El Xiaomi Mi A2 llegó en 2018 para continuar la buena senda iniciada por el Xiaomi Mi A1, primer modelo con Android One de la compañía china, y terminó convirtiéndose en uno de los modelos con mejor relación calidad-precio del año pasado. Ahora, el Xiaomi Mi A3 acaba de aterrizar en el mercado dispuesto a repetir ese éxito de crítica y ventas obtenido por la segunda generación.
Cumpliendo prácticamente todo lo que se había filtrado, este nuevo modelo se presenta como la versión global y con Android One del Xiaomi CC9e, lanzado en China a primeros de julio. Muchos son los apartados en los que ha mejorado respecto al Mi A2, pero también hay alguno en el que, lamentablemente, Xiaomi se ha visto obligada a hacer algún "recorte" para mantener ese precio tan agresivo con el que salió al mercado su antecesor. Porque, efectivamente, el Xiaomi Mi A3 arranca de nuevo en los 249 euros. ¿Será un digno heredero? Lo comprobamos:
Ficha técnica del Xiaomi Mi A3
XIAOMI MI A3 | |
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PANTALLA | AMOLED HD+ de 6,088 pulgadas (19,5:9) |
PROCESADOR | Snapdragon 665 |
RAM | 4 GB |
ALMACENAMIENTO | 64 GB (más micro SD hasta 256 GB) |
SOFTWARE | Android 9 Pie (Android One) |
CÁMARA FRONTAL | 32 MP |
CÁMARA TRASERA | 48 MP + 8 MP + 2 MP |
BATERÍA | 4.030 mAh con carga rápida 18W |
DIMENSIONES Y PESO | 153,48 x 71,85 x 8,475 mm 173,8 g |
OTROS | Lector de huellas en pantalla, reconocimiento facial, USB-C, dual SIM, jack 3,5 mm |
PRECIO |
Xiaomi MI A3 4 GB + 64 GB Teléfono móvil Snapdragon 665 Núcleo Octa 4030 mAh + 32 MP Pantalla de la cámara AMOLED (Versión Global) Azul
Más atractivo, menos resistente
Las primeras impresiones que nos transmitió el Xiaomi Mi A3 durante el evento de lanzamiento en España ya fueron positivas en lo que a diseño se refiere. Y ahora que hemos podido pasar más tiempo con él, nos las ha corroborado. A diferencia del aluminio con acabado mate del Mi A2, Xiaomi ha optado en esta ocasión por una construcción de cristal con unos bordes metalizados, unas esquinas redondeadas y un acabado brillante.
Basta con sostener unos segundos el terminal para darse cuenta de que resulta atractivo a la vista y agradable al tacto a partes iguales. La unidad que nos ha tocado analizar es la de color azulón y hemos de reconocer que los reflejos en forma de ondas que se generan cuando incide la luz en el terminal son muy resultones. Además, el tratamiento oleofóbico es bastante efectivo en este color (mucho más que en el grisáceo, por cierto) y las temidas huellas no se notan tanto como en otros teléfonos de acabado similar.
Sin embargo, esa construcción de cristal y esa trasera curvada, sumados a un peso y un grosor que, como veremos después, están por debajo de la media, provocan que el teléfono se deslice y se escurra con mucha facilidad. Por suerte, no se nos ha caído ninguna vez (aunque ha estado a punto en repetidas veces), pero la sensación de fragilidad que transmite es algo que no podemos pasar por alto. Nuestra recomendación: usa la funda que viene de serie para evitar un disgusto, aunque eso suponga renunciar a la belleza de su trasera.
Si nos fijamos en sus marcos, tenemos el conector USB-C y el altavoz en la parte inferior, mientras que la toma jack para auriculares, el sensor de infrarrojos y el micrófono de cancelación de ruido se ubican en el borde superior. El lateral derecho está reservado para los controles de volumen y el botón de encendido, y en el izquierdo se encuentra la ranura de tarjetas. En este sentido, el Mi A3 cuenta con una bandeja doble, de forma que podemos elegir si metemos en ella dos tarjetas nano SIM o una nano SIM y una micro SD.
