Doom & Destiny: una pareja de RPGs clásicos con humor geek para los más nostálgicos

Cuando era adolescente tenía debilidad por RPG Maker: una herramienta muy sencilla que permitía hacer juegos de rol sin tener grandes conocimientos técnicos de primeras. Hice muchos proyectos que nunca acabé, en alguno que otro proyecto mis colegas y yo éramos protagonistas. Juegos tontos sin ninguna pretensión pero se ve que no estaba solo porque los chicos de Heartbit Interactive parece que se han basado en este tipo de historias para sus Doom & Destiny.

El juego original tiene ya un tiempo y se trata de un RPG de corte clásico, al estilo de los Final Fantasy de la época de la SNES, pero ahora nos llega una segunda parte con más aventuras y el mismo sistema de combate por turnos. Aprovechando su lanzamiento, es hora de hablar un poco más sobre una pequeña saga de juegos de rol que ha pasado desapercibida pero que tiene mucho potencial.

RPGs clásicos con colegas de protagonistas

La historia de ambos juegos nos sitúa en el papel de cuatro amigos que se han teletransportado a un mundo de fantasía. Con el paso a este mundo han adquirido ciertos poderes y cada uno desempeñará un papel diferente en combate: mago, guerrero, arquero, curandero...

El objetivo de este grupo es volver a sus hogares y, por el camino, salvar al mundo de las diferentes catástrofes que van ocurriendo. No es una trama especialmente compleja sino más bien una aventura al uso donde lo que importa es el humor y lo surrealista de las situaciones. En parte, recuerda un poco al RPG de South Park que salió el año pasado para consolas y PC. Eso sí, algo menos soez pero no mucho más.

Los combates siguen el esquema por turnos donde iremos haciendo una acción detrás de otra. Los personajes van subiendo de nivel y aprendiendo habilidades de nueva. Además, podemos mejorarlos con objetos y armas de todo tipo. En general, la curva de dificultad está bien ajustada: los combates del montón no son difíciles pero los jefes nos obligan a ir bien preparados.

Al principio el juego es algo lento pero según avanzamos va cogiendo ritmo y tenemos más libertad para movernos. De hecho, descubrir todos los objetos y secretos puede llevar tiempo y al final completar cada historia, al menos la del primero, nos puede llevar quince horas sin mayor problemas.

Si dominamos bien con el inglés no tendremos problemas y es que uno de los problemas de ambos juegos es que está en la lengua de Shakespeare y necesitaremos cierto nivel para entender los diálogos (usan mucha jerga) y saber qué tenemos que hacer para avanzar.

Uno de sus fuertes es sin duda el humor: muchos chistes y bromas geek así como referencias a memes de todo tipo. Bien hilados en muchos momentos pero algo cansinos en situaciones puntuales. Además, las referencias anglosajonas son abundantes por lo que tenemos que estar familiarizados con la cultura para entenderlas.

Estéticamente el juego tiene gráficos 2D sencillos. De hecho, la primera parte no está especialmente elaborada y recurren mucho a los gráficos por defectos que ofrece RPG Maker en su versión para ordenadores. La segunda está más trabajada y el salto de un juego a otro se nota, aunque mantiene la misma esencia.

Los controles son cómodos ya que nos permite pulsar en cualquier sitio para movernos o interactuar con los objetos. El único problema es que la navegación en los menús a veces es poco intuitiva y olvidamos de que no es táctil de por sí sino que se trata de un mando virtual sobre la pantalla.

La segunda parte, ha salido hace muy poco, corrige unos cuantos fallos y mejora bastante el sistema de batalla. De nuevo, repite como versión de pago aunque podemos probar la primera gratis (demo, el juego completo vale algo más de dos euros) para salir de dudas.