Desde que salieron los smartwatch no han sido una cosa que me haya ilusionado. Al igual que los móviles inteligentes fueron un bombazo, en esta ocasión no acababa de verle la utilidad real. Me parecían más un juguete caro que un complemento necesario.
Durante un mes he tenido ocasión de usar a fondo un Asus Zenwatch 2, uno de los relojes inteligentes más baratos pero a su vez más completos, y mis impresiones no han cambiado mucho. ¿Podría volver a vivir sin él?
Android Wear, utilidad real
La primera duda que me planteé es si el Android Wear tendría una verdadera utilidad. ¿Hay cosas que haría con el smartwatch que realmente no podía hacer antes de tenerlo? La respuesta es sí y no.
Hay ciertas acciones que no podía hacer con el móvil y que he podido hacer con el reloj inteligente. Básicamente cuando conduzco, ya que sacar el móvil es peligroso (e ilegal), pero con el reloj se pueden hacer ciertas cosas sin tener que levantar la vista de la carretera.
Una cosa muy típica cuando voy en coche es que se me ocurren ideas o recuerdo tareas que tengo que realizar. Antes tenía que confiar en seguir acordándome al aparcar, ahora puedo simplemente decirle a mi muñeca: "Ok, Google. Recordatorio".
También se pueden mandar Whatsapp a mis contactos simplemente diciendo "OK, Google. Mandar Whatsapp a .." y funciona muy bien. De nuevo, la mayor utilidad es mientras conduzco.
Y también, de nuevo al volante, es posible echar un vistazo a las notificaciones de forma rápida si estoy parado en un semáforo. E incluso se puede tomar alguna acción rápida, como borrar algún correo que no es interesante.
Y aquí acaba, creo yo, lo realmente "revolucionario" de tener un smartwatch. Y lo que estoy pidiendo realmente es un Android Auto muy mejorado frente a lo que tenemos ahora, no un Android Wear.
Algunas curiosidades
Eso sí, no digo que Android Wear no tenga algunas cosas buenas. Muchas de las notificaciones que recibimos en el móvil no merecen la pena como para sacar el móvil del bolsillo. Y en la muñeca son más fáciles de descartar (si Google mejorara las notificaciones recurrentes).
También es interesante la posibilidad de coger una llamada directamente en la muñeca, sin sacar el móvil del bolsillo. Esto funciona a partir de Android Wear 1.4 y solo con algunos relojes (entre los que está el Asus Zenwatch 2) pero es útil para recibir una llamada rápida cuando se tienen las manos ocupadas.
Usar el reloj con gestos a veces es eficaz y responder a un Whatsapp rápidamente también es algo que he hecho en este último mes. Al final nos ahorra un poco de tiempo en el día a día y es de agradecer.
Si nos gusta cambiar mucho de reloj tener un Android Wear es conveniente. Puede parecer que no, ya que tenemos siempre el mismo reloj, pero podemos cambiar los watchfaces de forma frecuente para tener desde un reloj clásico a uno lleno de información sobre el tiempo, hora y lugar en el que nos encontramos.
¿Podría vivir sin él?
La gran pregunta es si el smartwatch se ha convertido en un accesorio imprescindible. Y la respuesta, para mí, es no. Puedo vivir sin él sin muchos problemas, cosa que no puedo decir de mi teléfono Android.
El reloj es un accesorio más, que tiene algunas cosas curiosas, que pueden facilitar la vida pero siempre de una forma marginal. Y creo que no es un problema del sistema operativo o de las aplicaciones (aunque es cierto, necesitan todavía mejorar) sino del concepto en sí mismo. Un smartwatch no es algo que sea fácilmente imprescindible.
Esa era mi impresión antes de usarlo y el día a día ha confirmado mis sospechas. Y no debo de ser el único porque la venta de relojes inteligentes no acaba de despegar.
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