Vivo V29 Lite, análisis: un "agárrate que vienen curvas" de manual para conquistar una gama media cada vez más cara

Además de buscar su trono en la gama más alta con flaghsips como el Vivo X90 Pro, la compañía de origen chino también busca reinar en la gama media. Y aunque hacerse hueco en este rango no es sencillo debido a la feroz competencia, no cesan en ese empeño. El nuevo Vivo V29 Lite es prueba de ello.

Según comenta Vivo, este terminal viene a traer todo lo que a priori se necesita en esta gama media de 400 euros. Sin embargo, como dijo un ya conocido programa de televisión, no es lo mismo contarlo que vivirlo. Así que hemos probado a fondo el Vivo V29 Lite para traerte nuestras propias conclusiones.

Ficha técnica del Vivo V29 Lite

Un diseño hecho para amantes de las curvas

Hace muchos años que existen las pantallas curvas, aunque a pesar de ello, no suelen ser habituales en la gama media. El Vivo V29 Lite es una de las excepciones al incorporar un panel de este tipo, del cual te hablaremos más adelante, aunque nos era imprescindible comentarlo ya debido a que es la pantalla curva la que da sentido al diseño del teléfono. Un teléfono de dimensiones no precisamente pequeñas, por cierto.

Pese a su construcción en plástico, el terminal no arroja malas sensaciones al tacto y repele muy bien las huellas, salvo en el módulo de cámaras, el cual sospechamos que sigue siendo plástico en su cubierta inferior. En cualquier caso, a efectos visuales se ve atractivo y, por qué no decirlo, podría pasar por un gama alta.

Ahora bien, el teléfono se antoja resbaladizo. Y más si se usa con una única mano. Y esto es debido a esa pantalla curva. No se nos ha caído ni una vez, por suerte, pero el miedo a que ocurra es constante porque, de verdad, resbala con demasiada facilidad. Por suerte se incluye una funda de TPU transparente que elimina por completo esa sensación y, de paso, protege el terminal ante posibles golpes.

Hablando ya de la calidad de la pantalla en sí, nos encontramos con ese panel curvo con tecnología AMOLED y una diagonal de 6,78 pulgadas. Particularmente no soy muy fan de estas curvas, pero sí debo reconocer que se ve muy bien en cualquier ángulo, aunque sí es cierto que el color y brillo de la parte curva cambia de forma notoria. Por suerte, no peca de permitir los toques fantasmas al sostenerlo por la parte curva y encima tiene muy buen calibrado de color y resolución. Aparte, claro, 120 Hz para dar un mayor dinamismo al desplazamiento y a los videojuegos.

Sabor más agridulce deja el apartado de sonido. No ofrece jack de 3,5 milímetros para auriculares, algo que sí siguen ofreciendo algunos móviles en este rango. Y el sistema de doble altavoz estéreo, aunque no es malo, suspende en los graves. Esto hace que le reste mucho a la experiencia de consumo multimedia, aunque por contra pueden presumir de sonido muy nítido y que alcanza un buen nivel de volumen.

Rendimiento esperado, sin detrimento de que podría haber sido mejor

El Snapdragon 695 que tiene por cerebro el Vivo V29 Lite es un viejo conocido ya de la gama media. Y aunque no negaremos que un chip más reciente y actual le habría venido de perlas, debemos decir que es de los mejores chips que Qualcomm ha hecho en este rango. Esto se nota en su buen desempeño a nivel general.

Personalmente me he topado con varios móviles con este procesador y, aunque en general ha sido igual, es en las tareas de mayor carga en las que he notado mayores diferencias. Este móvil de Vivo se queda en el lado bueno, dado que incluso en tareas algo exigentes cumple, aunque no sin despeinarse, la verdad sea dicha.

Probando juegos de alta exigencia gráfica se nota que le cuesta un poco más, que va a tirones y hay caída de frames. Si se ajustan un poco los parámetros mejora y la temperatura no se eleva en exceso. Así mismo, decir que va sobrado en la navegación por el sistema y en apps cotidianas que todos usamos (WhatsApp, Google Maps, Twitter, Chrome, etc.).

