Vivo V40 SE 5G, análisis: una renovación con sentido y armas de sobra para refrescar el título de móvil barato recomendable

Vivo es quizá la menos conocida del consorcio BBK, que aglutina fabricantes con cierta notoriedad como OnePlus, Oppo y Realme, pero eso no le impide tener un catálogo bien nutrido de propuestas para diferentes segmentos del mercado móvil. Entre los lanzamientos más significativos de los últimos meses se encuentran los Vivo V29 5G y Vivo V29 Lite 5G, capaces de competir en la parte alta de la gama media, mientras que una gran porción de su portfolio no termina llegando al mercado europeo.

Para este 2024 tienen listo el nuevo Vivo V40 SE 5G que ha pasado por nuestro mesa de pruebas dejándonos un gran sabor de boca. Un gama media vitaminado y con una construcción exquisita que deleitará a los más sibaritas del diseño. Este nuevo smartphone de la firma china les permite dar un salto cualitativo y entrar en la feroz batalla. ¿Conseguirá satisfacer las diversas necesidades de los usuarios? Lo destripamos en un nuevo análisis.

Ficha técnica del Vivo V40 SE 5G

Los materiales premium llegan a la gama media

El nuevo móvil de Vivo desprende su enfoque por el diseño en cada aspecto, y no lo hace porque ofrezca una trasera radicalmente distinta o un frontal con un recorte nunca antes visto. No, sigue siendo un smartphone Android al uso. Con una diferencia, que todo sea dicho, hemos visto en otros fabricantes como Motorola y su Moto G84 5G. El tacto de la parte trasera de cuero vegano le da un aire muy premium, sin que ofrezca las mismas sensaciones que un buque insignia construido en metal o cristal, claro está.

Solo rompe esta estética el módulo de cámara que destaca en la parte trasera. Un módulo que me ha parecido bastante agradable a la vista, conjugando con el resto del cuerpo. En él, se aglutinan las tres cámaras que he probado en varios escenarios y cuyos resultados los veremos en el correspondiente apartado. Su forma con esquinas redondeadas mantiene lo visto en la anterior generación: un módulo rectangular en el que lo único diferente es el flash LED que incorpora.

En ningún momento he notado fatiga al sujetar el móvil durante largos ratos, incluso cuando he jugado durante horas. A pesar de ser bastante grande -luego veremos la diagonal de su pantalla- es muy ligero. Y lo mejor es la sensación de robustez que ofrece: el cuero vegano mejora el tacto y su construcción otorga firmeza.

En este sentido, tenemos lo habitual hoy en día: esquinas redondeadas, y bordes rectos tanto en el frontal como en la trasera. En definitiva, no me ha parecido un móvil de 300 euros, podría pasar por uno mucho más caro... si no fuera porque el policarbonato de sus laterales nos "chiva" que estamos ante un dispositivo de gama media.

Laterales, que por cierto, simulan ser de metal a la vista, y recogen la botonera -en disposición habitual- en el canto derecho. La bandeja de SIM, conector USB tipo C y altavoz en el inferior. Por cierto, los botones me han resultado muy agradables en su pulsación, con un click poco sonoro, y un tacto que ayuda a identificarlos sin mirar. Así, Vivo deja totalmente limpio el lateral izquierdo, y sitúa uno de los micrófonos en el superior. No hay sorpresas aquí, como tampoco se aprecian en el frontal. Y eso es, a veces, bueno, como en esta ocasión.

En el momento que encendí por primera vez su gran panel de 6,67 pulgadas, ya supe lo que tenía delante. Este Vivo V40 SE equipa una pantalla AMOLED, muy bien calibrada, que responde instantáneamente al tacto. Resolución FullHD+, 120 hercios de tasa de refresco... lo más top de la gama media y lo habitual en estos momentos de 2024.

Por tanto, no me resultó sorprendente pero sería injusto restarle mérito: es una pantalla de calidad, muy disfrutable si vas a consumir contenido en streaming por su contraste y ángulos de visión. Así que no puedo objetarle nada.

