TCL 10L, análisis: una apuesta económica con luces y sombras

TCL no es una marca muy conocida en Occidente pero quizá sí nos suenen otros teléfonos cuya marca licencia y fabrica, como los modelos de Alcatel o de BlackBerry. No obstante, el interés de TCL por otros mercados distintos a los asiáticos es evidente y recientemente presentó una batería de teléfonos entre los cuales llegó este TCL 10L, directo a la línea media económica del mercado.

Nos referimos a un teléfono que parte ligeramente por encima de los 200 euros y que se batirá pronto por debajo de éstos. Un teléfono con una configuración modesta en algunos sentidos y agresiva en otros, como en el número de cámaras o en la cifra asignada a su memoria RAM. Veamos qué tal se ha portado en este análisis que hemos llevado a cabo del TCL 10L.

TCL 10L, las especificaciones técnicas

Buena construcción pero demasiado aficionado a las huellas

Con 6,43 pulgadas de pantalla y algo más de 16 centímetros de altura, no puede decirse que este TCL 10L sea especialmente compacto pero el cuerpo de plástico hace que el agarre resulte cómodo y cálido, algo que no se suele encontrar en el vidrio o en el metal, y es bastante agradable en mano. El móvil resulta equilibrado en sus 180 gramos de peso y no se nos ha hecho pesado en ningún momento del uso, aunque su construcción tiene un problema evidente que se resalta a los pocos minutos: el amor por las huellas.

El efecto brillo de la carcasa trasera, al menos del modelo azul que hemos probado, hace que resista poco tiempo limpio lo que empaña bastante un diseño que, por otra parte, es muy bien logrado. Tenemos la cámara cuádruple en formación horizontal en la espalda, el lector de huellas un poco más bajo y el resto de la trasera limpia, quedando el frontal de la misma manera salvo por la perforación para la cámara frontal. La pantalla, por cierto, es más o menos igual de amable con las huellas que la parte trasera del teléfono.

En el lateral derecho encontramos todos los botones tradicionales, los de volumen y el de encendido, y en el lateral izquierdo tenemos un botón accesorio llamado 'Smart key' que podemos configurar. El marco superior del teléfono queda para el conector de auriculares (mala posición, a nuestro juicio) y el inferior para el puerto USB tipo C y el altavoz. Un diseño bastante clásico. Es justo mencionar que el teléfono incluye una carcasa de silicona transparente para mejorar la durabilidad y evitar la suciedad, aunque su grosor perjudica el uso del lector de huellas.

Llegamos a la pantalla y aquí hay que mencionar que el panel es un IPS LCD con resolución FullHD+ que deja la densidad muy cerca de los 400 píxeles por pulgada, permitiéndonos nitidez suficiente para textos y contenido multimedia. Además, el contar con una pequeña perforación para la cámara frontal hace que los vídeos, por ejemplo, se vean especialmente anchos en el teléfono dado que la perforación suele quedar en la franja negra característica de películas y series.

La pantalla ofrece muy buen color, levemente saturado pero sin ser molesto, y unos buenos ángulos de visión para tratarse de un modelo de gama media económica. También tenemos buena luz incluso en exteriores, aunque el ajuste automático tiende a hundir mucho este aspecto, y en ocasiones tendremos que subir manualmente el brillo para que resulte más cómoda la lectura. En general, buena pantalla la de este TCL 10L, uno de sus puntos fuertes, como veremos más adelante. Por cierto, doble toque para encender el panel: siempre a favor.

Justo antes de saltar al apartado de rendimiento, toca hablar de un altavoz inferior que ofrece bastante buen sonido, potente y claro, y que no tiene mal nivel de graves. Como punto negativo, que la distorsión aparece un poco antes de la cuenta cuando llevamos el volumen al máximo incluso con fuentes de sonido de calidad, pero manteniéndonos en los niveles normales, por debajo del 80% del volumen máximo, el TCL 10L ofrece una buena experiencia sonora para complementar una buena pantalla en el apartado multimedia.