En relación al hardware, debo reconocer también que aunque los 128 GB no se me han hecho cortos, pinta que a la larga pueda suceder. Y especialmente si empezamos a grabar vídeo o tomar fotos en la modalidad de 64 megapíxeles. No se ofrece ninguna alternativa de más de esos 128 GB y tampoco compatibilidad con tarjetas MicroSD.

Si ponemos sus puntuaciones en pruebas de rendimiento frente a las de otros móviles con idéntico chip observamos que no hay demasiadas diferencias.

Para el reconocimiento biométrico del terminal nos encontramos con un reconocimiento facial 2D que sigue el estándar de otros terminales, funcionando muy bien en la mayoría de condiciones y mucho peor con poca luz (casi imposible usarse de noche). Por su parte, el lector de huellas es más seguro, aunque más lento. Se trata de un sensor óptico bajo pantalla que reconoce muy bien la huella la mayoría de las veces, aunque a veces tiende a ralentizarse mucho hasta que se pasa de él a la pantalla principal.

En lo relativo a software, debemos señalar dos virtudes y dos defectos. En el lado positivo nos encontramos una capa muy bien adaptada a Android 13 con Funtouch OS 13 y que además se siente fluida. Ahora bien, en el lado negativo debemos señalar que el bloatware sigue teniendo presencia en forma de apps preinstaladas (aunque se pueden desinstalar). También es reprochable a efectos de personalización que no se apueste por una mayor variedad y tamaños de widgets nativos con esencia de Material You.

Ya en términos de autonomía, decir que la batería no se aleja de lo esperado en estas gamas, arrojando jornada y media de uso. Como siempre, todo dependerá de si tenemos activados los 120 Hz y qué uso hagamos. En días en que hemos hecho videollamadas, hemos jugado más horas y en definitiva hemos hecho un uso exigente, el terminal ha llegado a duras penas al final del día, aunque siempre con alrededor de un 10%, lo cual no está mal en absoluto.

También encontramos unos tiempos de carga correctos. Los 44 W que entrega el adaptador de corriente incluido en la caja no presentan una carga rápida demencial, pero lo suficiente para que en poco más de una hora tengamos ya la batería cargada por completo. Puestos a pedir más en este punto, haber apostado por los 67 W hubiese sido un paso interesante que habría mejorado de forma considerable estos tiempos.

• 5 minutos: 9%
• 15 minutos: 22%
• 30 minutos: 43%
• 40 minutos: 57%
• 50 minutos: 71%
• 1 hora: 82%
• 1 hora y 10 minutos: 90%
• Total del 0% al 100% → 1 hora y 14 minutos

Buenas cámaras en general, aunque con una evidente carencia

Partimos con hasta cuatro cámaras, aunque sólo hay dos y media "funcionales". La delantera de 16 megapíxeles y la principal trasera de 64 megapíxeles son las caracterizadas como tal, destacando por cierto la estabilización óptica de imagen de esta última. Luego tenemos un sensor macro de 2 megapíxeles a la que no encontramos sentido. Por último un sensor de profundidad de 2 megapíxeles que viene a ayudar en el modo retrato.

Sobre la app de cámara en sí, poco reseñable más allá de destacar su buen funcionamiento y que, como casi todos los móviles Android, ofrece una interfaz de cámara rápida e intuitiva que permite ir cambiando con facilidad entre modos y editarlos para dejar a mano los que nos interesan.

Si disparamos en automático de forma normal, la cámara capta fotografías en 16 megapíxeles, teniendo que ir al modo '64 MP' para capturarlas precisamente en 64 megapíxeles. En cualquier caso, vemos que los resultados a nivel general son muy parejos y positivos. Cierto es que el color tiende a estar ligeramente apagado con respecto a la realidad de la escena, pero no es algo excesivo.

