Symmetry nos retará a pensarnos cada jugada para crear simetrías con nuestras fichas

Aunque el género de los juegos tipo puzle parece estar bastante saturado de propuestas demasiado similares las unas de las otras, de vez en cuando llama nuestra atención alguna pequeña joya que se arriesga a ir un paso más allá, añadiendo alguna nueva mecánica que hace que su juego tenga una personalidad propia.

A primera vista y antes de jugar Symmetry puede parecer el típico juego de mover fichas sobre un tablero. Pero nada más lejos de la realidad, porque en vez de limitarse a proponerlos agruparlas por colores, nos reta a armarnos de paciencia y visualizar cada uno de nuestros pasos para conseguir una figura simétrica utilizando una cantidad limitada de movimientos.

La mecánica del juego nos la sabemos de memoria. Tendremos un panel llenos de fichas que podemos ir arrastrando para que intercambien su lugar con cualquiera de las que tienen a su lado. Como extra, también tendremos una lista de fichas siguientes por las que podremos ir intercambiando algunas de las que tengamos en el tablero.

Puede parecer que la existencia de estas fichas extra nos pone las cosas mucho más sencillas, pero teniendo en cuenta que utilizarlas nos hace perder un movimiento, monedas, y que no podemos elegir cual queremos poner sobre la pantalla, no siempre son tan útiles como parecen.

Existirán tres tipo de simetrías que nos podrán pedir en cada misión, una horizontal, una vertical y una total que divide el tablero en cuatro aprtes que tendrán que quedar iguales. Al principio los tableros de las pantallas serán pequeños y sencillos, pero poco a poco se irán haciendo más grande y con varios colores aumentando la dificultad.

El juego también tiene un sistema de monedas que podremos ir ganando en nuestras partidas o comprando mediante micropagos, y las cuales utilizaremos cada vez que queramos utilizar una de las fichas de cambio de color.