En la parte trasera, ha desaparecido el lector de huellas que sí teníamos en sus antecesores (y que ahora está integrado en la pantalla), por lo que nos queda una superficie completamente lisa, a excepción de la triple cámara, que está alineada verticalmente en la esquina superior izquierda.
Los tres sensores están alojados en un módulo que sobresale del cuerpo, lo que provoca que se acumule suciedad en su contorno, que pueda sufrir algún arañazo y que el terminal "cojee" ligeramente cuando lo dejamos sobre una superficie lisa.
Si damos la vuelta al teléfono y observamos su parte frontal, nos encontramos una pantalla con notch en forma de gota que lo diferencia bastante de sus predecesores. Xiaomi presume del cristal Corning Gorilla Glass 5 tanto en la trasera como en la pantalla, algo que, en teoría, debería ser sinónimo de resistencia. Sin embargo, en solo unos días de uso, ya hemos observado la aparición de ligeros arañazos en el panel.
Los marcos laterales de esa pantalla son relativamente ajustados, aunque el inferior, sin llegar a ser exagerado para un móvil de gama media, sí que es algo más grueso. Todo ello le otorga al Xiaomi Mi A3 un aprovecahmiento del frontal superior al de su antecesor y en línea con otros modelos con las mismas pulgadas (o similares) que podemos encontrar en el mercado:
XIAOMI MI A3 | XIAOMI MI A2 | HUAWEI P30 LITE | SONY XPERIA 10 | MOTO G7 PLUS | GOOGLE PIXEL 3A XL | |
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PANTALLA | 6,088 pulgadas HD+ | 5,99 pulgadas | 6,15 pulgadas FullHD+ | 6 pulgadas FullHD+ | 6,2 pulgadas FullHD+ | 6 pulgadas FullHD+ |
RATIO PANTALLA/FRONTAL | 80,3% | 77,4% | 84,2% | 79,4% | 81,4% | 76% |
DIMENSIONES | 153,48 x 71,85 x 8,475 mm | 158,7 x 75,4 x 7,3 mm | 152,9 x 72,7 x 7,4 mm | 156 x 68 x 8,4 mm | 157 x 75,3 x 8,3 mm | 160,1 x 76,1 x 8,2 mm |
PESO | 173,8 g | 168 g | 159 g | 162 g | 176 g | 167 g |
Como vemos en la tabla, el Xiaomi Mi A3 no puede presumir precisamente de un grosor fino (8,475 mm) y un peso ligero (173,8 g), pero en la mano se siente cómodo e incluso da la sensación de ser más delgado y liviano de lo que reflejan las cifras.
La pantalla como punto débil
El Mi A3 incorpora un panel AMOLED de 6,088 pulgadas con una relación de aspecto de 19,5:9 y, como decíamos, un notch en forma de gota. Hasta aquí, todo bien, pero llegamos al punto que ha generado cierta controversia desde su presentación: para sorpresa (y decepción) de muchos, Xiaomi ha optado en esta ocasión por la resolución HD+.
Esto supone un paso hacia atrás respecto a sus antecesores, ya que el Mi A2 contaba con un panel FullHD+ y el Mi A1 disponía de una pantalla FullHD. El motivo, según nos explicaron desde la propia marca, es que, para mantenerse en ese rango de precio, "no se puede tener todo", y han preferido priorizar otros apartados como la cámara y la autonomía.
Y en el día a día, ¿se nota mucho la diferencia respecto a una pantalla FullHD+? Si ponemos el Mi A3 junto a otro teléfono con esa resolución, sí se nota, y mucho. La nitidez que aportan esos 1.560 x 720 píxeles es mejorable (sobre todo, a la hora de leer textos o ver vídeos), pero para muchos usuarios que no estén habituados a mayores resoluciones, no debería suponer un gran problema.
