Llevamos tiempo asistiendo al lanzamiento de líderes de catálogo con precios cada vez más elevados, y ya no nos extraña en absoluto ver modelos que rozan los 1.000 euros de precio en Europa, ya sea por encima o por debajo. De ahí que fabricantes como Xiaomi sigan creciendo, aprovechando el hueco que queda por debajo de estos otros, ofreciendo flagships competitivos con muchas bondades y precios realmente irresistibles.
Es el caso del último Xiaomi Mi 9, el actual líder del ejército de Xiaomi con permiso del Mi MIX 3 5G que aún no está en circulación, y que ha llegado haciendo lo que mejor saber hacer, ofreciendo un equipamiento de primera a un precio ridículo. Pero, ¿es realmente un equipamiento de primera? Eso es lo que trataremos de discernir a lo largo de este análisis en profundidad. Pongamos al Mi 9 sobre la mesa de pruebas y empecemos.
Análisis en vídeo del Xiaomi Mi 9
Xiaomi Mi 9, las especificaciones técnicas
Xiaomi Mi 9 |
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Pantalla |
Super AMOLED 6,39" |
Procesador |
Snapdragon 855 a 2,84GHz |
Versiones |
6GB/64GB |
Sistema operativo |
Android 9 Pie |
Cámaras traseras |
48 megapíxeles f/1.8 |
Cámara frontal |
20 megapíxeles f/2.0 |
Batería |
3.300 mAh |
Conectividad |
4G |
Otros |
Lector de huellas bajo la pantalla |
Dimensiones y peso |
157,5 x 74,7 x 7,6 milímetros |
Precio |
6/128GB: 449 euros en TuImeiLibre |
Diseño: el espíritu de Xiaomi adoptando las principales tendencias
Xiaomi ya lleva tiempo colocando cristal por todas partes en sus líderes de catálogo, así que no extraña en absoluto que el Xiaomi Mi 9 también siga la estela de sus hermanos y padres. Un material más frágil que otros que han ido cayendo en el camino de la evolución de los teléfonos pero que tiene alguna que otra ventaja, como la mejora del agarre y la posibilidad de incluir carga inalámbrica. Lo primero no está demasiado bien conseguido aquí, pues el modelo es algo resbaloso, pero lo segundo sí se aprovecha. Pero ya lo veremos en el apartado de batería.
Siendo de cristal, Xiaomi ha tratado de proteger el teléfono en la medida de lo posible. Por eso ha colocado Gorilla Glass 5 sobre toda la trasera, y Gorilla Glass 6 sobre la pantalla. Dureza y resistencia a arañazos, pero que sin embargo lo logra evitar que las huellas aparezcan con relativa facilidad. Cierto es que menos que en otros modelos que hemos probado, pero aquí jugamos en terreno del cristal y las huellas aparecen. Sobre todo en el modelo de color negro, pese a ser el más elegante.
Altura (mm) | Anchura (mm) | Grosor (mm) | Peso (gr) | Pantalla | |
---|---|---|---|---|---|
Xiaomi Mi 9 | 157,5 | 74,7 | 7,6 | 173 | 6,39 |
Samsung Galaxy S10+ | 158 | 73,8 | 8,5 | 189 | 6,2 |
iPhone XS Max | 157,5 | 77,4 | 7,7 | 208 | 6,5 |
Sony Xperia 1 | 167 | 72 | 8,2 | 180 | 6,5 |
Huawei P30 Pro | 158 | 73,4 | 8,4 | 192 | 6,47 |
En cuanto a la construcción del propio teléfono, mantiene la esencia de las generaciones anteriores incorporando las tendencias que inundan ahora el mercado. Tenemos así un teléfono cuya trasera es ligeramente curva, más pronunciada en los marcos, y que no se diferencia en exceso de las propuestas del Mi 6 y el Mi 8, por citar a sus antepasados. Sin embargo, el orificio para las cámaras trasero aumenta para albergar una tercera lente (que siguen sobresaliendo) y el lector de huellas desaparece del cuerpo. Ahora lo tenemos en la pantalla, y así ganamos una carcasa trasera bastante limpia.
