Minecraft Pocket Edition, análisis a fondo

Hace un par de años Markus Persson lanzaba Minecraft. Un sandbox para PC que combinaba elementos propios de un juego de construcción con la supervivencia en un mundo lleno de peligros y posibilidades. Dos años más tarde, en el presente, Minecraft es uno de los juegos más populares dentro del circuito indie. Popularidad que le ha servido para saltar a otras plataformas como Android.

Muchos fans de Minecraft cuando vimos el anuncio de la llegada al androide verde nos entró mucha curiosidad por ver qué nos iba a ofrecer Mojang. Tras meses de espera, unos cuantos vídeos para abrir boca y la versión exclusiva para el Xperia Play la espera llegó a su fin hace unas semanas para todos los usuarios de Android: ya podemos disfrutar de Minecraft Pocket Edition.

Minecraft Pocket Edition, la misma esencia pero descafeinada

A la hora de desarrollar un videojuego hay que ser conscientes de las limitaciones técnicas que ofrece cada plataforma. Evidentemente, no es lo mismo crear un juego para un PC que en smartphone. Hay que saber medir la ambición y Mojang ha sido consciente de esto: no vamos a ofrecer lo mismo que en la versión de PC.

Es cierto que se mantienen muchas de las claves que definen a Minecraft: un mundo libre, la posibilidad de construir… También se ha mantenido un nivel de fluidez bastante bueno y apenas se aprecian tirones. Sin embargo hay cosas que se han quedado en el tintero para poder ofrecer una experiencia de juego decente al usuario.

Por ejemplo, no se han introducido enemigos ni NPCS. Estamos solos ante un mundo vacío en el que sólo podemos construir y eliminar bloques. Es normal, estamos ante un dispositivo móvil. Sin embargo este pequeño matiz le quita un poco de gracia a Minecraft Pocket Edition, la sensación de vacío es demasiado grande.

El número de bloques que tenemos también es menor que en el de la versión de PC. Están los fundamentales, un catálogo lo suficientemente variado como para construir todo tipo de elementos. Los aficionados de la saga echarán de menos algunos elementos como los circuitos lógicos, los pistones pero recordad: es un videojuego diseñado para móviles.

Para paliar esa soledad virtual el juego cuenta con un modo online donde podemos jugar en cooperativo con otros usuarios. Eso sí, sólo podremos jugar en red local y no con servidores online como sucede en la versión de PC.

Minecraft Pocket Edition, unos controles bien adaptados

Los que me hayáis leído alguna vez por aquí sabréis que los controles virtuales tácticles y servidor no nos llevamos bien. Generalmente, no los encuentro especialmente cómodos y el control es bastante torpe en comparación con otros sistemas. Sin embargo también hay excepciones y Minecraft Pocket Edition es un ejemplo.

El juego se desarrolla en primera persona. En la parte inferior izquierda tenemos los botones de dirección y para saltar, mientras con el dedo situado en la parte derecha iremos girando la cámara y colocando o destruyendo bloques. Algo muy sencillo y que tras cinco minutos jugando nos acostumbramos.

Si somos poseedores de un Sony Ericsson Xperia Play no tendremos que preocuparnos de ls controles virtuales. Mojang y la joint venture llegaron a un acuerdo en su día para, además de tenerlo en exclusiva temporal, adaptar los controles del juego a los mandos que tiene el smartphone.

Conclusiones con Minecraft Pocket Edition

He de reconocer que soy un aficionado de Minecraft pero eso no significa que no vaya a ser crítico. Es cierto que la adaptación que ha hecho Mojang al formato de bolsillo es buena, bastante buena. Sin embargo por las propias limitaciones que tiene la plataforma hacen que la experiencia de juego sea correcta pero aburrida.

Lo bueno, es que Minecraft Pocket Edition cuenta con una versión gratuita de prueba. Que cada uno juzgue por si mismo pero yo, personalmente, me quedo con la versión de PC. Sé que no es una comparativa justa, pero la experiencia de juego no justifica, al contrario que otros juegos para Android, su precio: 4.99 euros.