Hace ya más de una semana que Samsung confirmaba el problema con las baterías de su Galaxy Note 7, aclamado por los analistas del sector como el mejor smartphone del mercado -o al sí el mejor que Samsung había fabricado hasta ahora-, llamando a revisión todas las unidades distribuidas y deteniendo las ventas del dispositivo a nivel global.
Un problema detectado pero mayúsculo, que costará a Samsung alrededor de 1.000 millones de dólares, y que tendrá que solucionarse con los dispositivos ya en las estanterías y en las manos de sus primeros compradores, que tendrán que devolver sus smartphones a la espera de una unidad con la "S de Safe".
Con la FAA prohibiendo su uso en aviones y el gobierno estadounidense solicitando con Samsung que el terminal deje de usarse por seguridad, toca ahora analizar la situación de un mercado que todavía no había vivido un 'recall' de esta magnitud y que se está mostrando bastante inmaduro ante una situación de riesgo real.
La confusión inicial y las posturas oficiales
Con todos los honores, Samsung iniciaba las ventas de su mejor teléfono esperando cifras récord, pero pronto el lanzamiento se tornó en pesadilla cuando las unidades de varios usuarios ardieron sin explicación. Mientras Samsung estudiaba el problema se sucieron las reclamaciones, y hemos llegado a ver incluso incendios de coches causados por un Note 7 que explotó en su interior, o a un niño que se quemó las manos utilizando una de las unidades defectuosas del terminal.
Muchos problemas y mucha confusión, hasta que Samsung confirmó en un comunicado que efectivamente llamaba a revisión todas las unidades distribuidas del Galaxy Note 7 por un problema con sus baterías, fabricadas por Samsung SDI, deteniendo además la venta del terminal a nivel global.
Abierto el plazo para las devoluciones hemos tenido que esperar algunos días y un par de explosiones más para que las autoridades tomasen cartas en el asunto, con la FAA prohibiendo su uso en aviones y la Comisión para la Seguridad de los Productos de Consumo de los Estados Unidos emitiendo un comunicado para solicitar a los usuarios que dejen de usar y cargar el dispositivo por riesgos que pueden afectar a la salud e integridad de las personas.
Se habla incluso de un 'recall' de la propio CSPC norteamericana, aunque en este caso hablamos sólo del mercado estadounidense, sin haberse producido más posturas al respecto por parte de otros gobiernos o entidades, a pesar del riesgo.
Reacciones tardías y usuarios reacios...
Probablemente, las reacciones oficiales siempre llegan demasiado tarde. En este caso no hemos tenido que ver tragedia personal alguna, pero sí casos de extrema gravedad. Pero... ¿tiene el usuario alguna culpa en este caso?
Pues oiga, no, al menos no en un principio. El usuario ha pagado casi 900 euros por un dispositivo que finalmente no viene en buen estado, le llaman para que no lo utilice y pase a devolverlo, y hasta aquí todo problema que surja con él no es responsabilidad sino del fabricante.
Sin embargo, muchos usuarios han decidido seguir usando un smartphone potencialmente peligroso, y se han dado casos de algunos que se han negado a cambiar sus unidades si no les entregaban otra en el mismo instante. Aquí ya entra la responsabilidad de cada uno, pues no hay unidad u otra que pueda estar afectada, es totalmente aleatorio.
El Galaxy Note 7 despierta interés y parece que todos los distribuidores están recibiendo más peticiones de cambio que de devolución del dinero, aunque no es de recibo que muchos se nieguen a devolverlo y continúen usando un smartphone que puede explotar o arder sin previo aviso.
Además, muchos centros comerciales y puntos de venta siguen manteniendo las unidades de demostración del Galaxy Note 7 en los mostradores, y la mayoría de medios y analistas hacía semanas que probaban las unidades de review que Samsung había enviado, afortunadamente sin incidencias tanto en un caso como en otro.
Así está la situación en España
Lo cierto es que nuestro país no había recibido de momento al Galaxy Note 7 de forma oficial, así que las unidades distribuidas en España son pocas. Samsung ha solicitado ya su devolución para proceder al cambio por una unidad segura, y no hemos tenido constancia de ningún problema o incendio hasta la fecha de ningún Note 7 "español".
No tenemos postura oficial de ningún organismo, aunque tampoco hemos visto que haya sido necesario al no haberse iniciado la venta del terminal de forma masiva.
Samsung ha procedido rápidamente a la retirada de las unidades de review, y aunque en Xataka habíamos tenido tiempo a publicar nuestro análisis, lo cierto es que el Galaxy Note 7 que Samsung nos había prestado ya ha sido devuelto.
Donde no hay demasiada información ni control es en puntos de venta, hace unos días yo mismo toqué durante unos 10 minutos un Galaxy Note 7 en una gran superficie, donde un enorme stand informativo permitía probar varias unidades del terminal. Preguntando a los comerciales, nadie confirmaba ni desmentía el problema, tan sólo que "no tenían unidades para entregar a los clientes todavía".
Quizás el primer problema masivo y realmente peligroso con un smartphone haya permitido que veamos la reacción de un mercado que todavía no había sufrido este tipo de 'recalls' que tanto se han visto en automóviles, y lo mejor de todo es que no haya que lamentar daños personales.
Quedan cosas por aprender, y esperemos que, aunque le va a costar caro, Samsung pueda subsanar la situación y que los usuarios recuperen su dinero o una unidad del terminal sin problemas a la mayor brevedad posible.
En Xataka | Samsung y la CPSC piden a los usuarios que dejen de usar inmediatamente el Galaxy Note 7 En Xataka Android | Samsung responde: ¿qué hacer si has comprado un Galaxy Note 7 en España?
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