Probamos Alto's Odyssey para Android: la belleza entre dunas del desierto también es relajante

Hacía tanto que esperábamos el desembarco definitivo de Alto's Odyssey, el sucesor del encantador Alto's Adventure, que incluso estuvimos un tiempo pensando qué otros juegos podrían aligerarnos la espera. Finalmente, pero, hoy ha llegado el nuevo endless runner sobre tabla de snow de la productora Noodlecake Studios.

En esta ocasión, abandonamos las montañas y los pueblecitos nevados para irnos a disfrutar de los paisajes desérticos. Ya no se trata de snowboard: estrenamos el sandboarding entre ruinas de antiguas civilizaciones, pequeños oasis con agua y bastantes nuevos detalles que han sumado nuevos vectores a su jugabilidad.

Alto's Odyssey se presenta con un tutorial para todos aquellos jugadores que aún no hubieran probado el anterior título de Alto. Un pequeño consejo para todos ellos: hacedlo. No es necesario para comprender la dinámica de esta nueva edición, especialmente con las pequeñas explicaciones introductorias, pero el juego lo merece.

El sucesor de Alto's Adventure también se gana un puesto destacado entre las mejores joyas del panorama de videojuegos para móvil. Alto's Odyssey no es una simple renovación de paisajes: con él aparecen novedades que aumentan algunos ejes del juego.

Montañas, globos y tornados

No se trata de una revolución, que tampoco hubiera tenido mucho sentido teniendo en cuenta el éxito de la fórmula pasada, pero sí que añaden nuevos estímulos para que los recorridos eternos mantengan el interés.

Para empezar, durante el juego nos iremos encontrando con globos aerostáticos cuya superficie superior es elástica: esto significa que los rebotes no solo sucederán en la punta de las rocas esparcidas por el trayecto y aparecen nuevas posibilidades de combos y trucos.

De vez en cuando también aparecerán tornados que nos moverán de forma ascendente, algo que no habíamos visto nunca en Alto's y que cambia el plano de juego repentinamente, para volver a grindar sobre cuerdas o nuevos raíles.

Las montañas son escalables, así que podremos grindar por paredes verticales y, con ello, saltar desde mucho más arriba. Además, al cabo de un rato de recorrido sin caídas, se nos juntarán en el trayecto primero una y después dos aves del paraíso que, de vez en cuando, cogerán monedas por nosotros.

El camino también nos depara potenciadores escondidos en pequeñas tinajas cerámicas que debemos romper para que nos concedan, durante un rato, poderes que atraigan las monedas o nos protejan de piedras o volteretas mal ejecutadas, con los temporizadores magnético y de loto, respectivamente.

En la tienda, una vez hayamos podido recolectar suficientes monedas, podremos comprar el traje aéreo que, como recordarás de su anterior aparición, nos permite volar durante un buen rato al cargar la bufanda, así como una radio misterios, brújula, tabla de sandboard u otras mejoras. Esta vez, pero, no hay casco.

Además, con dinero real puedes comprar más monedas, duplicadores o la posibilidad de quitar la publicidad emergente que, de momento, no ha sido activada pero acabará llegando para financiar el juego que, aunque en Android llega gratis, tiene un precio de 5,49 euros en iOS.

Los retos, el alma de Alto's

Un juego sin objetivos tiene poco sentido, aunque como veremos en el siguiente apartado, los juegos de Alto saben encontrar su propio nicho con estímulos estéticos suficientes para atrapar a su audiencia. Aun así, este juego tiene retos para convencer a seguir adelante.

Tal como saben hacer muy bien otros juegos de estilo endless runner como el maravilloso Jetpack Joyride, Alto's Odyssey sigue ofreciendo retos, asequibles al inicio y progresivamente complejos, y suficientemente atractivos, para que se mantenga el sentido de misión.

La motivación es, también, completar los objetivos, tres en cada carrera: escapar de lémures (las llamas han desaparecido con el cambio paisajístico), rebotar en X globos, deslizarse por cuerdas durante X metros, hacer una doble voltereta inversa mientras vuelan dos aves del paraíso...

Completar las metas, cubrir grandes distancias, hacer trucos y recoger monedas te será recompensado con puntos de experiencia que te harán subir de nivel.

Una vez alcances determinados niveles, podrás ir desbloqueando los distintos personajes, cada uno de ellos con características únicas. Maya -desbloqueable en el nivel 11- sigue siendo la mejor elección para los trucos en el aire.

El placer de permitirse fluir en el modo 'zen'

Los de Noodlecake Studios saben que las características de sus juegos Alto les convierten en una experiencia relajante única y, tanto en Adventure como en Odyssey incorporan un modo de juego que potencia esa capacidad de transmitir calma en sus recorridos eternos.

Lo hacen a través de un inequívoco "modo zen" en el que desaparece cualquier tipo de presión que pudieran generar los objetivos del juego: no hay puntuación, las monedas y las mejoras desaparecen, no hay caídas definitivas que te obliguen a volver a empezar y no existen las distracciones.

Se trata de deslizarse por el desierto y disfrutar. Es por ello que se recomienda llevar los auriculares: el paisaje gráfico minimalista pero lleno de detalles de Alto's Odyssey se acompaña de un paisaje sonoro que no debes perderte: la suave música se mezcla a la perfección con el sonido de la tabla deslizándose sobre la arena -casi ruido blanco- y los diferentes efectos.

El modo zen, como siempre, se activa desde la pantalla principal donde se debe deslizar desde la derecha de la pantalla. Durante este modo te recuperas automáticamente de las caídas, sin vídeos, así que es el lugar perfecto para quien quiera practicar un poco más la jugabilidad y entrenar antes de que toque ponerla a prueba en los diferentes retos para desbloquear personajes.

Un juego en el que dejarse absorber

Cuando un juego incluye un modo retrato para que inmortalices cualquier escena, con cierta liberta de ángulo y zoom, es que sus desarrolladores están suficientemente orgullosos de la estética que han conseguido. Este es el caso de Alto's Odyssey.

Sus paisajes dinámicos llevan de las mañanas de sol más castigador a las tormentas más virulentas de verano, pasando del día a la noche en transiciones suaves que continúan incluso cuando vuelves al menú principal tras una caída. Los ciclos diurnos y nocturnos parecen respirar vida propia.

Alto's Odyssey tiene los suficientes estímulos para enganchar a los más jugones y una belleza capaz de silenciar el estrés puntual para ofrecer la distensión necesaria cuando quieres escapar de la realidad un pequeño rato. Jugando a Odyssey te sorprenderás suspirando de simple satisfacción.