Xiaomi Redmi Note 10S, análisis: no destaca quien quiere, sino quien puede

La última generación de la exitosa gama Redmi Note de Xiaomi consta, por el momento, de cuatro modelos: el Redmi Note 10 Pro, el Redmi Note 10 en versiones 4G y 5G, y el Redmi Note 10S. Este último, que llega para suceder al Redmi Note 9S, se sitúa en el escalón intermedio de la familia, tanto por precio como por prestaciones.

La pantalla AMOLED y la carga rápida de 33 W se suman a una cámara cuádruple con sensor principal de 64 megapíxeles en la carta de presentación de esa nueva propuesta de gama media. Tras probarlo a fondo durante unos días, os contamos a continuación cómo rinde el Redmi Note 10S en cada uno de los apartados.

Ficha técnica del Redmi Note 10S

Una pantalla mejorable en un diseño que no desentona

Aunque también está disponible en Azul Océano y Blanco Piedra, la unidad que ha pasado por nuestras manos es la de color Gris Ónix. Esta tonalidad con acabado espejo dotan al terminal de una apariencia elegante, pero se ensucia con mucha facilidad: tanto las huellas como las motas de polvo tienen una presencia constante en la trasera.

La ligera curvatura de esa parte posterior, los cantos redondeados y un grosor de poco más de 8 mm hacen que resulte cómodo en la mano. El plástico es el material elegido por Xiaomi para este teléfono, lo que supone dos ventajas: el peso se queda por debajo de los 180 g y el móvil no se calienta en exceso cuando lo usamos de forma intensiva. Además, tiene certificación IP53 de resistencia frente al polvo y las salpicaduras.

El módulo de la cámara no sobresale mucho, aunque sí que se aprecia una cierta "cojera" cuando depositamos el teléfono sobre una superficie plana. El resto de la parte posterior está completamente lisa, pues el lector de huellas lo tenemos en el borde derecho del marco metálico, integrado en el botón de encendido y junto a los controles de volumen.

La bandeja de tarjetas (dos SIM + una microSD) aparece en el lado izquierdo, mientras que en el borde inferior encontramos el puerto USB-C, la toma jack de auriculares y uno de los dos altavoces (el otro está en la parte superior, junto al emisor de infrarrojos). Se agradece que Xiaomi haya dotado a este modelo de altavoces estéreo porque, a pesar de que el sonido es un poco plano, sí que enriquece la experiencia cuando jugamos, vemos vídeos o escuchamos música.

En la parte frontal, tenemos una pantalla AMOLED de 6,43 pulgadas con resolución FullHD+ (2.400 x 1.080), un contraste alto de 4.500.000:1 y un brillo de 700 nits. Ya hay modelos en este rango de precio que ofrecen una velocidad de refresco de 90 Hz, por lo que los 60 Hz del Redmi Note 10S se nos antojan un tanto escasos. No vamos a decir que la experiencia de visualización sea mala, pero podría mejorarse con una tasa más elevada, menos reflejos y un brillo automático más eficiente.

No obstante, se nota que hablamos de un panel AMOLED y se agradecen las opciones de personalización que ofrece Xiaomi en este apartado; entre otras cosas, nos permite ajustar la temperatura de color a nuestro gusto o "pedirle" que ilumine sus bordes cuando recibimos una notificación. Por cierto, el marco inferior es bastante grueso en comparación con el superior y eso hace que el aprovechamiento del frontal sea inferior a lo deseable.

La batería como punta de lanza

Una vez hemos visto cómo es el Redmi Note 10S por fuera, vamos a comprobar qué se esconde en su interior. A los mandos, tenemos el procesador Helio G95 de MediaTek, un chipset de ocho núcleos con arquitectura de 12 nm y conectividad 4G que aquí viene acompañado por 6 GB de RAM LPDDR4X.

En tareas cotidianas, se desenvuelve con soltura, aunque no va sobrado de potencia. A pesar de que sí se aprecia una ligera lentitud al abrir y cerrar algunas apps, no hemos sufrido cierres repentinos ni un retardo que entorpezca la experiencia de uso, incluso cumple en la multitarea y juegos pesados. Podemos decir, por tanto, que aprueba el apartado de rendimiento, pero no puede presumir de ello. A continuación, os dejamos los resultados de los benchmarks:

Hablemos ahora de la capa MIUI 12.5 sobre Android 11. Se trata de un software optimizado, que no penaliza el rendimiento del terminal, pero que sí trae bastante bloatware: un par de juegos, LinkedIn, eBay, TikTok, Booking, Amazon, Facebook y Netflix.

Lo bueno es que todas ellas se pueden desinstalar sin problema. También hay algunas apps duplicadas, pero a cambio, MIUI nos ofrece varias herramientas útiles y un gran abanico de opciones de personalización. De los 128 GB que tenía nuestra unidad, venían libres de inicio unos 111 GB.

Ver galería completa » Capturas de MIUI 12.5 (43 fotos)

En lo que respecta a los sistemas de autenticación biométrica, disponemos tanto de reconocimiento facial como de un lector de huellas incrustado en el botón de encendido. Ambos funcionan bien en la mayoría de ocasiones, pero es cierto que el primero muestra algunas dificultades para reconocer nuestro rostro en la oscuridad y el segundo es un poco lento.

