Hoy os proponemos un RPG con todo el regustillo clásico del género, con gráficos pixelados, diálogos, objetos de poder, decenas de misiones, toneladas de mapas por recorrer, y múltiples clases de personaje cada uno con sus propias habilidades: ‘The Chronicles of Inotia III: Children of Carnia’.
El juego en sí es gratuito con anuncios, y es perfectamente jugable en terminales Android y en tabletas Honeycomb. De hecho, las capturas de la aplicación están sacadas en una tableta, y como se puede ver escala perfectamente. Además, es posible configurar los controles para adaptarlos a cada tamaño de pantalla y al gusto del usuario.
En ‘Children of Carnia’ seguimos la historia de Lucio, un joven a punto de celebrar su rito de paso a la madurez y que, como es tradicional en estas aventuras, pronto se verá arrastrado a montones de misiones que, en conjunto, le llevarán a enfrentarse a un gran mal.
Al comenzar el juego, podemos seleccionar la clase de personaje que tendrá Lucio: archimago, bárbaro, cazador, sacerdote, paladín… lo habitual, así que no creo que tenga que explicar las bondades de cada uno. Todos tienen habilidades especiales que se utilizan igual que si fuesen hechizos, pero cada uno tiene las suyas propias.
Lucio no estará solo en su aventura, pues un gran número de personajes pasarán por nuestro grupo (y lo dejarán también). La mayor parte del tiempo, tendremos a dos compañeros, que es el límite. Para aquellos casos en los que alguien deje el grupo, podemos tirar de mercenarios, personajes sin nombre que podemos activar desde el panel.
La mecánica del juego es bastante simple. Partimos de una misión principal que va cambiando cada cierto tiempo a medida que se van sucediendo acontecimientos. También nos ofrecerán misiones secundarias que, al completarlas, nos darán puntos de experiencia y quizás dinero y objetos mágicos. Todas las misiones abiertas aparecen en una lista en nuestro panel, donde un “main” indica cuál son las que tenemos que conseguir para avanzar.
Diálogo, diálogo... Es importante durante el juego para seguir la historia, pero no fundamental. No es el típico juego en el que hasta que no hablas con un personaje no se activan otras opciones, por lo que tienes que estar hablando con unos y con otros hasta activar la siguiente misión. De hecho, los personajes con los que tienes que hablar obligatoriamente aparecen marcados con un signo de exclamación o interrogación.
Hay toneladas de objetos mágicos, aunque muchos de ellos sólo podremos usarlos a partir de que subamos de un determinado nivel, o están ligados a una clase de personaje (los bárbaros no pueden usar sombreros de mago). Además hay pergaminos que sirven para reforzar armas y armaduras.
El juego cuenta con un sistema de alquimia muy curioso. Hay objetos que son componentes, que podemos combinar en las “Fusion Machines” (esa especie de caja amarilla con tubos que aparece en la imagen de arriba). Por el camino nos topamos con “recetas” de objetos que añadir a nuestro manual, que nos indican qué componentes tenemos que mezclar para generar objetos, pociones u otros componentes distintos.
La dificultad del juego se reduce exponencialmente. El comienzo es difícil, cuesta ganar dinero y encontrar objetos, y apenas tenemos espacio para guardarlos. Pero pronto tendremos dinero para comprar mochilas grandes y casi cualquier cosa que necesitemos, hasta el punto en el que deja de interesar comprar objetos, porque los objetos mágicos que encontremos por el camino son más poderosos.
Además, salvo las criaturas de final de misión, hay que ser algo torpe para llegar a morir, y aún así hay pergaminos de resurrección que no salen mal de precio, por si alguien del grupo cae en batalla.
En cuanto a la publicidad… es algo intrusiva, pero pronto consigues ignorarla. Al cambiar de mapa a veces aparece un anuncio. Se supone que si pinchas obtienes algún tipo de mejora en el juego, pero el par de veces que lo he hecho no ha pasado nada (salvo que en dos ocasiones se descargó un archivo EXE, que poco podía hacer en Honeycomb pero que da que pensar). Hay una tienda en la que podemos pagar con dinero real por objetos mágicos, pero teniendo en cuenta la baja dificultad del juego, lo veo absurdo.
Quizás lo más incómodo para el jugador es el limitado espacio en el inventario. Comenzamos con una mochila de 16 huecos, otra de cuatro, y espacio para otras dos mochilas. Por el camino podemos comprar mochilas de cuatro y de ocho posiciones, aunque salen bastante caras. Con el tiempo tendremos dinero de sobra para comprar tres mochilas de ocho huecos, pero aún así pronto veremos los avisos de “no puedes cargar con más objetos”.
Pero hay algunos trucos que podemos usar para aliviar esto. Si tenemos mercenarios, podemos equiparles con objetos y cambiar de personaje activo, así que los podemos utilizar como almacén. En cualquier momento podemos recuperar esos objetos, incluso de personajes que se han quedado perdidos por el camino.
La historia es bastante lineal, y quizás el único punto en el que podemos tener algo de desconcierto es en el recorrido del mapa. En algunas ocasiones he tenido que dar vueltas para encontrar la siguiente interrogación que abre una nueva misión, pero esto no es lo habitual. Es más frecuente tener un par de misiones principales y cuatro secundarias, y muy clarito lo que hay que hacer para continuar.
Me ha gustado especialmente la gran variedad de objetos y de criaturas con las que nos enfrentamos, así como el sistema de alquimia, que podría ser algo más rico. Pero lo que más me ha gustado, y es algo de lo que podrían aprender muchas aplicaciones Android en general, es la configuración de los controles en pantalla.
En la imagen de arriba puede verse la pantalla de configuración, donde podemos cambiar la posición de todos los botones, su grado de transparencia, e incluso el tamaño, para adaptarlos a la perfección a nuestros gustos y a las dimensiones de la pantalla. Una delicia.
Si eres fan de los RPGs, échale un vistazo. Tendrás por delante muchas horas de hechizos, espadazos y objetos místicos, y todo gratis, con el sabor de los juegos de rol de toda la vida.
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