En cualquier caso, hablamos una pantalla AMOLED, con las virtudes que eso conlleva en términos de contraste. Lo que sí hemos apreciado es un ligero pixelado cuando la observamos de cerca, que se traduce en un dentellado en algunas zonas, como en la que rodea al notch. Esto es debido a que el panel AMOLED cuenta con una matriz PenTile, que tiene dos subpíxeles por cada píxel, en lugar de tres, pero tampoco es algo que salte a simple vista
En exteriores, la visualización de la pantalla es mejor de lo que parece en la imagen, aunque el brillo máximo se nos antoja algo corto. Respecto al brillo automático, las transiciones son algo lentas, pero óptimas, igual que los ángulos de visualización y la respuesta táctil, correctos en ambos casos.
No ocurre lo mismo con los colores, que no se muestran demasiado realistas. Es algo que podríamos corregir si estuviéramos hablando de un modelo con MIUI, la capa de Xiaomi, pero es este caso, estamos ante un terminal Android One que no nos permite ajustar la temperatura de color, el contraste ni la saturación. Ya sabemos que en este sentido Google no ofrece muchas opciones de personalización más allá de la luz nocturna, el brillo automático, el tema oscuro o la pantalla ambiente.
Llegados a este punto, tenemos que detenernos en un aspecto que, si bien no está ligado a la calidad de visualización que ofrece la pantalla del Mi A3, sí que forma parte de esta última. Hablamos del lector de huellas dactilares, que en el Mi A2 estaba ubicado en la parte trasera y en este Mi A3 ha pasado a integrarse bajo la pantalla.
Este lector, según Xiaomi, incorpora una lente óptica capaz de detectar píxeles de hasta 7,2 µm, pero hemos comprobado que su funcionamiento es más lento y más impreciso que los lectores físicos. Una vez añadida la huella (proceso relativamente sencillo y rápido), cada vez que tengamos el móvil bloqueado y lo toquemos o lo levantemos, aparecerá un símbolo para indicarnos dónde colocar el dedo. Al pulsarlo, se enciende una luz azulada y una animación nos muestra que se está realizando la lectura.
Esa lectura de la huella, como decíamos, es bastante lenta y no siempre nos ha reconocido el dedo al primer intento. En cualquier caso, se agradece que Xiaomi haya dotado al Mi A3 de una tecnología que, aunque aún está dando sus primeros pasos, se postula como el futuro a corto plazo en los teléfonos de gama media y gama alta. Además, también tenemos a nuestra disposición el reconcimiento facial, que es un método más inseguro, sí, pero hay que reconocer que en este teléfono funciona correctamente.
Pequeño -pero suficiente- salto en rendimiento
Pasamos ahora al apartado del rendimiento. Aquí, el Xiaomi Mi A3 llega con el procesador Snapdragon 665 de Qualcomm, un cerebro de 11 nanómetros con cuatro núcleos Kryo 260 que corren a 2 GHz y otros cuatro núcleos Kryo 260 a 1,7 GHz. Le acompañan la GPU Adreno 610, 4 GB de RAM y 64 GB de almacenamiento interno, de los cuales, quedan libres al inicio algo más de 48 GB. Esa capacidad es posible ampliarla con una tarjeta micro SD hasta 256 GB y próximamente, además, saldrá a la venta también una variante con 128 GB.
A pesar de que muchos esperaban ver a bordo del Mi A3 el Snapdragon 710, el rendimiento que nos ofrece la combinación de este Snapdragon 665 con los 4 GB de RAM es de notable alto. Es cierto que no supone un gran salto respecto al Snapdragon 660 que montaba su antecesor, pero el Mi A3 nos ha brindado una experiencia muy fluida en el día a día, sin retardos ni cierres repentinos al movernos por los menús, al navegar por Internet o al abrir y cerrar aplicaciones.
También se ha comportado correctamente en la multitarea y en la reproducción multimedia, e incluso se ha desenvuelto con soltura en juegos como el 'Asphalt 8: Airborne' (curiosamente, 'Asphalt 9: Legends' no es compatible con este terminal). Además, el Mi A3 hace un buen trabajo a la hora de disipar el calor y no se calienta demasiado aunque lo sometamos a tareas exigentes.
