con el azul cobalto ya que el color destaca un poco más pero sin perder elegancia.
Los botones físicos, encendido y volumen, son de plástico con un acabado cromado en consonancia con el diseño del cuerpo del teléfono. En los quince días que he estado probando el terminal no he notado ningún tipo de problema que sí tienen otros terminales hechos por HTC como el Nexus One. Los botones táctiles también responden a la perfección.
La nota negativa del diseño del terminal se lo lleva la colocación del puerto USB. A diferencia de otros terminales que generalmente lo colocan en la parte inferior en el HTC Desire S está colocado en el lateral izquierdo a media altura. Personalmente creo que habría estado mejor colocado en otro sitio como el ya mencionado.
El hardware del HTC Desire S, pocos cambios
Hablemos ahora del interior del HTC Desire S. En cuanto al procesador han decidido apostar de nuevo por un chip de 1GHz. Más concretamente por un Qualcomm MSM8255 SnapDragon y una GPU Adreno 205. Un hardware que cumple perfectamente su cometido pero que no supone un cambio significativo.
En el test de potencia gráfica de Quadrant los resultados que da no son especialmente buenos: unos 1.100 puntos. Aún así: como veremos en la segunda parte del análisis, funciona perfectamente y apenas se notan tirones en el uso cotidiano ni en la reproducción de contenidos multimedia.
En cuanto a la RAM destacan sus 768MB, una cantidad nada desdeñable que nos permite tener bastantes aplicaciones abiertas a la vez sin necesidad de ir volcando automáticamente la memoria para liberar espacio. En este apartado HTC ha sido bastante generosa.
La pantalla de 3,7 pulgadas y tecnología SLCD nos da unos tonos correctos pero que distan un poco en calidad de las grandes tecnologías como la Super AMOLED Plus o Nova Display. Aún así cumple perfectamente su cometido, especialmente en la visibilidad.
En comparación con un Nexus One la visibilidad a plena luz del día es bastante mejor y nos permite ver la pantalla sin problemas y sin necesidad de estar aumentando el brillo. La resolución es la estándar: 480×800 píxeles por lo que a la hora de ver imágenes y leer textos ofrece un rendimiento casi idénticos al resto de dispositivos de 3,7 pulgadas.
La batería tiene una potencia de 1.450 mAh, suficiente para un día normal si solemos llevar el tráfico de datos activo desde la mañana a la noche. Si usamos el terminal con cierta frecuencia notaremos como, además de calentarse notablemente, el porcentaje baja bastante más rápido.
Una de las notas positivas del hardware es la memoria. Por un lado tenemos 1,1GB de memoria interna que podemos ampliar hasta con 32Gb a través de una tarjeta MicroSD. Personalmente este aspecto me parece muy importante por todas las aplicaciones que ocupan mucho y no podemos instalar en la memoria externa.
El HTC Desire S cuenta con dos cámaras. Una trasera de 5 megapíxeles con autofoco, flash LED y la posibilidad de grabar vídeo a 720p. En el otro lado tenemos una delantera VGA ideal para videoconferencias. En la segunda parte hablaremos de este apartado en profundidad y veremos qué tal se comporta.
Para acabar con la parte del hardware os dejamos con la ficha oficial del producto para que veáis todos los detalles:
Conclusiones de esta primera parte
Y con esto termina la primera parte del análisis donde hemos visto el acabado del teléfono y el hardware. Las sensaciones que nos ha dejado en este apartado han sido buenas pero no nos han llegado a sorprender. Respecto al Desire original apenas se han introducido cambios.
A su favor decir que el cuerpo de aluminio es todo un acierto así como la introducción de la cámara frontal para videoconferencia y autorretratos. En contra la colocación del USB me parece un tanto desacertada y el hardware, aunque cumple perfectamente, no le ayuda a ofrecer un valor añadido que le permita distinguirse respecto a sus competidores.
En la segunda parte del análisis hablaremos del software, del rendimiento del teléfono y veremos qué tal funcionan las dos cámaras. En una tercera y última parte haremos una conclusión final, hablaremos de sus precios y lo pondremos en comparativa con otros terminales similares.