Una app no siempre es mejor, ChatGPT es la prueba. He terminado desinstalándola

Casi un año después del 'petardazo' de ChatGPT, hay quienes ya lo tenemos integrado en el día a día para un montón de cosas. De ahí que la llegada de la app oficial de ChatGPT a Android supusiese en julio una gran alegría. Esta, en teoría hace más accesible la IA de OpenAI. Pero eso, en teoría.

Tras varios meses con ChatGPT en mi móvil he descubierto que tengo más ventajas sin usar la app, que usándola. De hecho, sigo accediendo, pero no mediante la aplicación. Y aun todas las preferencias de cada uno, considero que lo mejor es borrarla.

Ahorrar espacio, una clara ventaja a largo plazo

No voy a mentir, la aplicación de ChatGPT (disponible en Google Play) funciona muy bien en Android por norma general. Eso sí, al menos en estos últimos meses, he notado más tirones que usando la versión web. La app, agradable por sus animaciones y sus efectos de vibración al obtener respuestas, directamente deja de dar respuestas en ocasiones. Como si no tuviese conexión cuando sí la tiene.

Sin embargo, es el almacenamiento la clave de mi decisión de borrarla. Si se usa a menudo la app, esta va almacenando un historial de conversaciones que puede llegar a ser un problema, sobre todo en móviles que tengan poco espacio de almacenamiento o sencillamente no se quiera consumir en ChatGPT.

Y ya no hablo sólo de lo que ocupa la app en sí, sino también de los ficheros que se almacenan en la caché y que también pueden ocupar mucho espacio a la larga. Pese a que siempre podamos realizar una limpieza de la caché como con cualquier otra app, acaba siendo tedioso.

La versión web se sigue cargando de novedades

La alternativa para poder usarlo rápido y sin que ocupe espacio sigue estando en la web. Vale, es verdad es que no ofrece una sensación tan fluida y agradable, pero es igual y hasta más funcional. Y eso de seguir accediendo rápido se debe esencialmente a la posibilidad de crear un acceso directo de la web.

Este acceso directo se ve como el icono de una aplicación más y aunque realmente ChatGPT no es una webapp, funciona bien desde el navegador. Aparte, no perdemos otras ventajas como la de realizar consultas de voz, dado que al final la app lo que hace es transcribir lo que decimos, algo que ya de serie podemos hacer con el dictado de voz de Google en la web de ChatGPT y, en mi experiencia, con un mejor entendimiento por parte del sistema.

Sin embargo, no todo es espacio. ChatGPT en la web sigue ofreciendo funcionalidades inéditas en la app. Véase como ejemplo la posibilidad de acceder a ChatGPT Plus basada en GPT-4 y no en GPT-3.5. Además esta es una versión que no deja de recibir novedades como la ya anunciada compatibilidad con la navegación por Internet que básicamente permitirá que ChatGPT pueda nutrir sus respuestas de datos obtenidos de Internet, que era su gran pega actualmente.

De esta forma, las renuncias que se hacen al pasar a la versión web acaban compensando. Eso si haces un uso medianamente frecuente de la aplicación, ya que es en ese caso en el que ocupará más espacio, aunque igualmente puede que tampoco tenga sentido tener la app instalada si no la usas apenas (aunque ocupe poco).

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