Buen rendimiento con un sistema que no juega a favor

Tenemos entre manos una línea media de perfil económico que sin embargo monta 6GB de RAM y 64GB de almacenamiento interno (ampliable mediante microSD) como alimento del Snapdragon 665. En TCL han elegido un procesador de perfil medio para su dispositivo, uno que corre a 2GHz y que parece rendir por debajo de lo esperado cuando interactuamos con el sistema operativo o con las distintas aplicaciones. Pese a todo, las pruebas de rendimiento han ido en la línea de otros teléfonos semejantes por lo que lo atribuimos al propio sistema, poco optimizado en estas primeras fases de su lanzamiento.

El sistema, de hecho, presenta aún algunos errores. Hablamos de un Android 10 que corre bajo TCL UI, la capa personalizada del fabricante, y que nos ha dado algunos errores de funcionamiento puntuales. Apps que se han cerrado inesperadamente, aunque en pocas ocasiones, y algún que otro reinicio que hemos tenido que forzar para recuperar el uso de la tecla 'Smart key' que comentábamos anteriormente. Esta tecla, por cierto, puede personalizarse. Pero aún así, puntos a corregir en el apartado de software para mejorar la nota.

Hablemos del rendimiento bruto, y aquí nos encontramos lo esperado en un teléfono de sus características, con un manejo solvente de las apps, incluso de las más pesadas, que sorprende en el apartado gráfico. Dada la línea del procesador y las experiencias previas con él en otros modelos, este Snapdragon 665 se porta muy bien en juegos con gráficos pesados como Asphalt o Legends of Runeterra, algo que agradecemos porque compensa en parte lo "verde" del propio sistema montado sobre Android 10. A su favor, gestos y otros añadidos al sistema que siempre ayudan en su manejo.

Tenemos en la espalda un lector de huellas que ha funcionado correctamente en casi todas las situaciones, aunque sufre un poco con los dedos ligeramente húmedos. Y como comentábamos antes, si colocamos la funda de silicona al teléfono tendremos un peor acceso al mismo, por lo que recomendamos activar el reconocimiento facial si esto ocurre, pues funciona de forma rápida y precisa. Así pues, buen rendimiento para un teléfono que maneja bien la multitarea (los 6GB de RAM se notan para bien) y que ofrece buenas sensaciones en el día a día.

Llegamos a la batería, y aquí esperábamos algo más de sus 4.000 mAh de pila interna. De entrada, porque no contamos con carga rápida para el mismo lo que hace que la carga completa se vaya a casi 2 horas. Pero tal vez lo más "decepcionante", siempre entre comillas, sea que no hayamos podido pasar de las 6 horas de pantalla en ninguna de las pruebas, una cifra que esperábamos superior dada la capacidad de la batería interna.

Cuatro cámaras para todo con rendimiento medio

El TCL 10L se muestra agresivo en su configuración de cámaras, al menos en cuanto al número de ellas, aunque los sistemas cuádruples están a un paso de dejar de ser extraños en todas las franjas de precios del mercado. Aquí nos topamos, por ejemplo, con un sensor de 48 megapíxeles al frente de todo, con una lente f/1.8, y acompañado por un ultra gran angular de 8 megapíxeles f/2.2, una cámara macro de 2 megapíxeles f/2.4 y otra cámara para lecturas de profundidad de 2 megapíxeles y lente f/2.4. Ahora, veamos cómo se comportan.

Empecemos por la aplicación de cámara, bastante similar a muchas otras que encontramos en el mercado y que nos ofrece un menú inferior deslizante (o lateral en el caso de que tengamos el teléfono en posición horizontal) con el que acceder al modo retrato, al apartado de grabación de vídeo, al modo Super Macro o al modo Pro, con un mayor control de todos los aspectos de la fotografía. También tenemos un menú Más que nos lleva a las panorámicas, la cámara lenta y un modo Alta Resolución que aprovecha los 48 megapíxeles de la cámara principal. Recordemos que estas cámaras suelen capturar imágenes a 12 megapíxeles al fusionar los píxeles de cuatro en cuatro.