El mérito de este rendimiento no lo tiene solo el Snapdragon 665, sino que a ello contribuyen dos factores importantes: por un lado, que hablamos de una pantalla HD (lo que antes era un defecto, ahora se convierte en virtud), y por otro, que estamos ante un móvil con Android One. Ambos aspectos generan una carga mucho menor al sistema que el FullHD y MIUI respectivamente. A continuación, os dejamos una tabla comparativa con los benchmarks de otros modelos similares:
XIAOMI MI A3 | XIAOMI MI A2 | XIAOMI REDMI NOTE 7 | HUAWEI P30 LITE | SAMSUNG GALAXY A50 | |
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PROCESADOR | Snapdragon 665 | Snapdragon 660 | Snapdragon 660 | Kirin 710 | Exynos 9610 |
RAM | 4 GB | 4 GB | 4 GB | 4 GB | 4 GB |
ANTUTU | 140.138 | 127.610 | 142.445 | 131.268 | 146.957 |
GEEKBENCH (SINGLE/MULTI) | 1.525 / 5.624 | 1.626 / 4.286 | 1.631 / 5.670 | 1.550 / 5.499 | 1.710 / 5.497 |
PCMARK WORK | 6.564 | 6.332 | 6.335 | 5.872 | 5.556 |
Como vemos, el rendimiento que entrega el Snapdragon 665 en este Xiaomi Mi A3 se sitúa un pequeño paso por delante del que ofrecía su antecesor, con el Snapdragon 660, y está al nivel del que podemos encontrar en otros procesadores similares como el Kirin 710 de Huawei o el Exynos 9610 de Samsung. ¿Habría sido deseable el Snapdragon 710? Por supuesto. ¿Y algo más de RAM? Es obvio que también. Pero entonces estaríamos hablando de otra categoría y de un precio superior. Por 249 euros, el rendimiento que nos da este Mi A3 es más que satisfactorio.
Android puro con sus virtudes, defectos y algún añadido
Si hay algo que distingue a la familia Mi A del resto de gamas de Xiaomi es, precisamente, Android One, un software básico y ligero que nos brinda una experiencia pura y limpia de Android, además de garantizarnos dos años de actualizaciones el sistema y tres años de actualizaciones de seguridad.
Estamos ante un teléfono que sale de la caja con Android 9 Pie junto al parche de seguridad de junio, sin añadidos estéticos y con todas las aplicaciones que obliga a instalar Google. En total, el sistema ocupa 15,13 GB, por lo que, de inicio, nos deja libres 48,7 GB de almacenamiento interno. En teoría, debería venir libre de bloatware, pero en la práctica, el Mi A3 lleva un cajón con dos apps cortesía de la compañía china (Mi Communnity y Tienda Xiaomi) y otras dos apps de terceros: Amazon y AliExpress.
A ellas, en nuestro caso, se añade la app de Movistar, el operador de la tarjeta SIM que le insertamos para probarlo. ¿Lo bueno? Que tanto esta última como las cuatro aplicaciones mencionadas pueden desinstalarse sin problemas. Al margen de eso, salvo algún apartado propio en los ajustes y la aplicación de la cámara, tenemos la experiencia de usuario a la que nos tiene acostumbrados Google.
Android One, como siempre decimos, tiene sus ventajas y sus desventajas. Por un lado, nos ofrece una interfaz familiar, perfectamente reconocible, y una experiencia estable y fluida, sin apps duplicadas ni aditivos que sobrecarguen el sistema. Pero por otro, las opciones de personalización son mínimas y muchos usuarios acostumbrados a MIUI echarán de menos algunas posibilidades que nos ofrece la capa de personalización de Xiaomi. Una capa que, a estas alturas, ha madurado bastante.
Sobresaliente en autonomía
Nos toca ahora hablar de una prestación fundamental para muchos: la autonomía. En este sentido, el Mi A3 incorpora una batería de 4.030 mAh que, según Xiaomi, alcanza hasta 20 días en espera, 30 horas de tiempo de llamada y 13 horas de juego. En nuestras pruebas, sin llegar a esos registros, sí que hemos constatado que ofrece una gran autonomía.