Tenemos un botón lateral para el asistente, pero es fácilmente ignorable en el día a día si lo deseamos
Otra de las tendencias incorporadas es la del botón para el asistente que ahora tenemos en el marco izquierdo, y que es un buen pie para entrar a hablar de la distribución. Una distribución bastante clásica, por cierto, con las botoneras centradas en el marco derecho, salvo el botón del asistente que comentábamos, y el puerto USB C en la parte inferior. En el marco superior podemos ver micrófonos de reducción de ruido, y lo que no hay por aquí es jack para auriculares. El sonido en el Mi 9 es Bluetooth o pasa por el puerto USB C. Eso sí, tenemos un conversor en la caja por si seguimos usando auriculares con jack, que seremos la mayoría.
Ahora podemos centrarnos un poco en el frontal, donde Xiaomi trata de llevar los marcos al mínimo con cierto éxito, pues aunque hablan de un aprovechamiento del 90,7%, las mediciones de GSMArena, las que tomamos como más fiables, nos hablan de un 85,5%. Nada mal, y una ganancia lógica dado que el notch gigantesco que coronaba la pantalla del Mi 8 se ha reducido de forma drástica en este Mi 9. Ahora tenemos uno con forma de gota de agua para la cámara frontal y se acabó. Esto es debido a que el lector de infrarrojos para el reconocimiento facial del Mi 8 ha volado, y ahora nos reconoce una IA, el software del teléfono. Así, el notch es más pequeño y el teléfono queda mejor aprovechado.
En la parte inferior, por cierto, tenemos el altavoz junto al puerto USB C. O mejor dicho, los altavoces, porque en el Mi 9 tenemos sonido estéreo. En líneas generales, el Mi 9 cuenta con un diseño de nivel. El teléfono es estético, es cómodo en mano con sus 173 gramos, más reducidos que los de buena parte de su competencia, y el cristal evita en buena medida que sintamos el calor del procesador cuando ejecutamos aplicaciones o juegos muy exigentes. Tal vez sería mejorable el apartado de las huellas, pero el teléfono se siente robusto en la mano. Eso sí, nuestra recomendación es que optéis por una funda o carcasa. El cristal, por muy resistente que sea, siempre será cristal.
Pantalla: en la tierra de las pequeñas cejas
Con el paso del tiempo los teléfonos van mejorando en diseño, y eso también se aplica al aprovechamiento de los frontales. Así que en este Mi 9 nos topamos con algo más de panel que en la generación pasada, con la misma resolución y con un notch o ceja más recortado. Concretamente, con uno en forma de gota de agua que permite que el ratio se estire. Jugamos, por dar cifras, en tierra de 6,39 pulgadas FullHD+ con un ratio 19.5:9, lo que supone tener 2.340 x 1.080 píxeles. Unos 403 píxeles por pulgada de densidad.
Estamos ante una pantalla AMOLED, así que podemos estar satisfechos con dos detalles: el contraste y el brillo. Cuenta el fabricante que debemos estar recibiendo en torno a los 600 nits con el brillo máximo, y lo cierto es que no tenemos problemas de visualización en ninguna circunstancia. Ni tan siquiera bajo la temida luz del sol, que suele reducir la visibilidad casi al mínimo. El brillo automático también funciona a buena velocidad, aunque podemos encontrarle una pequeña falta: tiende a oscurecer el panel más de la cuenta. Echar mano del slider para subir un poco el brillo será algo habitual en el día a día.
La pantalla de este Mi 9 de Xiaomi también se mueve bien en la representación de color. Nos encontramos con una saturación bastante equilibrada, que siempre podemos ajustar a través de la configuración del propio teléfono, y que nos ofrece colores vivos sin empastados, y una sensación de calidez muy controlada que resulta agradable. Pero como para gustos colores, podemos cambiar este ajuste cuando lo deseemos. Y no lo hemos comentado, pero la resolución FullHD+ y la vida por encima de los 400 píxeles por pulgada nos muestran que el 2K sigue sin ser necesario en un panel de estas dimensiones. Y seguramente lo agradezcamos en la vida de la batería.
