Xiaomi Redmi Note 12 Pro, análisis: más luces que sombras en el llamado a ser el rey de la gama media

Xiaomi ofrece auténticas bestias en su catáloágo de móviles de gama alta. Sin embargo, es en el rango medio donde despierta el mayor interés la compañía. Y la nueva familia 'Redmi Note' es prueba de ello. Ya probamos el Redmi Note 12 Pro+ y ahora colocamos al Redmi Note 12 Pro 5G, sin 'plus', en nuestra mesa de análisis.

Además, miramos con más interés que nunca las bondades (y no tan bondades) que nos trae este Redmi Note 12 Pro 5G. Un teléfono del que ya te avanzamos que tiene muchas cosas buenas, pero que tendrá que justificar su subida de precio, algo que comparte con sus hermanos y que sin ser tampoco sangrante, lo aleja cada vez más de ser un gama media económico.

Ficha técnica del Xiaomi Redmi Note 12 Pro 5G

Algunos pecados en diseño y pantalla, pero coronado con un sobresaliente sonido

Bordes rectos, frontal con biseles no excesivamente pronunciados y una trasera de plástico y cristal que hace efecto espejo. Este Redmi Note 12 Pro 5G se siente como un móvil cuidado en términos de diseño, salvo por una cosa ya mencionada: su cristal trasero. Atrae huellas y polvo con una facilidad pasmosa y eso al final le resta mucho al terminal. En la unidad de color negro que hemos podido probar, penaliza muchísimo y aunque esto es algo que en teoría debería ser común a todas las versiones de color, intuimos que se notará menos si el móvil es azul o blanco, por lo que es algo a tener en cuenta a la hora de tomar una decisión de compra.

Los marcos rectos que tan bien le sientan a efectos puramente estéticos tienen una contraparte, y es que hacen que el móvil se note ligeramente resbaladizo. Personalmente no he sentido un peligro real de que se me fuese a caer de la mano, pero en cualquier caso recomendaría ponerle una funda. En la caja viene una de TPU transparente que, aunque en nuestro caso no resta en aquello de evitar que la trasera se vea sucia, sí ayuda a tener un mejor agarre. Así, en todo momento se siente cómodo pese a que sus dimensiones no remen a favor de ello.

La pantalla del terminal nos ha dejado muy buenas sensaciones a nivel general. Quizás de forma predeterminada tiende a saturar ligeramente los colores, aunque no llega a ser tan problemático como para tener que cambiarlo en los ajustes. Sí destaca de manera positiva su alta tasa de refresco o su resolución FullHD+, teniendo ‌en el brillo la asignatura pendiente. En exteriores y con la luz incidiendo directamente, los 900 nits de brillo que incorpora el panel se antojan escasos. Aunque, como lo de los colores, tampoco es algo dramático. Por suerte para quien compre este terminal y desgracia de quien opte por algunos otros, los hay peores en este sentido.

Un extra que incorpora la pantalla, aunque es más por software que por hardware, es el sistema de avisos luminosos para notificaciones. No es algo que estrene este Redmi Note 12 Pro, pero siempre es interesante encontrarlo, pudiendo configurar hasta tres tipos de animaciones que harán que los laterales de la pantalla se iluminen cuando se reciba una notificación. Por supuesto, también se puede desactivar, ya que al final es un ajuste opcional (de serie viene definido en color azul).

La calidad de sonido de los altavoces es muy sorprendente en el buen sentido. Si bien no quiero pecar de exagerado y tildarlo como un sistema de altavoces propio de la gama alta, lo cierto es que no se aleja en exceso ofreciendo buenos graves y sin distorsión en sus altísimos niveles de volumen. Y como guinda del pastel, tenemos jack de 3,5 milímetros para auriculares. Aunque estos no vienen incluidos, lo cual ya no produce sorpresa desde hace unos años.

Un rendimiento muy digno para la gama media, aunque MIUI hace de las suyas

El procesador Dimensity 1080 de MediaTek que monta este Redmi Note 12 Pro 5G, y que es compartido con el Redmi Note 12 Pro+, aporta un buenísimo rendimiento en tareas pesadas. Obviamente no es el más eficiente como para acompañar también en que la temperatura no se vuelva loca, pero a fin de cuentas nos ha permitido ejecutar juegos de alta exigencia sin caídas de frames constantes.