El Xiaomi Mi A3 es capaz de llegar perfectamente al final de la jornada haciendo un uso intensivo (unas 7-8 horas de pantalla con el brillo automático) y de superar los dos días de autonomía con un uso moderado (unas 3-4 horas de pantalla al día). Para ser más concretos, media hora con la pantalla encendida con el brillo al máximo y conectado a una red WiFi, apenas merma la autonomía en un 3%.
Y otro ejemplo: 30 minutos de reproducción de vídeo en streaming (vía WiFi) a pantalla completa y con el brillo y el volumen al máximo, solo consumen un 6% de la batería. Pero no nos engañemos, este gasto energético tan reducido no se debe solo a la capacidad de la batería, sino a un software y una pantalla (HD+) que no exigen demasiados recursos en este sentido.
Además, el Mi A3 incorpora lo que Google denomina 'Batería inteligente', una especie de gestor de la batería que va aprendiendo cómo utilizamos las diferentes aplicaciones y limita el consumo de energía en aquellas que usamos con menos frecuencia.
Asimismo, dispone de un modo 'Ahorro de batería' que desactiva algunas funciones y limita determinadas apps para aumentar la autonomía; este modo es posible activarlo manualmente en cualquier momento o programarlo para que se active automáticamente cuando la batería restante descienda por debajo de un porcentaje determinado (que puedes ajustar entre el 5 y 75%).
Otro detalle importante de este apartado es que el Xiaomi Mi A3 cuenta con un puerto USB-C y admite la carga rápida de 18 W, pero eso sí, para disfrutar de ella, es necesario adquirir por separado un cargador de esas características. El que viene incluido en la caja es de 10 W y, según nuestras pruebas, tarda alrededor de 2 horas en dotar al teléfono de una carga completa (desde el 0% y con el móvil apagado).
Triple cámara, Inteligencia Artificial y grandes posibilidades
Pasamos al apartado fotográfico, faceta en la que Xiaomi ha puesto el foco (y nunca mejor dicho) en esta tercera generación de la familia Mi A. Si empezamos por la cámara trasera, los dos sensores de su antecesor han dado paso en el Mi A3 a una configuración triple formada por un sensor principal de 48 megapíxeles con apertura f/1.79, un sensor secundario de 8 megapíxeles con ultra gran angular de 118 grados y un tercer sensor de 2 megapíxeles que se ocupa de la profundidad.
Para la cámara frontal, Xiaomi ha vuelto a apostar por un único sensor con apertura f/2.0, pero ha elevado la resolución hasta los 32 megapíxeles. Tanto la cámara trasera como la frontal recurren a la tecnología Pixel Binning para combinar cuatro píxeles en uno más grande; también se apoyan en la Inteligencia Artificial para la detección automática de escenas y el modo retrato.
La aplicación de la cámara, como hemos comentado antes, es uno de los pocos aspectos en los que se nota el sello de Xiaomi, por lo que nos encontramos una interfaz bastante intuitiva (que ya hemos visto en otros modelos de la marca con MIUI), con iconos sencillos y accesos directos a las principales funciones (flash, IA, etc.) y modos de disparo.
En la cámara trasera, tenemos un total de siete modos: Vídeo Corto, Vídeo, Foto, Retrato, Nocturno, Panorámica y Pro. En el modo Foto es donde podemos jugar con el gran angular disparando a 0,6X, 1X o 2X, mientras que en el modo Retrato, disponemos de un embellecedor, filtros y la posibilidad de controlar la profundidad de campo para ajustar el efecto bokeh a nuestro gusto.
El modo Pro, por su parte, es el que nos permite hacer las fotos de 48 megapíxeles (por defecto se hacen a 12 megapíxeles) y ajustar manualmente la velocidad de exposición, la apertura del diafragma, el balance de blancos, la sensibilidad y la lente: amplio o ultra amplio.