Llegamos a la sensibilidad táctil, y aquí nos encontramos con un sobresaliente. Tan bien funciona que a veces podemos activar el panel sin habernos dado cuenta, y si sois de los que leen la pantalla con el dedo demasiado cerca de la misma os podéis encontrar con toques tan leves que son imperceptibles para vosotros, pero no para el teléfono, que reaccionará en consecuencia. Por cierto, hablando de toques en pantalla: bienvenido el doble toque para despertar el panel. Una funcionalidad que debería ser básica a día de hoy pero que no está tan extendida como sería deseable.
Además de estas características, enfrentarse a un panel AMOLED suele suponer que disponemos de pantalla ambiente. El clásico ajuste que permite ver el reloj y las notificaciones en pantalla aún con el teléfono apagado. El propio sistema se encargará de ir moviéndolo por la pantalla cada cierto tiempo para evitar quemaduras en el panel, y disponemos de varios diseños a elegir. Aunque el reloj digital clásico acaba siendo el que ofrece la mejor visualización.
El lector de huellas en pantalla funciona correctamente aunque se aprecia la juventud del sistema
Y aunque normalmente comentamos el lector de huellas cuando hablamos del rendimiento, es justo dedicarle un espacio en la pantalla porque es donde está incrustado. Concretamente, un lector óptico bajo el panel, con el ya clásico dibujo sobre la misma que nos indica dónde poner el dedo, y la animación que nos avisa de que todo ha ido bien. Estamos en las primeras generaciones de estos lectores y el del Mi 9 tampoco va perfecto, aunque no hemos tenido demasiada queja. ¿El truco? Pulsad a veces más fuerte y a veces más flojo durante el registro de la huella. Así el sistema fotografía nuestra huella con varias configuraciones, y todo se hace más sencillo después.
Tip: en el día a día, combinar el doble toque con el reconocimiento facial resultará aún más cómodo que usar la propia huella.
Rendimiento: aquí tenemos todo lo necesario para ejecutarlo todo, y en ocasiones hasta nos sobra
Este Xiaomi Mi 9 es la joya de la corona de su fabricante hasta nuevo aviso, y como tal era lógico que se apostase por el procesador más potente del momento en el mercado Android. Y aquí la apuesta segura era ir a por el Snapdragon 855, que nos encontramos con 6GB de RAM en la versión comercializada por el momento en España, además de dos configuraciones de almacenamiento: 64GB y 128GB. Éste es, concretamente, de los segundos. Pero eso no influye demasiado en el rendimiento como tal. Eso sí, aquí no hay microSD así que elegid bien cuando vayáis a hacer la compra para que no haya lamentos a posteriori.
Habrá Mi 9's más potentes que éste, con cantidades de RAM superiores, pero con el modelo más básico hemos podido hacer de todo sin ninguna pega
Con los 6GB de RAM no estamos, ni por asomo, ante la configuración más potente de las ofrecidas por el Mi 9, que tiene su techo en los 12GB de RAM del modelo transparente. Pero desde luego que no hace falta que lo sea. Tenemos ante nosotros un dispositivo lo suficientemente potente como para ejecutar todo aquello que le pidamos a la máxima velocidad, y también para mantener varias aplicaciones de gran calado abiertas sin recurrir a congelaciones ni cierres en segundo plano. Además, los 6GB de RAM nos garantizan sin problemas un par de años de vida antes de que el propio sistema nos pida más alimento del que podamos darle.
Como viene siendo habitual, os dejamos a continuación con los ya clásicos benchmarks con los que comprobar la potencia bruta del teléfono, y os dejamos también una comparativa frente a los modelos más potentes del momento en el tiempo de su salida. Así podréis ver de qué nivel de optimización del equipo estamos hablando.