Eso sí, por contradictorio que resulte, debemos reconocer que nos hemos encontrado cierto lag moviéndonos por el sistema. ¿De forma constante o hasta el punto de ser preocupante? No, pero no por ello dejó de resultarnos llamativo. Y es que nos ha ocurrido incluso tratando de bajar el centro de control o deslizándonos entre este y el panel de notificaciones, acciones que con 8 GB de RAM y ese procesador no deberían ser un problema en absoluto.

Respecto a los benchmark, vemos curiosamente como en algunos casos supera al modelo 'Plus' pese a compartir memorias y procesador. En cualquier caso, son diferencias pequeñas comparadas con las que arroja en la comparativa con el Xiaomi 13 Lite, modelo con el Snapdragon 7 Gen 1.

Como sensor biométrico nos encontramos un sensor de huellas lateral que resulta muy rápido y certero, ya que no ha arrojado fallos en el reconocimiento. Se podría haber esperado quizás en pantalla por este precio, pero tampoco es que sea algo común en otros dispositivos de la competencia, y en los que sí  no termina de ser un sensor tan bueno como el que se obtiene estando en el lateral. El reconocimiento facial, sin ser de lo más recomendable a efectos de seguridad por no incluir sensores 3D, también funciona bien en condiciones de buena luminosidad.

Dónde debemos dar un tirón de orejas a Xiaomi es en el software, el cual es MIUI 14, sí, pero basado en Android 12 en lugar de un Android 13 que lleva ya año y medio en el mercado. Entendemos que en algún momento esto cambiará, pero al final le resta un año de actualizaciones al dispositivo. También es reprochable lo mal optimizado que está este sistema. No es algo grave como para hacer saltar las alarmas, pero ese lag que comentábamos anteriormente tiene más relación con el software que con un procesador del que ya hemos dicho que rinde muy bien.

Mejor sabor de boca nos deja su gran autonomía, algo esperable con 5.000 mAh, pero que no por ello es menos digno de destacar al ser un móvil que perfectamente aguanta día y medio de uso sin pasar por el cargador. Con un uso intensivo y con 120 Hz pudimos llegar con un 44% a la noche (usando apps de streaming, mensajería, GPS, redes sociales y cámara). De hecho al día siguiente hubo que pegarle una buena paliza usando 'Genshin Impact' a tope para que resistiese.

En lo que a tiempos de carga se refiere, también quedamos bastante satisfechos al obtener una carga completa en menos de una hora. Extraemos también otros datos como que en un cuarto de hora obtenemos ya casi la mitad de la carga que, visto lo visto, podría ser más que suficiente si tenemos que salir de casa y tardaremos varias horas en regresar.

• 5 minutos: 16%
• 15 minutos: 44%
• 30 minutos: 76%
• 40 minutos: 92%
• 50 minutos: 98%
• Tiempo total (0-100%): 55 minutos

Buena cámara y excelente modo retrato

Hasta tres tipos de cámaras son las que nos trae este Redmi Note 12 Pro, siendo la principal la más destacada. Una lente de 50 megapíxeles con una óptica 1.0µm que cuenta con PDAF (enfoque por detección de fase) y OIS (estabilización óptica de imagen). Eso sí, de forma predeterminada esta cámara dispara en 12 megapíxeles, teniendo un modo dedicado para los 50 megapíxeles. En el resto de lentes no tenemos telefoto, algo habitual en estas gamas, pero sí un gran angular de 8 megapíxeles y un sensor de profundidad de 2 megapíxeles.

La app de cámara en sí no es nada del otro mundo, pero tiene una característica que personalmente me gusta mucho. Me refiero a poder personalizar los modos de cámara que nos encontramos al ir deslizándonos por la parte inferior. Se realiza desde 'Más', yendo a 'Editar'. Eso sí, ni los modos de 'Foto' ni 'Vídeo' se pueden mover. En cualquier caso, resulta de mucha utilidad para no tener que andar dando toques para acceder al modo de fotografía en 50 megapíxeles.

Disparamos en automático de día y nos encontramos con resultados muy buenos a todos los niveles. Lo evidente es que en el modo de 50 megapíxeles nos encontramos una mejor resolución, pero no cambia la esencia de la fotografia ni siquiera en el modo de 12 megapíxeles. Resultados nítidos, buen balance de blancos y respetando texturas. Ni una sola pega que sacar en cuanto a saturación y otros aspectos. Más si tenemos en cuenta que estamos hablando de un móvil de gama media.

