2013 no ha sido un buen año para HTC, lo ha reconocido en una entrevista concedida a Bloomberg la propia Cher Wang, presidenta de la compañía taiwanesa, que aunque parezca increíble encara este 2014 de forma "positiva y optimista".
Todavía no conocemos datos financieros del último trimestre, pero se prevén negativos como ya sucedió en los anteriores, y de hecho, HTC perdió más de un 50% de valor en bolsa durante el año pasado.
Wang admitía errores en la gestión de la compañía, dejando entrever que nunca supieron cómo vender bien sus dispositivos: "nunca pensamos que el márketing fuera tan importante". Ya se mostró preocupación durante 2013 por este aspecto, y aunque no ha indicado cómo, sí ha dicho que intentarán ponerle una solución.
Sin embargo, desde HTC afirman que sus nuevos productos son ilusionantes, y que la innovación tanto en los dispositivos móviles como en el wearable computing les dará buenos resultados en el futuro.
Concepto de Hasan Kaymak
Un nuevo smartphone estrella y un reloj inteligente para dar el golpe
Las tablas de salvación de HTC pasan, una vez más, por un smartphone de gama alta que logre convencer a los usuarios. Y para esto no sólo hace falta fabricar un buen dispositivo, ya vimos la HTC One y sus buenas críticas, sino que también hay que saber venderlo: controlar las fechas de lanzamiento, la logística, el precio, el soporte postventa y las actualizaciones - lastradas siempre en HTC por su intrusiva interfaz Sense -.
A este terminal ya lo hemos ido viendo en filtraciones, pues no es otro que el HTC M8 del que se ha venido hablando las últimas semanas, y que presumiblemente verá la luz en el próximo Mobile World Congress al mismo tiempo que las propuestas del resto de fabricantes.
Además, el otro clavo al que agarrarse está en los dispositivos vestibles, esa gama de gadgets que arracaron erráticos en varios intentos de reloj inteligente, donde hasta el momento sólo Pebble ha conseguido arrancar con una propuesta bastante sencilla, pero que han elegido 2014 para su desembarco masivo en el mercado.
Wang ha afirmado que llevan tres años desarrollando este misterioso dispositivo, esperando a que el mercado madurase, y aunque es una especulación, es fácil imaginarse un HTC SmartWatch. La propia Wang nombra luego a los relojes inteligentes, indicando que la mayor preocupación se ha centrado en la autonomía y en la iluminación de las pantallas LCD.
HTC no es un fabricante más, quizás por eso sintamos algo diferente cuando tratamos los problemas de una compañía que todavía su camino tras varios años dando palos de ciego en un mercado que, curiosamente, iniciaron ellos en los tiempos de Windows Mobile y sus Qtek.
Estaremos atentos a lo que puedan enseñarnos en el próximo Mobile World Congress, y luego será tiempo de analizar si HTC ha encontrado por fin su rumbo en 2014.
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