Xiaomi Mi 9 | Galaxy S10+ | iPhone XS | Huawei P30 Pro | OnePlus 6T | |
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Procesador | Snapdragon 855 | Exynos 9820 | Apple A12 Bionic | Kirin 980 | Snapdragon 845 |
RAM | 6GB | 8GB | 4GB | 8GB | 8GB |
AnTuTu | 368.319 | 331.707 | 313.341 | 261.115 | 287.503 |
Geekbench (Single/Multi) | 3.435 / 10.591 | 4.459 / 10.195 | 4.803 / 11.178 | 3.251 / 9.670 | 2.456 / 9.178 |
3D Mark (Icestorm) | 59.407 | 56.351 | - | 36.003 | 63.047 |
PCMark (Work 2.0) | 9.360 | 7.780 | - | 7.644 | 8.236 |
Y tener un dispositivo con este nivel de potencia significa que no tenemos ni el más mínimo retardo. Todo se abre a gran velocidad, la multitarea funciona como la seda y el salto entre aplicaciones pesadas se produce con mucha fluidez. No se aprecia ni el más mínimo lag, y en eso incluimos también la ejecución de juegos con gran carga gráfica y de memoria como Fortnite, PUBG o Alphalt 8 Nitro. Juegos que corren en FullHD sin la más mínima caída de fotogramas, y de los que podemos entrar y salir sin problemas. Queríamos un tope de gama en rendimiento y lo tenemos.
Además, la construcción del teléfono nos echa una mano cuando le pedimos al teléfono más de la cuenta. Entre el cuerpo de cristal y la disipación de cristal construida en su interior, el aumento de temperatura de este Xiaomi Mi 9 es mínimo aunque pasemos largo rato jugando con motores gráficos exigentes del nivel de Unreal o Unity. Puede que no estemos ante un teléfono de los apellidados 'gaming', pero se desenvuelve con mucha soltura en este sector, y su precio puede convertirlo en un terminal goloso para los gamers.
Software: esto es Pie, aunque MIUI se empeñe en que no lo parezca
Solemos decir que MIUI no es para todos, y lo decimos porque posiblemente nos encontremos ante la personalización más agresiva de todo el ecosistema Android. Aquí tenemos entre manos Android 9 Pie, aunque MIUI 10 se empeñe en mantenerlo bajo el férreo puño de su diseño y características propias, aunque algunas de ellas son heredadas y nos vendrán de maravilla. Como el ajuste inteligente para la batería, por ejemplo, que nos hará ganar autonomía. No de forma radical, pero sí apreciable.
Pero pese a las mejoras, sigue siendo MIUI, y sigue teniendo pequeños inconvenientes que se pulen en cada versión pero que siguen estando ahí. Tal vez el más notable sea el de el escaso aprovechamiento de los laterales del 'notch', que siempre parecen vacíos aunque tengamos notificaciones que perfectamente podrían estar ahí, avisándonos. O como la compleja configuración de las notificaciones en la pantalla de bloqueo, siempre con algún inconveniente para funcionar bien al 100%.
Junto a ello, nos topamos con algo de bloatware. Como el empeño de Xiaomi en montar la app de Amazon la queramos o no, o como la de Facebook. Y claro está, es inevitable que existiendo la suite de Google y llegando ésta instalada, tengamos apps duplicadas. Como la galería de MIUI y Google Fotos, o como el navegador del sistema y Chrome. Aunque sí encontraremos apps útiles como el gestor de archivos, la app encargada de gestionar la seguridad del teléfono o reproductores propios de vídeo y música.
Durante el tiempo que ha durado este análisis hemos recibido hasta dos actualizaciones del sistema, y varias de las apps propietarias de Xiaomi que se actualizan en un circuito paralelo al de Google Play. Xiaomi sigue cuidando mucho su propio sistema y sus teléfonos, y no siempre son cambios menores. En uno de ellos recibimos una interfaz más intuitiva para la cámara, por ejemplo. Detalles a favor de un MIUI que, como hemos dicho antes, corre sobre Android sin apenas dejarnos verlo. Pero eso no significa necesariamente que sea algo negativo. Simplemente, no es para todos.
