En el panorama de los smartphones estamos muy acostumbrados a decantarnos por juegos de partidas cortas y que relegan de una curiosa mezcla de estrategia y suerte para conseguir una puntuación que se traduce en estrellas. Aún así, siempre nos quedan pequeñas sorpresas para poder deleitarnos con juegos a la antigua usanza, y White es uno de ellos.
La historia del desarrollo de White & The Golden Sword es curiosa, pues fue uno de los primeros crowdfundings que se realizaron, mucho antes del aluvión de fama que el sistema obtuvo con Tim Schaffer y el equipo de Ouya. Hace unos años se inició una campaña que pedía una modesta cantidad para poder acabar el juego, solamente 600€, cifra que no tiene que ver con los presupuestos que se piden hoy en día.
Centrándonos en el juego en sí, el juego es excepcionalmente sencillo, tanto para bien como para mal. Imita a los clásicos plataformas donde hay que eliminar enemigos y conseguir monedas, todo ello con un estilo artístico muy colorido y llamativo, sin dejar de lado una mecánica sencilla a la par que adictiva que gustará a los jugadores más nostálgicos.
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