Desde que se popularizó el término, los 'wearables' siempre se han asociado a piezas de ropa y complementos que se llevan encima y que, sin llamar la atención, esconden grandes prestaciones tecnológicas que le dan una trascendencia más allá de la estética o la moda. No siempre ha sido así, y quizás ese es el motivo de que la tecnología no acabe de despegar.
Fossil ha sido tradicionalmente uno de los fabricantes de wearables que más se ha acercado a este concepto, con diseños cómodos de llevar que mostraban relojes normales y corrientes pero que escondían un procesador y un sistema operativo en su interior. En su cuarta generación, además, incorporan nuevos sensores que los hacen más inteligentes.
Hasta ahora, los Fossil eran bonitos, estaban a buen precio y contaban con Wear OS 2.0, almacenamiento de 4GB y RAM de 512 MB, IP67, WiFi y Bluetooth 4.1 con una batería de un día de autonomía. Pero les faltaban sensores. Los nuevos Fossil Q Venture HR y el Fossil Q Explorist HR van un paso más allá.
La cita es, una vez más, en el IFA de Berlin a principios de setiembre, donde Fossil ya ha anunciado que hará el lanzamiento oficial de su cuarta generación de relojes inteligentes. Hasta ahora conocíamos sus dos modelos anteriores, los Fossil Q Venture y Q Explorist que se actualizan en esta iteración con la inclusión de un monitor de ritmo cardíaco.
Sus nuevas interfaces permitirán leer el ritmo cardíaco en cualquier momento del día, de forma manual, o controlarlo automáticamente en aquellos necesarios espacios de ejercicio físico en los que es necesario controlar el rendimiento del estado físico.
Además del ritmo cardíaco, sus nuevos sensores le permiten ofrecer los pagos desde el reloj, con tecnología NFC y Google Pay, cuentan con GPS independiente de la conexión con el teléfono y compatibilidad con iOS 9.3 y Android 4.4 o versiones superiores.
Los relojes completan sus funcionalidades inteligentes con el resto de sensores más habituales, como el altímetro, acelerómetro, giroscopio, detector de luz ambiental e incluso micrófono para invocar y hacer peticiones a Google Assitant. Además es sumergible hasta las 3 ATM de presión.
El procesador que ejecuta los cálculos de toda la nueva generación de Fossil es el mismo que operaba en los relojes inteligentes de hace tres años: el Snapdragon 2100. A partir de otoño se espera que Wear OS dé un salto de calidad en prestaciones, fluidez y velocidad gracias a los nuevos chips que está preparando Qualcomm.
Los precios de los nuevos relojes de Fossil van de los 279 euros, para los modelos con correa de cuero, a los 299 euros correspondientes a los modelos que vengan con correa de acero, ya sean diseños para hombre o para mujer.
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