Batería: cuando casi todo brilla, una característica 'corriente' supone incluso un bajón
Y es lo que nos ocurre aquí con el Xiaomi Mi 9 y su batería. Pese a que todo en el teléfono tiende al sobresaliente, los 3.300 mAh de este Mi 9 no rinden como se esperaría de ellos. Con ella nos movemos habitualmente en torno a las 5 horas y media de pantalla en función del uso que le demos al teléfono, y siendo conscientes que se trata de un dato tan variable que las autonomías dependen, literalmente, de quién use el teléfono, cómo e incluso dónde, pues hasta la cobertura de la zona influye en los resultados obtenidos.
La gran pena de este Mi 9 es que la batería no sobresale. Unos cuantos miliamperios más sacrificando diseño lo habrían convertido en un teléfono redondo.
En los días más exigentes hemos llegado a contar tres horas de pantalla con un buen número de fotografías almacenadas, tal vez el aspecto de software que más consume del teléfono, descartando otras apps que tengamos instaladas por nuestra cuenta. En días más calmados y en entornos más controlados, como interiores con WiFi, hemos alcanzado las seis horas y media de pantalla sin demasiados problemas. Así que nos topamos, como hemos comentado, con una autonomía que no es mala, pero tampoco es muy buena. Es simplemente gris. Y eso representa un pequeño 'bajón' en un teléfono tan colorido como éste.
No obstante, tenemos algunas ventajas a nuestro favor para sortear esta contenida autonomía. Tenemos carga rápida, y es bastante rápida. En torno a la hora y veinte podemos tardar en devolver toda la carga al teléfono desde cero, y todo gracias a la carga de 27W del dispositivo. Y si lo que preferimos es usar una base de carga inalámbrica, también podremos hacerlo sin que por ello el teléfono se recaliente. Nosotros hemos usado una base de carga que ofrece 10W, y hemos cargado el teléfono de 0 a 100 en aproximadamente dos horas y media.
Cámara: tres ojos ven más que dos
Tal vez no sea el cambio más significativo que han experimentado las cámaras de la gama alta de Xiaomi en el último año, pero sí que es uno relevante. Hablamos del salto de dos a tres cámaras, pues al sensor normal y a la lente con zoom óptico se le suma ahora un súper gran angular. Y decimos que no es el más significativo porque también hay un considerable aumento de potencia. El pasado año teníamos una pareja de 12 megapíxeles y en este 2019 obtenemos 48 megapíxeles, 12 megapíxeles y 16 megapíxeles. Por tamaño de fotografías no va a quedar.
Si algo es este Mi 9 es versátil: zoom, súper gran angular, modo nocturno, IA, modo manual...
Tener 48 megapíxeles implica que tanto en el modo automático como en el modo profesional podemos obtener fotografías de 8.000 x 6.000 píxeles. Un tamaño considerable que ha de ser tomado en cuenta también a la hora de elegir el mejor almacenamiento, pues hablamos de fotografías en disco de unos 15MB de media. 66 fotografías por GB de almacenamiento interno. Aún así, tal vez estas fotografías sean la rareza y lo que hagamos sean muchos retratos, que para eso tenemos ahí el desenfoque. Sea como fuere, os dejamos aquí con un enlace a una galería de imágenes en 48 megapíxeles sin compresión. Tal y como salen de la cámara, directas a Flickr.
- Álbum en Flickr con las fotografías a 48 megapíxeles en JPG.
Tomas con luz
Analizando el rendimiento de estas cámaras traseras nos topamos con fotografías ligeramente mejores a las ya obtenidas el pasado año con el Mi 8. Tenemos un alto nivel de detalle cuando la luz abunda, principalmente en exteriores, y ahí conseguimos imágenes con bordes muy nítidos, un rango dinámico excelente que aún así podemos mejorar aplicando el HDR desde la propia interfaz y colores bastante correctos. Acostumbrados a ver que no son pocos los fabricantes que tienden a "sobresaturar" sus capturas, un procesado más natural se agradece. Es el caso de este Xiaomi Mi 9.
