Es innegable que el cine se ha visto enfrentando a la distribución no consentida de películas por las posibles consecuencias negativas que les ocasiona. Una de las normas de cualquier sala es la de no llevar cámaras de vídeo para no grabar ilegalmente, y por suerte todavía se puede pasar con el móvil, aunque manteniéndolo apagado como norma de educación básica.
Sin embargo, hoy la industria demuestra desconocer la tecnología y sus novedades, al menos es así en Reino Unido. Una semana después de que la Google Glass Explorer Edition se pusiese a la venta en el país por 1000 libras, ya hay salas de cine que las han prohibido.
El motivo es más que obvio, ya que se puede grabar con mucha comodidad sin no siquiera molestar a nadie. Puede parecer en teoría una buena idea, pero no tiene ningún fundamento, ya que la calidad de la cámara dista mucho de ser de una calidad decente y no graba más de diez segundos a menos que se hagan unos ajustes a las gafas. Además que muchas personas puede usar Glass con unas gafas graduadas que necesitan ver y no es tan fácil quitarlas.
No deberían sorprendernos estas decisiones, pues hace unos meses una persona ya fue reprendida por llevar las Glass al cine, aunque sucedió en Estados Unidos. Habrá que esperar a ver si esto ocurre en España cuando se pongan a la venta o si solamente es fruto del desconocimiento del medio.
Vía | Engadget
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