Samsung ha registrado dos nuevas patentes para relojes inteligentes en Estados Unidos. En principio estas patentes serían para sus relojes basados en Tizen, pero si funcionan bien seguramente pronto veríamos cosas similares en los Android Wear, ya que las innovaciones suelen propagarse rápido (independientemente de que luego haya pagos de royalties o denuncias).
Estas patentes registradas confirman que no todo está inventado en los smartwatches... pero también que hay poco que rascar. Las innovaciones son incrementales o muy de nicho y con poco recorrido, no parece que vayamos a ver grandes revoluciones frente a lo que hemos visto.
Control con gestos
Una de las formas de controlar nuestro smartwatch, aparte de con pulsaciones en pantalla o interacción con elementos físicos del reloj, es con gestos. En Android Wear 1.4 se introdujeron los gestos para moverse por los menús y aunque parezca una tontería tiene su utilidad. Muchas veces cuando se maneja el reloj es precisamente porque se tienen las manos ocupadas (de lo contrario se usaría el teléfono) y utilizar el reloj con la mano contraria también puede ser complicado.
Es más, en Android Wear 2.0 se amplían estos gestos a través de un API para que los desarrolladores puedan usar gestos en sus aplicaciones, una buena noticia. Otro tema es que los relojes sean precisos ante estos gestos, cosa que a veces deja bastante que desear.
Pues bien, Samsung ha creado en una de las patentes una nueva forma de interaccionar con los relojes, mediante toques a los laterales del mismo. Es un mix entre interacción física y gestos que puede venir bien para tareas sencillas y de forma rápida y (esperemos) más precisa que un gesto puro. También usan los sensores para otras tareas como detectar en qué posición está y así pasar a diferentes estados (por ejemplo si está parado, colgado de algún sitio, etc.)
Brazaletes flexibles
La otra patente que ha presentado Samsung es de un reloj en forma de brazalete flexible. La idea es buena aunque parece algo aparatosa. Podria tener su público, sobre todo si lo consiguen integrar de alguna forma en un teléfono móvil.
Es decir, la verdadera innovación es si lograr crear un teléfono móvil que además se puede llevar en la muñeca como brazalete. Esto sí podría ser algo grande, aunque tengo dudas sobre la aceptación que tendría llevar algo tan grande en la muñeca (nunca se sabe, el Galaxy Note original también parecía una locura en su día).
Este tipo de innovaciones o bien son muy incrementales (los gestos) o bien parecen para un público de nicho (el brazalete), lo cual parece indicar que la tecnología de los relojes inteligentes está bastante madura. Podemos ver mejoras en duración de batería, rendimiento, pequeñas innovaciones incrementales... pero no una verdadera revolución.
Y aún así el mercado no acaba de despegar sino todo lo contrario. Definitivamente parece que el mercado de los wearables no va a ser el gran boom que vimos en los teléfonos inteligentes. Podemos asegurar sin mucho riesgo a equivocarnos que el smartphone va a seguir siendo el producto más masivo de consumo electrónico de los próximos años.
En Xataka Android | Lenovo pone un clavo en el ataúd de los wearables, ¿hay futuro para los relojes inteligentes?
Ver 1 comentarios