La guerra de patentes es ese argumento socorrido que usamos para atacar las malas prácticas de las empresas, aunque muchas veces lo tenemos que hacer con mucha razón por delante. Microsoft es el máximo exponente de ello, consiguiendo que el 70% de los terminales que portan Android en su interior les reporte algún beneficio a modo de colchón por las paupérrimas ventas de Windows Phone.
Pues si creíamos que Microsoft no podía caer más bajo, se han aprovechado esta vez de dos pequeños fabricantes que no pueden defenderse judicialmente. Las empresas son Aluratek, que vende tablets entre 150 y 220 dólares, y Coby Electronics, que ofrece tablets por 80 dólares. Esto ahora puede cambiar porque Microsoft les cobrará un canon en concepto de patentes, que normalmente suele costar en torno a los 25 dólares por terminal, aunque no se espera que sean tan elevados.
Vía | Arstechnia
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