Pasamos al apartado de la autonomía, una prestación que cada vez está ganando mayor protagonismo en los modelos de este rango de precio. Y el Redmi Note 10S no es una excepción. Monta una batería de 5000 mAh que, incluso con un uso intensivo, supera sin problemas una jornada de uso y llega a alcanzar dos días si no le damos una caña excesiva. De media, hemos obtenido 10 horas de pantalla.

Y si hablamos de la autonomía, no podemos pasar por alto otro de los puntos fuertes de este teléfono: la carga rápida de 33 W. Con el cargador incluido, es capaz de recargarse por completo en unos 75 minutos. ¿Tienes prisas? No hay problema: el Redmi Note 10S pasa del 0 al 30% en menos de 15 minutos y al 65% en media hora.

El número de cámaras y de megapíxeles no importa

Como equipo fotográfico del Redmi Note 10S tenemos una cámara trasera cuádruple formada por un sensor principal de 64 megapíxeles f/1.79, un gran angular de 8 megapíxeles f/2.2 y dos sensores más de 2 megapíxeles f/2.4, uno para fotografía macro y el otro para la lectura de la profundidad. La cámara frontal, por su parte, está compuesta por un único sensor de 13 megapíxeles f/2.45.

La app de la cámara resulta familiar para cualquier usuario acostumbrado a MIUI: intuitiva, sencilla y con accesos directos a los principales modos y funciones. En el carrusel (editable), tenemos los modos Pro, Vídeo, Foto, Retrato y la pestaña Más, donde podemos encontrar, entre otros, los modos Nocturno, 64 MP, Panorámica, Time-Lapse o Cámara lenta. Además, tenemos accesos directos al flash, el zoom, el HDR y la IA (que detecta la escena y aplica los ajustes oportunos). El modo Macro y el temporizador están escondidos en el menú de hamburguesa.

De día, podemos decir que la cámara principal aprueba en lo que a calidad de imagen se refiere, aunque el rango cromático es un poco pobre y la falta de nitidez y detalle es evidente si ampliamos la imagen. no obstante, la inteligencia artificial es bastante eficiente reconociendo escenas y el HDR hace un buen trabajo, especialmente a la hora de salvar el azul del cielo. Lo recomendable es mantenerlo activado.

Este modelo no dispone de zoom óptico, y el zoom digital penaliza, como es habitual, el nivel de detalle, por lo que no es aconsejable recurrir a él. Para obtener una ampliación, es mejor disparar en modo 64 MP y hacer un recorte. El gran angular, por su parte, no deforma en exceso la imagen, pero sí que acentúa el efecto acuarela y apaga un poco los colores. ¿Y el modo Macro? Es prescindible, peca mucho de falta de nitidez.

El modo Retrato nos permite ajustar el desenfoque del fondo a nuestro gusto, pero hemos de decir que genera un recorte del primer plano un tanto artificial. Una vez más, se aprecia un problema de nitidez y de un rango cromático mejorable, aunque, eso sí, los tonos de piel son correctos.

Cuando se hace de noche, la falta de nitidez y detalle salta a simple vista, igual que el efecto acuarela. El balance de blancos también es erróneo y nos devuelve un tono amarillento generalizado con unos colores bastante planos. El modo Nocturno resulta imprescindible si queremos salvar algo de detalle en zonas oscuras, pero el ruido hace acto de presencia.

Damos la vuelta al teléfono para hacernos un selfie y ¿qué nos encontramos? Unos autorretratos con los mismos problemas que hemos visto en la cámara trasera: poca nitidez, falta de detalle, colores apagados y un fondo sobreexpuesto en la mayoría de escenas. En el modo Retrato, la cámara frontal recurre al software para desenfocar el fondo y sufre para distinguir elementos como las gafas o el pelo.

El modo Nocturno no está disponible en la cámara frontal, así que nos tenemos que conformar con el modo Foto (automático) para obtener selfies de noche. Y el resultado son unos autorretratos llenos de ruido, sin detalle y con unos colores aún más apagados. Del fondo apenas se rescata nada, así que podemos concluir que la cámara frontal, de noche, sólo devuelve imágenes testimoniales.

La grabación de vídeo tampoco es uno de los puntos fuertes de este móvil. El Redmi Note 10S admite una calidad máxima de 4K a 30 fps o de 1080p a 60 fps. No cuenta con estabilizador óptico, pero permite algo de juego gracias a la opción de grabar a cámara lenta, hacer vídeos cortos, capturar un Time-Lapse e incluso aplicar filtros o un embellecedor a nuestras grabaciones.

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Redmi Note 10S, la opinión de Xataka Android

Una vez más, Xiaomi nos propone un modelo que se caracteriza por su buena relación calidad-precio, al menos, sobre el papel. El Redmi Note 10S puede sacar pecho en autonomía y rendimiento, con mención especial a la carga rápida y a las opciones de personalización que nos brinda MIUI. Su diseño y su pantalla tampoco desentonan en el conjunto, aunque hubiera sido deseable una frecuencia de refresco más elevada.

El punto débil de este teléfono reside en sus cámaras, que obtienen un aprobado justito de día pero suspenden de noche. Estos dos últimos factores sumados a la ausencia de 5G impiden que el Redmi Note 10S se imponga como una de las opciones más destacadas en este rango de precio. ¿Es un mal teléfono? No, ni mucho menos. Pero en el mercado existen fuertes competidores por poco más de los 250 euros que cuesta el modelo base. Y no hay que irse muy lejos, que dentro del catálogo de Xiaomi y, más concretamente, de POCO, hay modelos que pueden hacerle sombra.