El sector de los wearables y relojes inteligentes no vive su mejor momento. Pero después de un par de años donde no ha habido ningún dispositivo destacado, parece que vamos a volver a tener movimientos interesantes. Además de los rumores de un Pixel Watch para octubre y nuevos relojes inteligentes de LG o ASUS, ahora leemos a través de una de las fuentes más fiables que Samsung también podría unirse a Wear OS años después de apostar por Tizen.
Este movimiento todavía no se ha confirmado pero de ser cierto sería un giro de 180º en la estrategia del fabricante surcoreano respecto a los wearables. Por ello queremos abrir un pequeño debate entorno a esta supuesta decisión de Samsung. ¿Por qué Samsung necesita un smartwatch con Wear OS? ¿Por qué ahora después de tanto tiempo? ¿Hay realmente tantos cambios de uno a otro sistema? Vamos a verlo.
Samsung podría desembarcar en Wear OS, según Evan Blass
No es la primera vez que escuchamos este rumor, pero sí de una fuente como Evan Blass, reconocido en el sector por la fiabilidad de sus informaciones y filtraciones. A través de uno de sus tuits deja entrever que ha visto a trabajadores de Samsung con un smartwatch que en vez de tener Tizen corre con Wear OS, el nuevo sistema de Google que sustituye al ya antiguo Android Wear.
Después de los Gear S3 y Gear Sport, este nuevo Samsung Gear se pasaría a Wear OS y por tanto entraría dentro del ecosistema de Google, que con el cambio a Wear OS quiere alejarse de la estética Android y busca convencer también a usuarios de iOS y otros sistemas operativos. Un cambio de nomenclatura donde fabricantes como Samsung que quieren alejarse de Android se sentirían más cómodos.
No conocemos grandes detalles de este nuevo dispositivo ya que es la primera vez que escuchamos hablar de él, pero estaremos atentos a la información que pueda ir saliendo. El anterior smartwatch de Samsung se presentó en agosto del año pasado, coincidiendo con la llegada del nuevo Note. Esa sería una fecha posible para la aparición de este nuevo Gear Watch.
¿Por qué ahora?
Para debatir sobre este nuevo smartwatch primero queremos recordar cuál es la posición de Samsung en el mercado de los smartwatches. Según eMarketer las ventas de relojes inteligentes han desacelerado y la cosa podría ir a peor. En este panorama es cuando Google ha apostado por darle una vuelta de tuerca a su sistema operativo, Apple todavía puede presentar un nuevo Watch y Xiaomi pronto lanzará la Mi Band 3.
Samsung consiguió durante el tercer trimestre de 2017 quedar en segunda posición en el liderazgo de smartwatches con 0,7 millones de unidades vendidas. Es una cantidad que todo sea dicho es bastante baja. En total para 2017, se vendieron según los datos de IDC 115 millones de wearables, de los cuales un 32,8% eran smartwatches.
Para los próximos años se espera que el porcentaje de relojes inteligentes se incrementa, por lo que tener un reloj potente puede ser clave para empezar a captar a los usuarios desde la muñeca. Pero si nos fijamos en el top 5 de fabricantes mundiales de wearables vemos que Samsung no aparece en el ranking, aunque sí tendrá una presencia importante en la categoría de otros.
En este contexto de bajas ventas es cuando Samsung se estaría planteando un giro importante para intentar darle la vuelta a su situación y de paso aprovechar el posible tirón comercial que tendría el paso a Wear OS.
También debemos tener en cuenta que Tizen no pasa por su mejor momento. Hace unos años se hablaba que Samsung expandiría Tizen a más dispositivos, incluso a nivel mundial. Pero lo cierto es que eso no ha sido así y los móviles Tizen han pasado desapercibidos. Qué diferencia respecto a hace dos años donde se hablaba que incluso Huawei estaría pensando en abandonar Android Wear para apostar por Tizen.
Wear OS contra Tizen: ventajas y desventajas de cada uno
Wear OS es un sistema que cuenta con el apoyo de grandes fabricantes. La lista de dispositivos que van a actualizarse es larga y permite utilizar fácilmente sistemas como Google Pay. Samsung por su parte cuenta con Samsung Pay, pero entendemos que al igual que en móviles, no habría ningún tipo de incompatibilidad a la hora de utilizar uno u otro sistema de pagos.
El catálogo de aplicaciones de Wear OS también es más amplio que el de Tizen, donde a pesar de tener unos menús muy bien organizados y un sistema de botones para navegar queda atrás a la hora de sacar todo el partido al reloj.
Samsung por su parte dispone de la plataforma SmartThings, una que ha ido potenciando año tras año. Entendemos que este nuevo reloj con Wear OS de Samsung seguiría estando dentro del ecosistema del Internet de las Cosas de Samsung, salvo que también sería compatible con el de Google. No queda muy clara la organización por lo que tendríamos que esperar a la presentación oficial para conocer cuál es la estrategia concreta.
Por último, un punto que podría justificar seriamente este cambio es la seguridad. En Tizen se descubrieron hasta 40 agujeros graves heredados de Bada, motivo suficiente para que desde Samsung fuese más fácil cambiar a WearOS que intentar enfrentarse a un problema de raíz. Una empresa como Samsung que apuesta por la seguridad no puede permitirse que sus dispositivos tengan problemas de este calado. Veremos si finalmente se confirma el paso de Samsung a Wear OS y cómo será este nuevo reloj inteligente.
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