¿Y cómo se comporta esta cámara? En situaciones de iluminación favorable, tanto el nivel de detalle como el rango dinámico son bastante buenos, especialmente, si activamos la Inteligencia Artificial. Ésta está disponible en los modos de Foto y Retrato, y es capaz de reconocer automáticamente 27 escenas diferentes para aplicar los ajustes oportunos. El enfoque automático también destaca por su rapidez, precisión y distancia mínima de enfoque.
Lo mismo sucede si activamos el HDR en situaciones de contraluz o en atardeceres, por ejemplo. Como vemos en las imágenes, nos permite obtener algo más de detalle en las zonas oscuras sin penalizar por ello la nitidez y el rango dinámico.
¿Y cómo trabaja por la noche? Por un lado, si tenemos la Inteligencia Artificial activada en el modo Foto, el Mi A3 detecta las escenas nocturnas y mejora en cierta medida el resultado, aunque la calidad de la foto se ve mermada. Y por otro, disponemos de un modo Nocturno dedicado que, si bien es demasiado lento al registrar la captura y genera un ruido evidente, consigue salvar el detalle en las zonas más oscuras. El resultado, en cualquier caso, es bastante bueno para un móvil que, no lo olvidemos, cuesta 249 euros.
En cuanto al zoom, en el modo Foto, como decíamos, tenemos la posibilidad de disparar con la lente gran angular de 118 grados (0,6X) y con el zoom digital de 2X. En el primer caso, el del gran angular, el Mi A3 lleva a cabo una corrección de distorsión en los bordes cuya efectividad varía en función de la escena. Eso sí, el nivel de detalle y el rango dinámico sí se ven afectados, igual que sucede en el zoom digital 2X.
¿Qué ocurre si estiramos ese zoom? La pérdida de detalle y el ruido van aumentando hasta tal punto que es mejor no superar esos dos aumentos. Hay que tener en cuenta que no hablamos de un zoom óptico ni un zoom híbrido, sino de un zoom digital, por lo que la calidad de la imagen a 8X (que es el máximo que nos permite) desciende considerablemente.
Pasamos ahora al modo Retrato, donde el Xiaomi Mi A3 pone a nuestra disposición la posibilidad de ajustar la profundidad de campo (f/1.0-f/16) para lograr un desenfoque del fondo (efecto bokeh) a nuestro gusto. El resultado, incluso cuando llevamos al máximo el desenfoque del fondo, es bastante natural y preciso, con unos bordes algo difuminados, pero no en exceso.
Ese modo Retrato también nos permite aplicar un efecto Belleza (regulable) y un total de doce filtro artísticos. El embellecedor, como suele ser habitual, es mejor aplicarlo en su justa medida si no queremos quedar demasiado artificiales.
Pasamos ahora a la cámara frontal, donde encontramos cinco modos de disparo, Vídeo Corto, Vídeo, Foto, Retrato y Panorámica, además de la posibilidad de activar el espejo (para invertir la imagen) o de disparar mostrando la palma de la mano a la cámara.
En condiciones favorables de iluminación, los resultados obtenidos con la cámara frontal son bastane buenos en lo que respecta al nivel de detalle, aunque en lo referente al rango dinámico, los colores son mucho más planos que en la cámara trasera; también hemos apreciado algo de sobreexposición.
En el modo Foto, tenemos disponibles el HDR, la Inteligencia Artificial (que de nuevo conviene dejar activada), el flash (función que ejerce la propia pantalla) y doce filtros artísticos. Además, existe la posibilidad de aplicar un efecto Belleza en el que podemos regular tres apartados: la suavidad del rostro, su esbeltez y los ojos grandes. El resultado de este efecto llevado al máximo es una caritura de nosotros mismos, pero aplicado de manera comedida, no está mal.
En el Modo Retrato, también disponemos de la ayuda de la IA, el flash, los filtros, un embellecedor regulable (más sencillo que el del modo Foto) y, como gran atractivo, la posibilidad de desenfocar el fondo. Como dispone de un único sensor, la cámara frontal se ve obligada a recurrir a la IA para lograr el efecto bokeh, pero también nos permite ajustar el desenfoque a nuestro gusto (f/1.0-f/16). Los resultados son bastante buenos para un terminal de esta categoría, especialmente, en la definición de los bordes del primer plano.