Bajo la luz primaveral del sur de España, ni se inmuta. Su brillo pico de 1.800 nits posibilita usar el nuevo gama media de Vivo casi en cualquier situación. Además, el procesador del que hablaremos más adelante, es capaz de mantener la tasa de refresco al máximo permitido en la mayoría de escenarios.

Evidentemente no lo hará con juegos de alta carga gráfica, pero sí en la interfaz del sistema. Lo que debemos empezar a exigir es un frontal simétrico: la barbilla inferior es algo más pronunciada que la parte superior, donde se aloja la cámara para selfis en un recorte circular.

Ahora bien, esta buena experiencia que nos brinda la pantalla AMOLED de este Vivo debería completarse con un audio de calidad. ¿Lo tiene? En pocas palabras: sí, los altavoces estéreo rinden como se esperaba. No obstante, no me terminan de convencer los graves, pues suenan algo enlatados. En relación al volumen, sin problemas de ningún tipo para reconocer cuándo está sonando y las notificaciones que llegan. De hecho, el software de Vivo permite subirlo por encima del 100%, en un 300% que usando otro móvil marca unos 90 dB.

Como siempre, para una experiencia multimedia óptima, es aconsejable usar accesorios como auriculares Bluetooth, los cuales pueden exprimirse al máximo gracias a la inclusión de códecs como AAC y LDAC. Al llevar un chip de Qualcomm, se maximizan estas posibilidades con los más modernos como aptX Adaptative y TWS+. Así se completa el apartado sonoro de este Vivo.

Para desbloquearlo, el fabricante chino incorpora las dos soluciones más de moda: el Vivo V40 SE posee un lector de huellas dactilares bajo la pantalla y acepta el reconocimiento facial usando la cámara delantera. Del primer método, ninguna queja, es un sensor que actúa rápidamente. Diría incluso que falla menos que otras alternativas de este rango de precio. No he tenido la necesidad de aplicar el truco de la segunda huella.

Como tampoco está nada mal el reconocimiento facial, que se muestra veloz. En apenas un instante veremos el icono que nos informa sobre el escaneo de nuestro rostro, aunque cabe mencionar, como siempre, que no es el método más seguro al prescindir de un sensor TOF.

No hace falta potencia cuando todo funciona bien

Lo he desvelado antes, el rendimiento de este nuevo Vivo de gama media se debe principalmente a un procesador firmado por Qualcomm. Se trata del Snapdragon 4 Gen 2, un chip de potencia contenida que se enfoca en el consumo. Eso sí, sin descuidar la experiencia de usuario ni las capacidades 5G. El sistema se muestra fluido ante casi cualquier situación, navegar por los menús es cómodo, sobre todo gracias a los 120 hercios que este SoC mantiene de buena manera.

Eso no significa que durante el tiempo que lo he usado no haya visto algún que otro tirón. Es natural, nada alarmante, de hecho, son casi imperceptibles, pero están ahí. Evidentemente no estamos ante un 'cerebro' que presuma de potencia. Y tampoco Funtouch ayuda en ello: la capa de Vivo es algo pesada, hablaremos de ella más adelante.

Los tiempos de carga no son muy elevados, siempre dentro de la gama media, y la multitarea rinde bien con los 8 GB que incorpora. Es más: sobran casi 4 GB para tener media docena de aplicaciones abiertas en segundo plano, y cambiar entre ellas no provoca lag a simple vista.

De todas maneras, podemos comparar los resultados en benchmarks de este hardware con los de otras alternativas similares. Así se hace más sencillo ver la potencia bruta que esconde el Vivo V40 SE.

