Junto con la presentación del Samsung Galaxy Note 9, a principios de agosto Epic Games lanzó la beta de Fortnite para Android. Ya ha pasado un mes desde entonces y los responsables de uno de los juegos más populares del momento nos ofrecen algunos números sobre su recepción. Debemos tener en cuenta que se trata de una beta exclusiva que no está disponible abiertamente y que se ofrece a través de un instalado externo, un APK que no está en Google Play.
Es la primera vez que una empresa de este calibre se anima a probar suerte fuera de Google Play. Es un movimiento arriesgado ya que la Play Store es la manera más fácil de lograr acceder a los millones de usuarios de Android, sin embargo Google cobra un 30% de los ingresos y para Epic Games y Fortnite que viven de las compras integradas, esa es una cantidad que no están dispuestos a aceptar. La guerra está abierta. Vamos a ver cuál es la perspectiva de Epic Games y qué resultados ha conseguido Fortnite en su primer mes en Android.
Requisitos elevados y beta escalonada: un método necesario
Para poder acceder a la beta de Fortnite para Android necesitaremos un móvil con unos requisitos muy concretos. Además de recibir un correo de invitación, necesitaremos al menos un móvil con 3GB de memoria RAM y un procesador con una GPU de gama alta. Es decir, una Adreno 530 o Mali G71MP20 o superior. Para hacernos una idea, requisitos que únicamente móviles de más de 300-400 euros suelen cumplir.
¿Por qué Epic Games es tan estricta con estos requisitos? Y más interesante; ¿bajarán estos requisitos con el paso del tiempo para abarcar más móviles? La respuesta que Epic Games nos da es que no. Fortnite es un juego que funciona a través de varias plataformas y para asegurar el buen rendimiento y la igualdad, no se pueden hacer optimizaciones concretas. No ocurre lo mismo con PUBG Mobile, cuyos servidores son independientes.
El mayor problema del equipo de Fornite para Android, que llevan trabajando desde enero de 2018, es el enfrentarse a los múltiples procesadores y controladores que hay en nuestro sistema. Epic Games pone como ejemplo a Samsung, quien envió a varios ingenieros a las oficinas de Epic para poder optimizar el juego, en especial el renderizador Vulkan. Curiosamente, también hablan positivamente de cómo los ingenieros de Google han ayudado a implementar el flujo de imágenes OpenGL en Android. Una colaboración a la hora de traer el juego a Android que no ha sido suficiente como para que Fortnite llegue a Google Play.
La fragmentación de Android no es un problema tan grave
Epic Games nos ofrece bastante datos sobre el desembarco de Fortnite y son un buen ejemplo de cómo la fragmentación de Android, no solo en versiones, es un quebradero de cabeza para el buen rendimiento. Afortunadamente, los datos de distribución de los móviles nuevos están bastante alejados de los habituales.
El 71% de los móviles compatibles con Fornite para Android tiene procesador Qualcomm con GPU Adreno. El resto se reparte entre las GPU Exynos, MediaTek y Kirin. Todas ellas con GPU Mali de ARM. Sí hablan positivamente que los móviles entre cero y dos años de antigüedad, han visto que el 92% de los usuarios utilizan Android 8.0 Oreo o superior, casi el 8% utiliza Android 7.0 Nougat y menos del 0,5% utiliza una versión anterior. Una muy buena noticia que ejemplifica que los datos de fragmentación en cuanto a versiones de Android no son tan preocupantes.
Además de crear perfiles de GPU, llama la atención que Fornite para Android tiene perfiles específicos para móviles como el Note 9 o el Google Pixel 2 XL. Otro tema es la memoria y aquí hay nuevos desafíos que normalmente no se tienen en cuenta. Por ejemplo en un Galaxy S8 pudieron asignar 3GB de los 4GB antes de que cerrara la app. En un Google Pixel únicamente 1,8GB de sus 3,6GB totales. Android cierra la aplicaciones para recuperar memoria, pero estas se reinician y luego vuelven a consumir como antes. Es una situación que obliga a que en Android se necesiten al menos 3GB de RAM, cuando en iOS funciona con varios iPhone que únicamente tienen 2GB.
15 millones de instalaciones y algunas dudas sobre la seguridad
Durante las primeras tres semanas, Fortnite ha sido jugado por 23 millones de usuarios en Android y más de 15 millones han instalado manualmente el APK. Muchos jugadores son conscientes del peligro que implica instalar manualmente un archivo, ya que este podría estar corrupto. De hecho, antes de la llegada del APK oficial muchas páginas webs intentaron engañar ofreciendo su propio archivo. Para ello, Epic ha ofrecido desde su web el instalador directo y ha tomado medidas legales contra 47 páginas distintas.
Por el momento Fortnite para Android seguirá en beta, pero parece ser que la recepción está siendo buena y desde Epic Games son conscientes de los riesgos que implica ofrecer su juego fuera de la seguridad de Google Play. Veremos si para finales de año todo sigue igual o finalmente Google hace las paces con Epic Games y nos ofrecen el esperado juego a través de un canal al que todos los usuarios están acostumbrados.
En Xataka | Cómo descargar e instalar Fortnite para Android con su APK, de forma segura y oficial
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