Interiores
Cuando pasamos a interiores, el HDR se hace algo más errático. Pese a que su aplicación aquí es menos agresiva, sí notamos que no suele responder siempre de la misma manera, ofreciéndonos algunas veces algo de sobre-exposición, mientras que en otras da la sensación de que tumba un poco el rango dinámico, ofreciéndonos algunos tonos de grises en zonas que deberían ser más oscuras. Pero sí obtenemos fotografías con menos ruido, aunque ya de por sí la cámara del Mi 9 se maneja bien en estas situaciones.
El Mi 9 de noche
Llegamos a la noche, donde nos topamos con una curiosidad. Podemos echar mano del HDR siempre que queramos, y también contamos con un modo específico para estos casos, el modo nocturno, pero la cámara del Mi 9 se desenvuelve mejor con todos desactivados. Haciendo fotografías 'a pelo' obtenemos colores más naturales e incluso un rango dinámico bastante decente para tratarse de tomas prácticamente sin luz. Contar con una lente luminosa hace maravillas en estos casos, e incluso podemos presincidir de la IA del teléfono siempre que queramos, pues las fotografías naturales nos dejan mejores sensaciones que las ultraprocesadas.
Y hablando de la IA, la tenemos presente en todo momento en la pantalla. Pero como en otros teléfonos del mercado, su función principal es la de levantar la saturación en los azules de cielos y fuentes de agua, y aplicar el HDR de una forma más fina, pero no se trata de un modo diferencial. Puede sernos útil en determinados momentos, pero posiblemente acabemos por ignorar su existencia, pues no llega a convertirse en un modo del que tiremos constantemente, como sí ocurre por ejemplo con el modo retrato, el rey de la fotografía móvil en estos momentos.
El modo Retrato
Porque sí, aquí en el Mi 9 contamos con modo retrato, y es fácilmente accesible desde la interfaz de la cámara. Un par de swipes hacia la izquierda y lo tendremos frente a nosotros, utilizando la lente con telefoto para capturar el primer plano, y la lente principal para el resto de lecturas. De ahí que cuando lo activemos notemos cómo la imagen se acerca. Las recomendaciones son las clásicas llegados a este punto: que la zona no esté muy oscura y que nos mantengamos a una distancia de unos dos metros de lo que vayamos a fotografiar. Pero funciona a menos distancia, y si el enfoque fallase, siempre podemos acudir a la app de Galería del propio teléfono y corregir allí el plano de desenfoque.
Hemos comentado en no pocas ocasiones que el modo de desenfoque de Xiaomi es uno de los que mejor rinde del actual mercado de teléfonos, y con el Mi 9 volvemos a tener la misma sensación. Bordes bien definidos incluso en situaciones complejas, como en el pelo y tejidos como la lana y similares, y los lógicos errores que obtenemos en casi todos los teléfonos. pues hablamos de un desenfoque artificial, y se siguen cometiendo pequeños fallos que mejoran con cada actualización dedicada a la cámara.
Tiene este modo retrato de Xiaomi otra característica importante, y es que resulta bastante natural aplicado de forma automática. No nos encontramos con fondos artificiales ni recortes agresivos. Aunque siempre podemos variar esto a nuestro gusto. Un simple toque en pantalla sobre el icono del diafragma y podremos usar la barra de desplazamiento para suavizar o forzar más distancia entre primer plano y fondo. A nuestro gusto. Pero creemos que sin hacer cambios, el modo automático es bastante eficiente en este sentido y pese a que en algunos bordemos podemos notar el "truco", tendremos la sensación de estar ante una cámara profesional en bastantes ocasiones. Buena señal.
Por supuesto, en este Xiaomi Mi 9 tenemos un modo profesional, un modo Pro que no es más que otra forma de llamar al modo manual de toda la vida. Un modo manual que nos permite cambiar la ISO de la imagen, emplear enfoque manual a nuestro gusto y cambiar otros valores como la velocidad de obturación o el balance de blancos. Tal vez se trate del modo más apropiado si somos curiosos en esto de la fotografía y queremos jugar a fotógrafos macro, pues el control que nos ofrece sobre la escena excede en mucho al que obtenemos en automático, aunque allí estemos usando el objetivo con zoom óptico. Descubriremos que la lente de 48 megapíxeles, usada en el modo Pro, ofrece un desenfoque natural apropiado para estas fotografías.