A la que no he podido exigirle demasiado es a la GPU Adreno 613 que complementa al procesador. Y eso que he podido echar unas cuantas horas en dos títulos muy exigentes en materia gráfica: 'Honkai Star Trail' y 'COD Warzone'. Del primero, bastante más potente en lo técnico, puedo decir que es bastante disfrutable siempre y cuando se permitan ciertas concesiones, como disminuir la calidad gráfica al nivel mínimo. Aunque, eso sí, hacerlo me ha permitido subirle los fotogramas a 60, mostrándose sólidos en la mayoría de escenarios.

En relación al nuevo juego de Activision, corre perfectamente en la configuración predeterminada. En definitiva, no es un móvil diseñado para jugar ni pretende serlo. Y sin embargo, no significa que ofrezca una mala experiencia, al revés, es perfectamente capaz de ejecutar juegos modernos.

Y ahora, pasemos al software que tiene bastante miga. Este nuevo smartphone de Vivo viene actualizado a la última: la capa del fabricante, Funtouch 14, se mezcla con Android 14 y el parche de seguridad de marzo. Es cierto que el software, manteniendo los principios de Android, cambia la ubicación de algunos ajustes y añade otras funciones interesantes. No me olvido de que, en caso de que se quede corta, podemos ampliar la RAM de manera virtual usando el almacenamiento interno.

El bloatware hace presencia con algunas aplicaciones preinstaladas, aunque nos hemos acostumbrado en la mayoría de fabricantes. Por suerte, se pueden desinstalar, liberando algo de espacio y aligerando la interminable lista de iconos. Cabe mencionar los gestos de navegación y sus animaciones en Funtouch, alteradas respecto a lo habitual en el SO de Google: se sienten muy fluidas, pero al tacto no me convence su respuesta. Por ejemplo, al abrir la cascada de apps recientes, se aprecia cierto retraso mientras la última aplicación se coloca. Es cuestión de acostumbrarse si venimos de otro software como el de los Pixel o Xiaomi, más cercanos entre sí.

Vivo no se ha olvidado de características como las ventanas flotantes, o una galería muy completa capaz de organizar nuestras fotos inteligentemente. Me ha resultado más sencillo localizar algunas capturas gracias a esto, similar a las funciones de Google Fotos. Por lo demás, este software ofrece un alto nivel de personalización, con soporte a distintos temas que podemos descargar desde la app nativa.

Ahora, llega un punto crítico para muchos, la autonomía. Últimamente, sobre todo en este segmento de mercado, vemos opciones que nos permiten llegar más allá de la jornada. En este caso, he podido incluso alargarla por encima de los dos días, siempre con uso comedido de navegación web, mensajería y redes sociales. En total, una media de seis horas de pantalla activa, aunque puede dar mucho más de sí: he llegado hasta las casi siete horas de pantalla en uso, eso sí, siendo más intensivo con sesiones de gaming y consumo de contenido en streaming. Con este uso es igualmente sencillo llegar al día y medio aproximadamente y es que el procesador muestra aquí su eficiencia.

Aparte de que se defiende bastante bien en autonomía, cuenta con la posibilidad de cargar la batería de 5.000 mAh a 44 vatios. Aquí, Vivo sobrepasa a la competencia que suele estar en el rango de los 25 a 33W, sin hacerlo por mucha diferencia. Pero sí, se nota ciertamente: con la batería casi descargada, consigue completar el 100% en apenas una hora y cuarto. Esto permite darle una carga exprés, que en 20 minutos nos permitirá recargar casi un 40%.

Cabe mencionar que el cargador no viene en la caja original, por lo que si queremos exprimir la carga rápida debemos adquirirlo por separado. No he detectado subidas de temperatura alarmantes, por más que coja algo de calor al rato de conectarlo al enchufe. Estos son los tiempos de carga y porcentajes alcanzados en cada periodo:

• 5 minutos de carga: 11 % de batería.
• 10 minutos de carga: 20 % de batería.
• 20 minutos de carga: 39 % de batería.
• 30 minutos de carga: 55 % de batería.
• 50 minutos de carga: 68 % de batería.
• Total: 78 minutos de carga.

