He probado las apps más populares para grabar llamadas y se me han quitado las ganas de grabar llamadas

¿Recuerdas cuando podías grabar llamadas en tu móvil con calidad perfecta? Ha llovido mucho desde que Android 9 Pie comenzara a limitar las aplicaciones para grabar y acabamos acostumbrándonos a la baja calidad de la grabación con el micrófono. Hoy en día, el listón es todavía más bajo para la grabación de llamadas: funciona fatal y configurarlas es un suplicio.

Google quería acabar con las aplicaciones de grabación de llamadas y, aunque no lo ha conseguido al 100%, sí que ha hecho que el proceso sea tan pesado que muchos simplemente se rindan. Lo he podido comprobar de primera mano tras probar cuatro aplicaciones de llamadas que sobreviven, en cierto modo, en Google Play.

Cada vez hay menos aplicaciones para grabar llamadas

En Google Play nos encontramos hoy con unas pocas aplicaciones para grabar llamadas de los cientos que había hace unos años. Sólo quedan aplicaciones antiguas que sólo van a funcionar en móviles con versiones desfasadas de Android y aquellas que se han adaptado para cumplir con todos los requisitos de Google Play. Estas últimas son las únicas que siguen funcionando en un móvil moderno, y son un auténtico suplicio de poner en funcionamiento.

Para comprobar cuál es el estado actual de las aplicaciones de grabación de llamadas en Android, hemos probado cuatro de las más populares que sobreviven en Google Play: Cube ACR, ACR Phone, Talker ACR y Call Recorder. Las tres primeras siguen funcionando y la última no graba nada.

La travesía en el desierto de las aplicaciones de grabación de llamadas comenzó en Android 9 Pie, cuando Google empezó a limitar el acceso a API sin documentar como la que usaban los desarrolladores para grabar el audio de las llamadas. Desde entonces las apps para grabar llamadas han tenido que conformarse con grabar el audio con el micrófono, con una calidad inferior, usando el permiso de accesibilidad.

Peores noticias llegaron en la época de Android 10, cuando Google dictaminó que los servicios de accesibilidad son para accesibilidad y no para grabar llamadas, al menos en su tienda de aplicaciones. Como consecuencia, las aplicaciones de grabación de llamadas debieron eliminar los permisos de accesibilidad para seguir en Google Play. Sin ellos, no pueden funcionar.

Este cambio ha provocado que muchas aplicaciones de grabación de llamadas simplemente se rindan. Las que siguen adelante han tenido que echarle mucha imaginación para seguir funcionando. El problema es que estas formas imaginativas de seguir funcionando implican un montón de pasos adicionales para los usuarios y una experiencia que deja mucho que desear.

Una experiencia horrible

Una aplicación que esté en Google Play no puede usar los permisos de accesibilidad para grabar llamadas y sin ellos no pueden grabar llamadas. La solución que han encontrado aplicaciones como Cube ACR o ACR Phone es mantener en Google Play una versión limpia y usar una aplicación de ayuda, que debes descargar e instalar por separado. Esta segunda aplicación es la que incluye los servicios de accesibilidad necesarios para grabar las llamadas.

Esto supone que poner a funcionar hoy en día una aplicación de grabación de llamadas es una experiencia todavía más traumática que hace unos años. Además de otorgar un montón de permisos, llega un punto en el que necesitas instalar la aplicación de ayuda desde un lugar externo, como desde un APK en su web oficial u otra tienda de aplicaciones.

Esto es de por sí ya bastante molesto, pero se incluye una complicación adicional. Desde Android 13, las aplicaciones instaladas desde un APK tienen restringidos los permisos de accesibilidad de serie. No puedes por tanto otorgarle directamente el permiso de accesibilidad, sino que antes debes desbloquear sus permisos restringidos.

ACR Phone usa APH como aplicación de ayuda y ha encontrado un modo de evitar que tengas que desbloquear los permisos: que instales APH desde su propia tienda de aplicaciones, llamada NLL Store. Las aplicaciones instaladas desde una tienda como la NLL Store no tienen restringidos los permisos de accesibilidad, aunque a cambio tienes que instalar una aplicación sólo para instalar otra. Ninguna solución es realmente óptima. El proceso de configuración es, por lo general, similar al siguiente:

• Instalas la aplicación de Google Play.
• La abres y otorgas un montón de permisos.
• Te dice que necesita una aplicación externa para funcionar.
• Descargas la aplicación secundaria desde la web oficial y la abres.
• Le otorgas un montón de permisos a la aplicación de ayuda.
• En los ajustes del móvil, desbloqueas los permisos restringidos a la aplicación de ayuda.
• En los ajustes del móvil, activas los permisos de accesibilidad en la aplicación de ayuda.
• Ya puedes grabar llamadas.

Y un resultado mejorable

La buena noticia es que esos 10 minutos que pierdas en configurar la aplicación de grabación de llamadas deberían dejarla funcionando para siempre sin tener que tocar nada más. La mala noticia es que la grabación sigue siendo de mala calidad, al usar el micrófono del móvil tanto para grabar tu voz como la de la otra persona.

Esto quiere decir que no puedes grabar llamadas si estás usando unos auriculares Bluetooth (bueno, sí puedes, pero no se va a oir casi nada) y que normalmente te oyes a ti mismo mucho más alto que la otra persona. La única forma de grabar llamadas con buena calidad hoy en día es o con root o si tu móvil trae la grabación de llamadas de serie.

Google no necesita ser la policía de lo que se puede hacer o no con el móvil

Google ha acorralado a las aplicaciones de grabación de llamadas hasta tal punto que las medidas de seguridad incluidas en las últimas versiones de Android dejan de ser eficaces. Los usuarios se ven obligados a instalar aplicaciones fuera de Google Play, desbloquear sus permisos restringidos y activar los permisos de accesibilidad. Es una combinación de las tres acciones más peligrosas que se pueden llevar a cabo en un móvil.

Si bien es cierto que la grabación de llamadas es ilegal o puede tener matices en muchos países, no es el trabajo de Google impedir su uso de forma activa. Al fin y al cabo, otras muchas funciones de un teléfono móvil pueden usarse para fines ilegales (como grabar o hacer fotos en lugares no permitidos), y no por eso se bloquea su uso.

Los usuarios van a seguir grabando llamadas pues si suena, se puede grabar (con otro móvil o con una grabadora, por ejemplo), así que acostumbrar a los usuarios a desactivar medidas de seguridad en aplicaciones instaladas desde fuentes externas parece una pésima idea.

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