La muerte de Project Tango y el relevo de ARcore: hacia una realidad aumentada más accesible

A finales de esta semana vimos cómo Google anunció el fin de Project Tango, una iniciativa que llevaba años en funcionamiento y quería servir para impulsar la realidad aumentada en Android y ayudar a ofrecer mejores herramientas capaces de entender el espacio físico y luego crear réplicas virtuales. Una noticia que a priori se podría entender como un fracaso por parte de los de Mountain View pero una lectura más reposada nos hace ver que más que una muerte se trata de un relevo en la forma de entender la realidad aumentada y sus aplicaciones en dispositivos móviles.

Google lleva tiempo experimentando con la realidad aumentada de múltiples maneras y con el anuncio de ARCore este verano dejaban entrever que la hoja de ruta había cambiado de dirección: esta tecnología dejaba de ser extremadamente dependiente del hardware para ir por una aproximación más pensada en el software para llegar a un público más amplio, algo parecido a lo que han logrado con la realidad virtual y Google Cardboard por ejemplo. Project Tango hizo mucho y ahora es el momento de que ARcore siga el camino, por otra dirección.

El 1 de marzo de 2018 despidiremos a Project Tango

Project Tango debutó hace tres años y la aproximación que más hemos tenido a esa tecnología ha sido el lanzamiento de dos terminales como el Lenovo Phab2 Pro y el ASUS AR. Dos Android con poco recorrido comercial que han pasado bastante desapercibidos y que pagan el pato de los cambios que se están produciendo en Google. Seguirán funcionando pero a día de hoy su interés más allá de usos muy específicos para desarrolladores de realidad aumentada es el de englobar la lista de terminales curiosos y singulares dentro del gran ecosistema que hay en Android.

Desde sus inicios, Google dejó claro que Project Tango iba a ser más una herramienta profesional orientada para desarrolladores de contenido de realidad aumentada. El hardware era muy específico así como la utilización de las cámaras, útil para este contexto pero alejado de lo que estaban pidiendo los consumidores. Este verano los de Mountain View anunciaron ARcore como un proyecto para traer herramientas orientadas a crear aplicaciones de este tipo y con la posiblidad de que fueran utilizadas en todo tipo de terminales.

El anuncio fue una declaración de intenciones: créemos en la realidad aumentada para el gran público y ya no existe la necesidad de tener un dispositivo específico. La cámara de cualquier terminal de 2017 tiene calidad suficiente y aunque la experiencia puede variar entre un gama de entrada de 100 y poco euros y un flagship que roce los mil, el estándar mínimo debería ser lo suficiente para ofrecer una experiencia atractiva. Junto a este gran mensaje había otro más sutil: Project Tango tenía los días contados.

Una realidad aumentada más orientada y dependiente del software significa atraer a los desarrolladores de apps para que puedan traer su contenido a todo tipo de usuarios, sin importar lo buena o mala que es la cámara.

Así ha ocurrido, Google ha anunciado esta semana que a partir del 1 de marzo el soporte oficial del hardware orientado a realidad aumentada se acabará. Una dura noticia para los, pocos, poseedores de un Phab 2 Pro de Lenovo o un ASUS AR pero un paso natural. El relevo será lento y en los poco más de tres meses que han pasado desde este anuncio hemos visto que el despliegue va ser algo lento pero el futuro muy prometedor.

Hace poco pudimos probar las pegatinas de AR de Google con ARcore con muy buenos resultados: su uso es adictivo y la única pega importante es el alto consumo de batería que hace. De momento sólo está disponible en el Pixel de Google pero es cuestión de tiempo cuando lleguen los terminales con Android 8.1 Oreo de serie o a través de actualización OTA cuando veamos un despliegue mayor.

Ahora que la tecnología de la realidad aumentada ha madurado lo suficiente, empezamos a ver cómo los juegos empiezan a ganar protagonismo, con el fenómeno de Pokémon Go como claro ejemplo de lo que es posible hacer y lo mucho que se puede volcar la gente con este tipo de juegos. Que lleguen más es cuestión de tiempo y en cuanto ARcore llegue a los terminales más humildes, se verá que Project Tango ha hecho su trabajo y su muerte no ha sido en vano.

La ruta del software como manera de competir con Apple

Project Tango tuvo una presencia discreta más allá del círculo de los entusiastas de la tecnología y pocas demostraciones públicas de su potencial. Sin embargo, cuando Apple anunció ARKit vimos que los desarrolladores se volcaron mucho con esta tecnología y vimos, como nos han contado nuestros compañeros de Applesfera, un montón de aplicaciones y demos. Algunas de ellas bastante interesantes y que demostraban que esto sirve para algo más que hacer juegos. Los de Cupertino robaron el trueno de la innovación en la realidad aumentada.

Mientras Google seguía con su propuesta orientada en el hardware, veían que para competir con Apple necesitaban cambiar la dirección. En Cupertino tienen el control de toda la cadena (hardware, sistema operativo y software) y eso les da una serie de facilidades en este caso. Para hacerlo bien en Android la solución tenía que estar en el software, la misma decisión que tomaron para convertir al sistema operativo móvil en la plataforma más utilizada.

Siguiendo con los paralelismos con Android como sistema operativo, queda por ver si en Google serán capaces de escalarlo y llevarlo a todo tipo de terminales con las garantías suficientes de calidad para que los desarrolladores se animen a crear contenido. Hay muchos ejemplos ya en Google Play, sí, pero lo que promete ARcore es ir un paso más allá para terminar de abrir el cascarón y que los creadores lo vean más interesante por las capacidades que ofrece como estrategia a largo plazo y no por perseguir sombras como la de Pokémon Go para triunfar, o intentarlo, a corto plazo.

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