Android Auto me confunde: 9 cosas que escapan a la comprensión

Android Auto es una idea genial pero la ejecución dista de ser perfecta. En los ocho años que Android Auto lleva con nosotros, Google ha tomado una serie de decisiones que han sido, como poco, cuestionables.

A continuación repasaremos nueve cosas de Android Auto que, en mi opinión, no tienen demasiado sentido o, al menos, son puntos que el sistema de Android para el coche podría mejorar de cara al futuro.

La desaparición de la versión para móviles

El año pasado Google cerró definitivamente Android Auto para teléfonos, el que funcionaba directamente en la pantalla del móvil o tablet, en lugar de depender de la radio del coche. Un año antes, el sistema dejaba de funcionar en las últimas versiones de Android de aquel entonces.

El cierre de Android Auto para teléfonos nunca tuvo mucho sentido porque su alternativa, el modo conducción de Asistente de Google, no estaba ni está disponible para todos. De hecho, unos meses más tarde Google le cortaba las alas al mencionado modo de conducción, limitando aún más su uso para quienes sí lo tenían disponible. Así, básicamente Google dejó tirado a todo el mundo que no tiene Android Auto en el coche ni ganas o presupuesto para comprarse una radio o pantalla con soporte.

Por qué no sale en el cajón de aplicaciones

Una cosa de Android Auto que no tiene sentido, lo mires como lo mires, es por qué no aparece en el cajón de aplicaciones del móvil, quedándose perdida en el mar de aplicaciones preinstaladas a las cuales se pueden acceder por los menús de ajustes que, con frecuencia, cambian de lugar en cada capa.

Cuando existía Android Auto para teléfonos, la aplicación se mostraba en el cajón de aplicaciones y podíamos abrirla directamente desde ahí, pero todo cambió cuando se quedó reservada para las pantallas del coche. Lo único que logra ocultar la aplicación de Android Auto es confundir a los usuarios y dificultar el acceso a sus ajustes más de lo necesario.

Por qué Google no nos deja abrir la aplicación

En la misma línea de lo anterior, ya no es posible abrir la aplicación de Android Auto directamente, ya sea si visitamos el perfil de la aplicación en Google Play como desde la ventana de información de la aplicación desde Ajustes > Aplicaciones > Android Auto.

Una cosa es que la aplicación no se muestre en el cajón de aplicaciones, lo cual podría ser discutible, pero que ni siquiera sea posible abrir la aplicación manualmente salvo encontrando el menú en los ajustes u otros trucos varios es una decisión que resulta muy difícil de justificar.

La nomenclatura de los Android para el coche

Hay tres versiones de Android para coches y Google ha vuelto a liarla a la hora de nombrarlas, confundiendo a los usuarios finales que deben intentarle encontrar el sentido a que Android Auto y Android Automotive sean dos cosas completamente distintas. Este es el resumen de las tres:

• Android Auto: es un sistema que funciona en el móvil y se transmite a la pantalla del coche con cable o por Wi-Fi. Android Auto "proyecta" versiones especiales de las aplicaciones soportadas que tenemos instaladas en el móvil a la pantalla del coche.
• Android Automotive: es un sistema operativo completo que se ejecuta en el coche y en él se instalan directamente las aplicaciones Android (en lugar de proyectarse, como con Android Auto).
• Google Built-in: lo mismo que lo anterior, pero incluyendo los servicios de Google como Google Maps, el Asistente o Google Play.

Las casi nulas opciones de personalización

Hace un par de años Google se animó a añadir una pizca de personalización a Android Auto, dejándonos cambiar el fondo de pantalla. Se añadieron entonces 15 fondos de pantalla a elegir, que siguen siendo los mismos 15 fondos de pantalla a los que podemos acceder hoy en día.

Uno de los pilares de Android ha sido siempre la personalización y no le costaría mucho a Google dejarnos usar un fondo de pantalla personalizado o incluso enlazar el servicio con la nube de Google Fotos, por nombrar algunas posibilidades.

El secretismo con las actualizaciones

Google pide a los desarrolladores que redacten una lista de cambios con cada actualización que publican en Google Play, mientras recicla la misma lista de cambios de Android Auto, versión tras versión. Durante meses.

Teniendo en cuenta que Android Auto se actualiza frecuentemente, tiene sentido que se mantengan las últimas novedades recientes, pero no estaría nada mal que se incluyera un desglose de lo que ha cambiado recientemente, aunque sean dos correcciones o una pequeña optimización.

Lo lento que se activan las novedades

Hablando de novedades, cuando éstas llegan es necesario armarse de paciencia hasta que finalmente las tenemos en nuestro móvil. Coolwalk se hizo esperar durante meses y todavía hay partes de este rediseño que siguen sin llegar.

El despliegue es lento aunque formemos parte del programa beta, que realmente rara vez se traduce en una activación más rápida. Esta lentitud no sólo se deja ver en novedades que están por llegar, sino en funciones que Google ya anunció como disponible para todos, como Zoom para Android Auto, que meses después, siguen sin llegar.

Lo mal que va el Asistente

Google quiere que usemos el Asistente de Google como el modo principal de comunicarnos con Android Auto cuando el coche esté en marcha, y sin embargo el sistema funciona bastante mal. Más allá de que nos entienda mejor o peor, es habitual que el Asistente de Google tenga problemas en Android Auto para realizar acciones que sí puede hacer cuando lo invocamos en el móvil.

Además, Google no parece dar con la tecla sobre cómo implementarlo, pues las pruebas sobre el diseño del Asistente en Android Auto no paran de sucederse.

Las excesivas restricciones

La seguridad es lo más importante y Android Auto debe cumplir con todas las normativas aplicables, pero se echa en falta que el sistema considere que a veces puede ser el copiloto el que maneje el sistema, por lo que podría dejarnos realizar algunas acciones que directamente están bloqueadas cuando el coche está en marcha.

Aunque ha abierto la mano un poco en los últimos años, Google mantiene un control férreo sobre Android Auto, las aplicaciones que se permiten y las que no, que va un poco en contra de la filosofía de Android y en el fondo lo único que hace es empobrecer el ecosistema de aplicaciones.

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