La generación Z prefiere un WhatsApp a las llamadas de teléfono. Es un problema cuando llegan ofertas de trabajo

Nuestro móvil Android cumple con distintos propósitos como enviar mensajes de WhatsApp, responder correos electrónicos, navegar por los mapas de Google Maps o simplemente visitar las redes sociales. A menudo nos olvidamos de su principal uso: llamar por teléfono. Esto es más notable en las nuevas generaciones, porque los mayores siguen utilizando esta vía de comunicación. Un estudio respalda estas sensaciones, aunque no es el único.

Los pertenecientes a la Gen Z afirman que las llamadas de teléfono retrasan sus tareas debido a que "obligan" a dejar lo que estamos haciendo para hablar. El problema viene cuando las llamadas que reciben tienen un motivo de peso, o más bien un motivo justificado como una oferta de trabajo.

La Gen Z se pierde llamadas de ofertas de trabajo

Los tiempos cambian, la sociedad también: la Gen Z se diferencia mucho de anteriores generaciones que usaron el teléfono móvil cuando apenas hacía llamadas y poco más. Es por ello que no saben lo que es "una perdida", aunque contrariamente, también tuvieron cierta tendencia a usar los antiguos móviles tipo concha.

Los jóvenes prefieren usar redes sociales o mensajes de voz a través de las apps de mensajería a llamar. Sin embargo, hay comunicaciones que pasan sí o sí por esta tradicional forma de contacto, por ejemplo en el proceso de selección para un puesto de trabajo.

Aunque ya nos apuntamos a las ofertas que vemos en una web, lo habitual es que en caso de contactar, la empresa lo haga a través de una llamada telefónica. En este sentido, si nunca descuelgas las llamadas, te puedes perder una oportunidad profesional. De igual manera sucederá si solo descuelgas las de números conocidos, que por otro lado, es inteligente si buscas evitar el spam telefónico.

De esto se queja un usuario en X llamado Stephano, que explica cómo ha llamado a los números de teléfono anotados en los CV para ofrecer una vacante de práticas, sin obtener respuesta.

De 14, solo 4 respondieron la llamada. A otros 5 contacté por WhatsApp y después pudimos hablar. Y ya me dio flojera seguir escribiendo, así que 5 no pasaron porque el destino así lo quiso.

El usuario ha recibido una respuesta, que intenta contextualizar este hecho del que hablamos: cuando compartimos nuestro número de teléfono en apps y servicios de la web, es posible que llegue a terceros que lo utilizarán para bombardearnos con llamadas de bots, spam y otros trabajos no relacionados.

Podemos decir que se ha dado la receta para el desastre: una generación que evita las llamadas telefónicas, obteniendo menos spam en su día a día, pero con la contraparte negativa de perder una oportunidad laboral para labrarse su futuro. Esto nos deja el debate de la utilidad de la reciente Ley General de Telecomunicaciones, a pesar de su implantación el spam sigue vivo y coleando.

Vía | Xataka Móvil

Imagen de portada | Composición con imágenes de RawPixel y Free Malaysia Today

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