Muchas veces nos encontramos que un juego de buen calibre y de alto precio está disponible en una versión Lite o Free o Demo o en una de esas cientos de variantes para decir que es una versión de prueba, cortada y con publicidad para que nos enganche y tengamos motivos para comprar la versión completa. Aún así muchos nos quedamos en la versión gratuita para aprovechar el juego sin pagar nada.
Sin embargo el no hacer un intercambio monetario y caminar por el camino de la racanería lo acabamos pagando caro en forma de batería del teléfono móvil. Porque si bien se sabe que la publicidad que se nos da consume una parte de batería adicional, no nos esperábamos los datos que nos trae la Puerdue University de Indiana al respecto, que indican que la mayoría de la batería se va en la publicidad.
¿De cuánto podemos estar hablando? Para el caso se ha usado el juego Angry Birds, en el que en la versión gratuita solamente el 20% de la energía se destina a hacer funcionar el juego, con el 80% restante en hacernos llegar publicidad, siendo el 45% para localizarnos por medio del GPS y bajarnos la publicidad, además de un coste extra al mantener la conexión 3G o GPRS durante al menos diez segundos más.
El estudio no se ha publicado por completo, pero promete que nos encontraremos con unos consumos mucho más elevados de lo que muchos nos podemos esperar para simplemente ser publicidad. El informe echa la culpa al código mal optimizado para servir la publicidad y se preveen más conclusiones cuando se haga público, que se espera que se haga en una conferencia en Suiza para el mes que viene
Vía | New Scientist
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