Hexjack, la adicción de juntar fichas en un tablero vuelve con estilo retro

Hace un año, más o menos, vivimos una fiebre con Threes! y 2048. Dos juegos, de puzzles donde teníamos que ir combinando bloques con números para ir haciendo combinaciones más grandes y conseguir así la puntuación más alta posible. La idea parecía sencilla pero jugar y hacerlo bien desafiaba nuestra inteligencia. Tuvieron su momento y parece que no duró mucho pero algunos todavía siguen creyendo en esa fórmula para intentar demostrarnos que no está tan oxidada.

El último representante de este subgénero de puzzles se llama Hexjack. Tras este nombre podemos deducir que de hexágonos va la cosa y así es, tanto las fichas como el tablero tienen seis lados pero lejos de ser un refrito para aprovechar el momento, pone unas cuantas ideas muy buenas sobre la mesa para que nos enganchemos de nuevo a juntar piezas idénticas.

Otra vez a mover ficha

Hexjack tiene un par de influencias bastante claras. Por un lado la de los juegos de puzzles ya mencionados. Nuestro objetivo en cada partida será juntar estos hexágonos con otros de su mismo número para unirlos en uno y que crezcan para así ir haciendo cadenas más grandes y que los números que hayan en pantalla sean lo más alto posibles.

En este juego, todas las filas tienen scroll infinito y cada vez que una pieza abandone el tablero irá a una fila externa con cinco casillas. Estas fichas podemos hacer que salgan por otros lados para encontrar de forma más eficiente a su pareja. Por ejemplo: deslizamos el dedo hacia la derecha y acabamos juntando un tres suelto. Lo enviamos tocando de nuevo a la fila externa y después realizamos un movimiento sobre otra casilla en otra dirección para colocarlo con otro tres y que se convierta en un cuatro.

La fórmula es muy divertida y en pocos segundos nos engancharemos a mover el dedo por la pantalla buscando llenar el tablero de los máximos puntos posibles. La otra influencia de Hexjack la encontramos en Hearthstone y no, no se trata de héroes, ataques u objetos, se trata del ambiente de taberna con sus ruidos y sonidos de ambiente. La estética, como veis en los pantallazos, es completamente reto y visualmente funciona muy bien.

El juego es gratuito pero si queréis desbloquear todos los modos de juegos, nos tocará pagar por caja. El planteamiento es bueno: lo pruebas, lo juegas en modo libre lo que quieras y si te convence pagas el euro y medio que cuesta. De los títulos que he probado recientemente para Android, ha sido de los que más me ha enganchado. No el que más porque ese honor lo tengo reservado para el Final Fantasy Record Keeper.