Por la noche o en situaciones con poca luz, la cámara frontal del Xiaomi Mi A3 realiza un buen trabajo, a pesar de que no cuenta con un modo Nocturno. Aquí, la ayuda de la Inteligencia Artificial y un flash en pantalla que no quema nuestro rostro son fundamentales para lograr un buen nivel detalle y unos colores muy naturales, tanto en el modo Retrato como en el modo Foto.
Por último, no queríamos dejar de hablar del modo Panorámica (Panorama Selfie), que permite girar la cámara a ambos lados mientras nos hacemos un autorretrato para abrir el ángulo de visión e incluir más elementos en la foto (más amigos o más fondo, según la situación). Tiende a la sobreexposición y, salvo que gires la cámara totalmente recta, deforma los laterales, pero tiene su gracia. Eso sí, en este modo, olvídate del flash, la Inteligencia Artificial, el efecto Belleza y el desenfoque del fondo.
En lo referente al vídeo, el Xiaomi Mi A3 graba en 4K a 30 fps (1080p a 60 fps) y dispone de dos modos: Vídeo (con posibilidad de usar el flash, hacer un Time-Lapse o grabar a cámara lenta) y Vídeo Corto (también con flash y con seis filtros artísticos diferentes).
En ambos casos, es posible jugar con las lentes para grabar a 0,6X, 1X o 2X. En nuestras pruebas, hemos observado un trabajo muy mejorable en la estabilización de imagen, pero tenemos entendido que es un problema común en más terminales, por lo que suponemos que Xiaomi corregirá pronto este inconveniente mediante una actualización del firmware.
Xiaomi Mi A3, la opinión de Xataka Android
Si hubo algo que caracterizó al Xiaomi Mi A2 el año pasado es que entró por la puerta grande en el club de los móviles que cumplen "la triple B" (bueno, bonito y barato), un club al que, por cierto, ya pertenecía su antecesor, el Mi A1. ¿Podemos incluir en él a esta tercera generación de la familia? En nuestra opinión, sí.
Es cierto que Xiaomi ha dado un paso atrás en la pantalla y que, por desgracia para la mayoría, sigue sin integrar la conectividad NFC. También hay que reconocer que en lo que respecta al rendimiento, la evolución no ha sido tan grande como se esperaba. ¿Significa esto que Xiaomi está descuidando sus terminales Android One para centrarse en MIUI como muchos dicen? Para nada.
La compañía ha apostado por mejorar, principalmente, tres apartados, diseño, cámaras y autonomía, y podemos afirmar que lo ha conseguido. El Mi A3 tiene una apariencia premium, una autonomía y un rendimiento fotográfico más propios de la gama alta que de un modelo que cuesta, no lo olvidemos, 249 euros.
A ese equilibrio de prestaciones hay que añadir la apuesta segura de Android One, sinónimo de fiablidad, sencillez y actualizaciones. En definitiva, estamos ante un modelo que se vuelve a postular un año más como candidato a superventas de 2019. ¿Conseguirá imponerse en el rango de 200 a 300 euros como hizo su antecesor? El tiempo lo dirá, pero, como ya apuntamos en las primeras impresiones, es probable que su principal problema resida en las alternativas que propone la propia compañía: el Redmi Note 7 por 50 euros menos o el Xiaomi Mi 9T por 80 euros más.
8.5
A favor
- Gracias a la Inteligencia Artificial, la calidad de ambsa cámaras está por encima de la media.
- Regreso de la toma jack y buen trabajo en diseño.
- Admite la carga rápida y ofrece una autonomía más que suficiente para acabar el día.
En contra
- Poca evolución en el procesador y paso atrás en la calidad de la pantalla.
- Lentitud e imprecisión del lector de huellas.
- Ausencia de NFC.
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