La carga rápida de un móvil puede ser conflictiva y a veces no estar dando la mejor experiencia en cuanto a velocidad, pero tiene solución
Abusar de la carga rápida, cuando funciona bien, tampoco es algo positivo
Por fortuna, cada vez más fabricantes se suman a eso de integrar mayor velocidad de carga en los móviles. Y pese a que no es un sistema de carga perfecto, no deberíamos tener problemas para cargar el dispositivo si tiene esta facultad y usamos los elementos necesarios.
Por ello, vamos a repasar aquí qué errores cometemos con la carga rápida, dado que podemos estar intentando obtenerla sin éxito. Y pese a que en algunos casos no habrá nada que hacer, en la mayoría existen soluciones para seguir disfrutando de esa máxima potencia y cargar el móvil a la mayor brevedad posible.
No tener un móvil con carga rápida
Empezamos por lo más evidente para muchos, pero que para otros no lo es tanto. En un tiempo en el que muchos móviles tienen ya carga rápida, es un error muy extendido el pensar que todos lo tienen o que simplemente usando un cargador adaptado servirá. Y no, ni mucho menos. El dispositivo debe estar adaptado a ello.
Si estás seguro de que tu móvil tiene carga rápida e incluso conoces el dato de cuánta potencia admite, fenomenal. Si no estás seguro, te recomendamos que consultes la guía del terminal, contactes con el fabricante o busques información veraz sobre ello en Internet.
No usar un adaptador de carga adecuado
Este es otro punto que puede parecer muy obvio, pero es un error más frecuente de lo que parece. Que un móvil tenga carga rápida, no significa que la tenga con todos los cargadores. De hecho, el adaptador de corriente es fundamental para ello.
Por norma general, suelen venir en la caja, pero si no es así o sencillamente perdiste el cargador o dejó de funcionar, deberás asegurarte de que usas uno adecuado. Generalmente es en el propio adaptador donde figura en letras grandes la potencia de carga máxima.
El límite de la carga rápida lo marca el móvil
En el punto contrario a lo anterior, nos encontramos con la idea de que usando un adaptador de mayor potencia, dupliquemos los tiempos de carga. Y no es para nada así. Por muy potente que sea el cargador, la última palabra es del móvil.
Viéndolo con un ejemplo, si tu móvil tiene una capacidad de carga de hasta 67 W, podrás usar por supuesto un cargador de 120 W. Sin embargo, el móvil no recibirá tanta potencia como la que es capaz de otorgar el cargador, limitándose siempre a los 67 W para los que está capacitada la batería.
Usar un cable que no es adecuado para la carga rápida
Pese a que es el adaptador el que se lleva la culpa la mayor parte de las veces, no podemos olvidarnos de que también se necesita que el cable esté certificado para la carga rápida. De hecho puede que tengas un móvil con mucha carga rápida, un adaptador adecuado y sin embargo estar recibiendo poca potencia por las limitaciones del cable.
Accesorios compatibles, pero de mala calidad
Como ves, tanto el cable como el adaptador son absolutamente claves. Y por contradictorio que resulte, es posible que estés usando accesorios completamente hábiles para tal efecto y que no estén proporcionando carga rápida. Esto se puede deber a que no sean de calidad o se hayan estropeado con el paso del tiempo.
Esto puede suceder incluso en los originales, por lo que es recomendable que trates de probar con otros accesorios compatibles para así verificar si el problema venía del cable o adaptador anterior e incluso de los dos.
Usar la carga inalámbrica puede dar también problemas
Existen cada vez más móviles que, aunque siempre inferior a la carga por cable, son capaces de proporcionar grandes velocidades de carga de forma inalámbrica. No obstante, lo más habitual es que estas sean potencias bajas de entre 5 y 25 W en la mayoría de casos.
Por tanto, aquí podría haber dos problemas: el primero es que tu móvil tenga una potencia de carga inalámbrica muy pequeña de por sí o que estés esperando recibir una potencia igual a la recibida por cable cuando siempre va a ser inferior.
Tener puesta una funda problemática durante la carga
Por sus materiales de construcciones y dimensiones, existen algunas fundas para móviles que dificultan la disipación de calor, algo fundamental durante la carga de un dispositivo y más cuando estamos ante la carga rápida.
Y aunque creas que esto afectaría fundamentalmente a la carga inalámbrica, que sí afecta, lo cierto es que puede ser también problemático con la carga mediante cable. Así, es recomendable tratar de cargar siempre el dispositivo sin funda para así garantizar una mejor gestión de la temperatura.
No haber activado esta opción en los ajustes
La carga rápida tiene ciertos peligros para la batería del móvil. Los fabricantes están poniendo mucho empeño en mejorarlo, pero al final es inevitable que el abuso de la misma produzca un mayor deterioro de la misma. Por tanto, en muchos móviles puede venir activado un ajuste que impide la carga rápida de forma normal o que, al menos, la limita.
Por tanto es aconsejable que entres en los ajustes de la batería y revises qué opciones hay marcadas respecto a ello. Si bien depende de cada fabricante, en algunos casos podemos encontrarnos con que la velocidad de carga máxima viene limitada por defecto.
Otro apartado a tener en cuenta es la conocida como 'Carga optimizada', función que está pensada para limitar la carga a partir del 80% de noche. Esto es algo que no debería ser problemático en esas ocasiones, pero que sí requerimos de tener el móvil listo cuanto antes supondrá un problema.
El móvil está demasiado caliente e imposibilita la carga rápida
A veces, ni siquiera tener los ajustes adaptados a la carga rápida es suficiente. En algunas ocasiones, ya sea por la temperatura ambiental o por la que ha alcanzado el dispositivo, no carga rápido o directamente no carga. Suele ser parte del sistema de protección que implementan algunos fabricantes. En estos casos, debes tratar de enfriar el móvil antes de proseguir con la carga.
Por último: abusar de la carga rápida
Aquí ya no nos referimos a un error durante la carga que nos impida obtenerla, sino precisamente a estar usándola bien, pero en exceso. Y es que, como casi todo en la vida, los excesos son malos. Como ya veníamos advirtiendo, abusar de la carga rápida puede ser malo para la salud de batería del smartphone.
Así, y aun siendo partidarios de aprovecharla, nuestra recomendación es utilizarla en ocasiones en que realmente sean necesarias, como por ejemplo tener que salir de casa con urgencia y necesitar un chute de batería extra. Y de forma normal, nuestra recomendación es que trates de cargarlo con una potencia intermedia que permita que la carga sea rápida, pero no tanto como la máxima.
En Xataka Android | Carga rápida, ¿pero cuánto? Esta app te dice a qué potencia carga tu móvil
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