Una cámara principal que se comporta bien en líneas generales

Sobre el papel, este V40 SE no parece aportar nada nuevo: 50 megapíxeles para el sensor principal, 8 megapíxeles para el ultra gran angular, y 2 megapíxeles para el macro. Es a lo que estamos acostumbrados, e incluso a más, no es nada raro ver alternativas con 100 megapíxeles. Pero eso no importa, la resolución no lo es todo, ni se necesita una resolución tan elevada para hacer buenas fotos. Como decía, no ver novedades en las especificaciones fotográficas no significa que vaya a tener una mala cámara. Y lo puedo certificar: Vivo ha conseguido unos resultados bastante logrados. Lo vemos a continuación.

No sin antes dedicar unas líneas a la app de cámara nativa incluida por el fabricante chino. Su interfaz resultará familiar, pues se basa en la habitual disposición por pestañas para cambiar de modo. Esta aplicación brinda diversas funciones, desde el modo foto predeterminado a un modo noche muy eficaz, pasando por el modo retrato y otras opciones más específicas como la cámara lenta, time-lapse o panorámicas. Es de agradecer que también cuente con un modo 'Pro', dándole la posibilidad a los más expertos de sacar el máximo rendimiento a la cámara principal capturando en RAW.

Ahora sí, vamos a los resultados empezando por una toma sencilla: una fotografía cercana a la cámara y sin aplicar zoom, pues lo hará mediante recorte considerando que no posee un teleobjetivo. Se aprecia un gran nivel de detalle, un contraste aceptable y un rango dinámico bastante ajustado al escenario. Como se puede observar, el Vivo V40 SE no tiene problemas durante el día.

La app de cámara pone muy a mano el zoom x2, digital como he comentado antes, y por ello invita a pulsarlo. Evidentemente no podía esperar el mismo resultado, pero no está nada mal. Aquí hacen mucho los 50 megapíxeles: permiten recortar sin apenas ver dientes de sierra en las formas y figuras. Nada mal para un objeto que nos quede lejos del foco.

Comparando ahora la cámara principal con el ultra gran angular vemos claramente la diferencia de resolución: naturalmente conseguimos más campo de visión, empeorando sensiblemente en nitidez, y un poco en interpretación del color. No obstante, es un sensor en la media de lo que vemos últimamente en este rango de precios.

La noche confunde a cualquiera... más a las cámaras de los móviles que por tamaño sufren cuando la luz decae. Aun así, la cámara principal de este Vivo aguanta el tipo siempre que haya algo de luminosidad. En esta prueba, vemos cómo el modo noche consigue una mayor nitidez en los bordes, aunque también granula la imagen. De todas formas, es recomendable utilizarlo para elevar la luz -lo consigue exponiendo durante varios segundos- y así conseguir un mejor resultado.

Queda por comentar la cámara delantera: un sensor de 16 megapíxeles y apertura f/2.0. Buena captura, aunque sobreexponga partes con mucha luz como el cielo diurno. Eso sí, es más que suficiente para los más adictos a los selfis. Poco que objetar, a pesar de que en la noche noche tropieza cuando la luz empieza a ausentarse.

Vivo V40 SE 5G, la opinión de Xataka Android

La nueva propuesta de Vivo me ha convencido por sus virtudes y sus casi inexistentes defectos. Sí, podríamos pedirle un procesador más potente, una GPU más capaz para jugar, o un software algo más afinado pero estamos ante un dispositivo barato enfocado en el diseño.

Como hemos visto, no significa que vaya a proporcionar una mala experiencia: todo lo contrario, tiene potencia suficiente para todos aquellos que no quieran desembolsar más de 300 euros. Se defiende bien en fotografía, y tiene funciones en su software a las que sacarle partido. A partir de ahora, Vivo tiene una sólida elección en su catálogo europeo a la que prestarle bastante atención, lo merece, lo ha demostrado sobradamente.