¿Y el súper gran angular?
O ultra gran angular, según cómo prefiramos llamarlo, si a nuestra manera o a la forma que emplea la marca. Una lente de 16 megapíxeles con la que poder alejarnos de la escena, y que si fuese la lente por defecto podríamos hablar de un teléfono con zoom óptico de cuatro aumentos y no de dos. (OPPO, te vigilamos de cerca). Aquí nos topamos con imágenes bastante naturales, y con la característica deformación de los bordes de la imagen, que sin embargo no produce aberraciones en colores ni escenas. Hablamos de un modo útil en algunas situaciones, pero como hemos comentado antes con el caso de la inteligencia artificial, salvo para casos muy específicos podemos llegar a olvidar que hay un botón en la cámara que nos "aleja" de todo.
Y por último, los selfies
Para los ya tan instaurados selfies, el Xiaomi Mi 9 nos ofrece una única cámara frontal, de 20 megapíxeles, situada justo sobre el 'notch' que recorta la pantalla en su parte superior. Este sensor de 20 megapíxeles llega acompañado por una lente con apertura f/2.0, y contaremos con todos los añadidos del software del teléfono, incluidos los siempre ignorables modos de iluminación de estudio y también el desenfoque frontal. Un desenfoque frontal, o modo retrato, que en esta ocasión se aplica únicamente gracias a la IA del teléfono ya que no contamos con una segunda lente para la lectura del fondo.
Aquí en el frente del teléfono obtenemos fotografías bastante estables en cuanto a calidad y rendimiento. Tanto con abundante luz como en situaciones algo más completas, la representación de colores es bastante correcta, y también ocurre con los ajustes de exposición así como con el detalle. Contar con 20 megapíxeles da para recortes, claro está, y podremos jugar con ellos, aunque deberemos tener en cuenta que en este frontal las capturas son algo más lentas, sobre todo en el modo retrato, y podemos obtener alguna que otra trepidada.
Pese a ser 100% software, el modo Retrato frontal cumple bastante bien y también es ajustable
Como decimos, tenemos desenfoque artificial, con un resultado muy parecido al que obtenemos a la espalda pese a ser 100% software. Hay zonas con las que le resulta complejo manejarse, pero aún así obtenemos un desenfoque frontal bastante natural, y también ajustable, y fotografías satisfactorias. También hay HDR, que como en el caso de algunas situaciones de la cámara trasera resulta bastante suave, ofreciéndonos una leve mejora de la situación, pero provocando que tampoco lo echemos de menos cuando no esté activo.
Lo cierto es que con los errores lógicos producidos por un modo retrato artificial, que lo distancia de las cámaras profesioales, el Xiaomi Mi 9 se porta más que bien en materia fotográfica. Fotografías de calidad con luz y sin ella, pese a las limitaciones en este último punto, y con ajustes de software útiles. Como la IA, como el modo retrato, como el HDR, o como el modo Pro para quienes quieran explorar un poco más las posibilidades del teléfono. La adición de una tercera lente ayuda a que el Mi 9 sea mucho más versátil, y fotografiar con él es divertido. Buen trabajo.
Sonido: dos altavoces estéreo, y ajustes de sobra
Llegamos al apartado de sonido, el punto antes de las conclusiones y la nota final, y toca comentar que en este Xiaomi Mi 9 contamos con un par de altavoces estéreo situados en la base del teléfono, a ambos lados del puerto USB tipo C para carga, y también para ofrecer audio 'alámbrico', pues en el Mi 9 no tenemos jack de auriculares. Así que si usamos cascos tradicionales, habrá que pasar irremediablemente por el adaptador para el puerto USB, que encontramos por cierto en el interior de la caja.