La cámara gran angular con zoom 0,6x recoge el buen hacer de la principal en el tratamiento de color, pero falla en todo lo demás. La resolución es muy mala, los laterales quedan exageradamente distorsionados y el ruido abunda en cada rincón de la instantánea.

En lo que a zoom se refiere, decir que es completamente digital en ausencia de telefoto. Alcanza el 10x y, como vemos en la anterior fotografía, no es que se aprecie excesivo nivel de detalle. A efectos prácticos viene a ser lo mismo que tomar una imagen tomada con la lente principal y recortarla.

Que no te engañe la postura de selfie, las anteriores fotografías son en modo retrato con la cámara trasera. Y no sacamos ni tres, ni dos, ni una pega al recorte, ya que lo hace excelente. El sensor de profundidad hace bien su trabajo y obtenemos un muy buen resultado que incluso admite un mayor o menor grado de bokeh desde los ajustes de edición. Y esto es importante, ya que de serie tiende a difuminar en exceso el fondo (véase el ejemplo de la derecha como muestra).

No te pienses que la cosa varía en exteriores, ya que el buen hacer del sensor en el recorte queda también patente ahí. En el anterior ejemplo sí podrás comprobar mejor ese exceso de bokeh que de serie se muestra. De hecho, de primeras genera una mala impresión por eso, pero insistimos en que es editable.

El modo retrato frontal nos sirve para demostrar dos puntos débiles de la cámara frontal que vemos también cuando no son retratos. El primero es que tiende a quemar el fondo, viéndose en serias dificultades con los cielos claros. Por otro lado, vemos la evidente falta de resolución de la lente al apenas dejar detalles que no se vean pixelados. La parte positiva es que, pese a no ser perfecto como vemos en la anterior muestra, hace muy buen recorte en general. También permite modificar luego el efecto bokeh, por lo que podemos elegir el efecto que más nos guste para nuestros selfies.

La cámara principal sorprendió de noche porque, pese a no estar activado el modo nochurno, no arrojó un mal resultado del todo. Eso sí, la escena mejora considerablemente en luminosidad con este modo activo, aunque tampoco es para tirar cohetes. Podemos decir que, claramente, el modo nocturno no es lo mejor de la cámara. Así podemos apreciarlo en una escena en la que, quitando ese extra de luminosidad, apenas se captan texturas nitidas y el ruido toma todo el protagonismo.

Un sabor muy agrio es lo que nos dejó la "inexistencia" de un modo nocturno para selfies. Las comillas vienen porque si accedemos al modo nocturno con la cámara frontal observamos que es posible tomar una fotografía. Sin embargo, ni aumenta el tiempo de exposición, ni ilumina la pantalla para hacer de flash como sucede en otros terminales. De ahí que el resultado sea al final idéntico usando el modo de fotografía normal y ese nocturno. Y sí, es un resultado evidentemente malo por la falta de luz.

En el siguiente enlace puedes acceder a una galería de fotos a máxima resolución de este Xiaomi Redmi Note 12 Pro 5G, incluyendo estos y otros ejemplos.

Galería de fotos completa del Redmi Note 12 Pro

Así, podemos concluir con que la cámara principal se desenvuelve muy bien en multitud de situaciones. Como puntos fuertes nos encontramos la excelente interpretación de color, el buen detalle reflejado en el modo de 50 megapíxeles o como de noche no necesita mucho tiempo de exposición para ganar en luminosidad. La cámara selfie aprueba por los pelos por el buen nivel de recorte que ofrece en retratos, aunque suspende de forma rotunda en condiciones de baja luz por ausencia de un modo nocturno real.

Xiaomi Redmi Note 12 Pro 5G, la opinión de Xataka Android

Aunque la gama 'Redmi Note' suba de precio, demuestran que pese a todo sigue siendo una buena elección en calidad-precio. El Redmi Note 12 Pro 5G en concreto es un terminal que nos ha parecido plenamente funcional en todos los apartados, sabiendo cubrir muy bien sus defectos a base de virtudes; véanse su excelente pantalla, autonomía o cámara principal como valedores de ello.

Ahora bien, tienen la competencia en casa. Y no tanto con el Redmi Note 12 Pro+, teléfono que le mejora en cámara, sino con otros al mismo precio como el POCO F4 o el Xiaomi 13 Lite, el cual sí que es 100 euros más caro. En cualquier caso, la elección de este terminal nos parece muy interesante. Tanto o más incluso que el modelo básico o el 'Pro+'.

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