Con la Smart Band 7, las Xiaomi Band han dejado de ser las pulseras a recomendar de forma indiscutible

Xiaomi ha conseguido tradicionalmente ofrecer algo que muchos fabricantes ansían y muy pocos consiguen: dar mucho a cambio de poco. O cuanto menos, dar más de lo que se esperaría por el precio que pagamos por cada uno de sus productos. Así se expandió la marca como la espuma por medio planeta, y en el seno de su marca nació un producto revolucionario en ventas que ejemplificaba esta política a la perfección: la familia Xiaomi Mi Band que acaba de dar la bienvenida a la nueva Xiaomi Smart Band 7.

La Xiaomi Mi Band original llegó cuando las pulseras cuantificadoras aún no eran tan populares y cuando tener un smartwatch competente era algo muy complicado. Y triunfó. Ahora, la familia Mi Band alcanza su séptima generación y lo hace dando un paso más en un camino de precio ascendente que antes han recorrido no pocos de sus teléfonos hermanos. La Xiaomi Smart Band 7 llega a España a un precio de 59,99 euros. Muy lejos del precio rompedor de sus orígenes. ¿Sigue siendo el modelo a recomendar sí o sí?

La evolución del precio de las Xiaomi Smart Band

Vamos a hablar de Smart Band aunque se la conozca más por su nombre primigenio, Mi Band, pues Xiaomi cambió la nomenclatura hace ya algún tiempo. No obstante, la primera pulsera que vimos llegar al mercado fue la Xiaomi Mi Band, a secas, y aunque no se puso a la venta oficialmente en España su precio, trayéndola de fuera, oscilaba entre los 12 y los 20 euros (veinte y pocos, en realidad). Corría entonces el año 2014 y la firma triunfaba en distintos países gracias a las importaciones, pues aún tenía una distribución internacional muy pobre.

Lo mismo ocurrió con la Xiaomi Mi Band 2 en la siguiente iteración, algo más de un año después. Llegó en junio de 2016 y también había que importarla necesariamente para poder comprarla. En este caso, su precio se mantenía más o menos estable pues dependiendo del comercio al que acudiéramos podíamos encontrarla desde 15 hasta 20 y muy pocos euros. Como vemos, precios realmente competitivos para un dispositivo de muñeca cuya batería aguantaba semanas y medía nuestras constantes (no demasiadas) con bastante precisión.

La Xiaomi Mi Band 3 ya sí pisó España de forma oficial. Se lanzó de nuevo algo menos de dos años después, en mayo de 2018, y su precio para nuestro país fue de 29,95 euros. Se entendía entonces el aumento de precio por los costes locales de marca además de que estos precios ya incluían su correspondiente impuesto del IVA. Pero como vemos, ya se produjo un aumento sensible del coste de la pulsera, que progresaba en características pero de forma un tanto lenta. Por aquel entonces, la Xiaomi Mi Band 3 seguía aún sin un rival capaz de toserle.

Un año después, la Xiaomi Mi Band 4 pisó España a 34,95 euros y ese mismo precio se repitió al año siguiente, ya en 2020, con la llegada de la Xiaomi Mi Band 5. La firma ya desdoblaba el dispositivo en su país de origen y algunos territorios con una opción con NFC que no acababa de llegar aquí, pero parecía que el precio se estabilizaba hasta que el año siguiente la Xiaomi Mi Smart Band 6 se presentó aquí a 44,99 euros. La versión con NFC, que podía adquirirse en tiendas como Amazon, costaba incluso 10 euros más cara.

Con la llegada de esta Mi Smart Band 6 la firma hizo crecer su pantalla AMOLED, aumentando también la resolución, pero su precio entonces duplicaba las versiones más caras del modelo original, e incluso el de la segunda generación. Ahora, la Xiaomi Smart Band 7 hace su aparición con una nueva subida. La pulsera de Xiaomi salta a los 49,99 euros en su versión 'Early Bird'. Es decir, para los compradores más veloces. Para los que prefieran esperar un poco, la Xiaomi Smart Band 7 costará 59,99 euros. Un nuevo incremento. Un nuevo techo.

El oro deja de relucir cuando la competencia carga sus baterías

Ocurre que en todo este proceso evolutivo de las Xiaomi Mi Band que nos ha traído hasta la Xiaomi Smart Band 7, la competencia ha hecho bien sus deberes. A medida que en Xiaomi incrementaban el precio de sus pulseras cuantificadoras sin aportar realmente cambios sensibles, más allá de un par de saltos intermedios, las firmas contrarias han corrido a ocupar el espacio que "la reina" ha ido desalojando. Es decir, el espacio de las pulseras más económicas con funciones realmente parecidas a las de las Smart Band.

Huawei, que se encuentra ya en su séptima generación, produce sus modelos a un precio más bajo que del Xiaomi. Si queremos animarnos, podemos importar una Huawei Band 7 a un precio aproximado de 40 euros, por ejemplo. Con el sistema en chino, eso sí, problemas de que el "palo" recibido por Huawei haya mermado tanto su proyección internacional. La Honor Band 6, por ejemplo, otrora hermana y ahora competencia de Huawei, puede ser nuestra por 34,50 euros sin demasiados problemas.

OnePlus es otro fabricante inmerso en las aguas de las pulseras de cuantificación, y su OnePlus Band de enero de 2021 se comercializó en su país por menos de 30 euros al cambio. Realme, con su Realme Band 2 por menos de 35 euros al cambio, también pugna por ocupar el espacio de las "pulseras económicas" dejado por Xiaomi.

Aunque parece evidente que podemos olvidarnos de aquellas pulseras cuantificadoras que costaban menos de 20 euros, al menos de las principales y más fiables marcas del mercado, Xiaomi no ha hecho más que elevar el precio. Algo lógico, dada su posición como fabricante consolidado y con un producto tan maduro como las Smart Band. Sus móviles, por ejemplo, también dieron el salto con el Xiaomi Mi 10, alejándose de aquello de las "gamas altas a precio de gamas medias". Ahora otros móviles ocupan ese lugar, pero ya nunca será lo mismo.

El mercado de la cuantificación personal ha evolucionado mucho en estos años, y posiblemente mucha culpa de esto la tengan las Smart Band de Xiaomi por su popularidad y su nivel de ventas. Ahora, la firma china se puede permitir elevar el precio y vender sus productos ya en el terreno de los 50 euros mientras que su competencia pelea en un peldaño más bajo. La pregunta es, ¿tanta diferencia hay entre las Smart Band y las demás como para que las primeras se sigan recomendando de forma incondicional? La respuesta es, probablemente, que no.