En cuanto al rendimiento de los altavoces, nos topamos con un sonido nítido y potente, aunque hemos analizado teléfonos más destables en este aspecto. Eso no quiere decir que el audio sea decepcionante, más bien lo contrario. La distorsión apenas se aprecia incluso con fuentes de audio de dudosa calidad, y sobrepasamos los 100 decibelios de potencia, lo que es más que de sobra para oír el teléfono con potencia incluso aunque nos alejemos del mismo.
Si nos fijamos en el rendimiento de los auriculares, es más que correcto si los usamos conectados, y también si los manejamos a través del Bluetooth. Aunque en el caso de los auriculares variaría mucho la experiencia en función de la calidad de éstos. No obstante, disponemos de ajustes de todo tipo en el teléfono para sacar el máximo provecho durante la escucha. Aquí contaremos con efectos, con un ecualizador y hasta con ajustes predefinidos en función de qué tipo de auricular usemos, siempre que aparezcan en el listado.
En este apartado del software es donde se aprecia la presencia del Sound Enhancer, que eleva la potencia de salida, la nitidez y hasta la propia intensidad, todo ello aprovechándose de la conexión inalámbrica por Bluetooth entre el auricular y el teléfono. Buen rendimiento en sonido el de este Xiaomi Mi 9 que cierra el análisis a buen nivel también en este apartado, dejando sólo como aspecto 'gris' el de su autonomía. Pero lo comentaremos con más detalle en las conclusiones.
Xiaomi Mi 9, la opinión de Xataka Android
Hemos llegado al final, y es justo decir que el Xiaomi Mi 9 nos ha dejado un gran sabor de boca, aunque ya sabíamos que debíamos encontrarnos con una experiencia de nivel al tratarse de una gama alta con todas las de la ley. Un dispositivo que, pese a tener algo de distancia frente a los presumiblemente 'auténticos premium', demuestra que podemos pagar menos y seguir obteniendo un dispositivo sobresaliente, aunque los baremos del mercado lo sitúen fuera de los dieces habituales.
En este Mi 9 nos hemos encontrado con un refinamiento del diseño de los teléfonos de la marca china. Una excelente construcción en todos los sentidos, y una evolución medida con respecto a los Mi 8 y Mi 8 Pro del pasado. No sólo en cuanto a curvas sino también en ensamblamiento y robustez. La pantalla luce ahora mejor con un 'notch' más pequeño, y la reducción de bordes se aprecia, aunque sea de forma mínima.
La pregunta es, ¿cuánto estás dispuesto a pagar por subir ese medio punto o algo más que te lleve a tocar el techo actual en los smartphones?
Como era de esperar, el teléfono brilla en el apartado de potencia pese a que, como decíamos, hay modelos con más capacidad dentro de su propia familia, y sólo nos deja un leve regusto amargo que la batería no esté a la altura del resto de componentes del teléfono. Porque si nos fijamos en sus cámaras, nos topamos con potencia, calidad y versatilidad. Aunque sea el apartado que deja más patente que los líderes del mercado vuelan más alto que él. Pero, ¿a tanta distancia? Posiblemente.
Con el Xiaomi Mi 9 no estamos, como hemos dicho ya varias veces, aunque un teléfono perfecto, pero sí ante uno muy cercano al nueve. La pregunta es, ¿cuánto estás dispuesto a pagar por subir ese medio punto o algo más que te lleve a tocar el techo actual en los smartphones? Porque esa diferencia en puntuación cuesta, en muchos casos, hasta el doble que este Xiaomi Mi 9 que da todo lo que se le pide y más, por un desembolso irrisorio en comparación con su competencia. Ésa es la fortaleza de este Mi 9. No será el mejor, pero seguramente sí el que mejor relación calidad-precio tiene de la cima. Porque... menudo precio.
8.8
A favor
- Un teléfono que gusta enseñar, aunque el cristal invite a ponerle funda
- La batería no brilla, pero los sistemas de carga son otra cosa
- Potencia a raudales para lo que necesitemos
En contra
- La autonomía está por debajo de la media, sin ser un problema grave
- La cámara es algo errática en algunos momentos, confiamos en una actualización posterior
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