En vistas de la anterior fotografía y otras que hemos hecho en esta modalidad, debemos ser claros: el modo retrato es malo. No es el peor que nos hemos encontrado, pero sí deja patentes algunas carencias que creíamos ver resueltas desde hace años incluso en la gama media. Recorte muy artificial y desacertado, además de aplicar una especie de "modo belleza" a los rostros que no hace otra cosa que aplicar excesivo efecto acuarela en las facciones.

La cámara frontal vemos que sigue mostrando un buen balance de color general y aunque su resolución no sea la mejor, sus fotografías en general se pueden dar por buenas. Ahora bien, observamos que el modo retrato también tiene carencias aquí. En este caso, va a peor, ya que suspende de forma evidente en el recorte.

Cabe destacar un detalle del que ya nos hicimos eco recientemente y es que Vivo ya no añade el modo belleza por defecto en sus fotografías con la cámara frontal. No obstante, en vista de los resultados expuestos, sigue realizando de serie un procesado que, aunque no es exactamente igual que el modo belleza, tiende a eliminar ciertos detalles del rostro.

Como ya avanzábamos anteriormente, no hemos podido sacar mucho provecho al sensor macro. Habilitando el modo 'supermacro' desde la sección de cámara normal, tratamos de realizar diversas fotografías, pero en ninguna cumple con lo que se espera de un sensor macro. La fotografía luce bien en color, pero suspende en todo lo demás, perdiendo mucha nitidez y apareciendo mucho ruido.

Cuando cae la noche, se espera siempre que también la calidad de la cámara. Y no es este Vivo V29 Lite una excepción. Para empezar, nos encontramos con que no es posible hacer fotografías "normales" sin que se aumente el tiempo de exposición, por lo que el modo noche está presente siempre. El resultado deja que desear en lo que a nitidez se refiere, aunque hace un buen trabajo en añadir luminosidad a la escena. No será por tanto lo mejor en calidad, pero al menos es útil si queremos ver algo mejor un escenario oscuro.

Visto lo que hace la cámara trasera, también era esperable no ver una mejora especial en el modo noche de la cámara frontal. Al momento de tomar fotos con poca luz, y como suele ser habitual en otros terminales, utiliza la luz de la pantalla para iluminar el rostro aumentando ligeramente el tiempo de exposición. El resultado no es lo mejor en calidad, pero como decíamos en el anterior caso, nos sirve al final para que nuestros selfies nocturnos tengan algo más de luz y se sepa que hay una persona detrás.

En definitiva, el juego de cámaras de este terminal cumple con lo esperado en un gama media, aunque con carencias que incluso en este rango son reprochables. Si eres de los que da mucho valor a los retratos o a las fotos nocturnas, seguramente no sea la mejor elección. Ahora, su cámara principal en buenas condiciones arroja resultados más que decentes.

Galería de fotos completa del Vivo V29 Lite 5G

Vivo V29 Lite, la opinión de Xataka Android

Una vez comentado todo lo anterior, toca recapitular. Y como siempre, me gusta enfocar las conclusiones a los puntos que me empujan a recomendar el dispositivo y aquellos que lo alejan de ser una opción. En general, decir que es un terminal muy equilibrado, por lo que realmente no tiene una pega importante que vaya a hacer que su compra sea una mala idea.

Ahora bien, los defectos que tiene no son pequeños tampoco. A nivel de diseño, pese a su buena y estética construcción, no es el terminal más cómodo de sostener en mano. De igual modo, suspende en uno de los modos de cámara más populares de los últimos años: el modo retrato.

A su favor encontramos que la cámara, en condiciones generales, rinde bastante bien. Posee también un buen sistema operativo con Funtouch OS 13, goza de buena autonomía y rinde bien. Por tanto, en los puntos importantes cumple. Y aunque por 400 euros no deberíamos encontrar según qué defectos, no parece que vaya a ser complicado encontrarlo en oferta próximamente.

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