En líneas generales, la aplicación es bastante competente e intuitiva. Casi todo lo esencial está a mano, como la activación de distintas funciones en la parte superior (HDR, filtros, relación de aspecto, disparo temporizado, flash, ajustes), y sólo queda poco claro el modo de fotografía Gran Angular, que se muestra junto al zoom (siempre electrónico) con un icono de una fotografía curvada. Pero como decíamos, una app competente. Ahora pasemos a las fotografías.

Con luz suficiente, el TCL 10L toma fotografías correctas con su cámara principal. Tenemos bordes definidos, un buen trato de las zonas de sombra y, en general, buenos resultados aunque los colores se apagan demasiado, tal vez por un tratamiento que resta más saturación a las fotografías de la cuenta. Este comportamiento, de hecho, se manifiesta en todos los sensores del teléfono por lo que seguramente se trate de una máxima del software del teléfono a la hora de manejar los datos obtenidos por las distintas cámaras.

Decíamos que este efecto de colores apagados se muestra con todos los sensores y se puede ver con las fotografías con el súper gran angular. Los bordes de los objetos son correctos pero no se corrige de forma eficiente la aberración en los extremos de la fotografía, y eso hace que no tengamos un efecto muy afinado, ofreciendo así un modo poco atractivo a la hora de utilizarlo. Es probable, a nosotros nos ha pasado, que acabemos olvidando que está ahí.

El TCL 10L también cuenta con fotografía macro y una lente específica para ello, una que obtiene fotografías de 2 megapíxeles y cuyos resultados son como os mostramos. Fotografías correctas, sin más, pero tal vez reemplazar este sensor por un zoom óptico habría permitido exprimir más este acercamiento extremo. Como en otros teléfonos similares, una cámara macro de 2 megapíxeles no parece tener demasiado sentido pero las modas son las modas, y por ahora es lo que tenemos.

Además, hay una cuarta cámara para lecturas de profundidad que nos permite tener el famoso modo Retrato. Desenfoque por software que, como vemos, en este TCL 10L se porta bastante bien aunque tiene algunos problemas cuando el fondo tiene más capas de la cuenta o cuando los bordes de estas capas se muestran poco definidos. Un rendimiento esperable, y encontrado, en un móvil de esta línea de precios, aunque otros fabricantes logran mejores resultados en un proceso que no deja de ser 100% software. Un punto a mejorar.

Cuando cae la luz, al TCL 10L se le ven más las costuras. El ruido aparece bastante pronto y las fuentes de luz se distorsionan demasiado. Hay que agredecer, eso sí, que el disparo suela ser rápido así que tenemos pocas posibilidades de que las fotografías nos salgan movidas o trepidadas. Pero el rendimiento en baja luz es el esperado, o tal vez algo peor de lo esperado dada la prontitud del ruido. Otro punto a mejorar por software.

Ver galería completa » Más fotografías con el TCL 10L (20 fotos)

Por último, los selfies con este TCL 10L son correctos, sin más, aunque aquí sí nos encontramos con un peor manejo de las zonas de sombra. La cámara frontal, de 16 megapíxeles, no cuenta con un buen rango dinámico y tiene problemas con los saltos de luz a oscuridad. Sin embargo, el disparo es rápido, los bordes están bien definidos y, salvo por la baja saturación de los colores, ofrece un resultado aceptable. Aunque tal vez deberíamos pedir más a esta cámara.

En general, la cámara debería haber brillado más pues promete más de lo que finalmente da. El sensor macro se nos antoja innecesario, como ya hemos comentado, y el gran angular no ofrece el efecto esperado. Aún así, fotografías correctas, sin destacar, en prácticamente todas las situaciones. Una cámara que podría haber sido mejor, y debería serlo, con puntos claros a mejorar.

TCL 10L, la opinión de Xataka Android

Como solemos comentar en este tipo de análisis, hay que tener siempre presente que el TCL 10L es un teléfono que va a moverse en la franja de los 200 euros por lo que el nivel de exigencia debe adecuarse a este dato. Una vez dicho esto, esperábamos algo más de un teléfono con puntos fuertes pero que en general resulta desequilibrado. La cámara y el diseño prevalecen demasiado sobre el resto.

Encontramos una buena construcción y una buena pantalla, ambas con un amor desmesurado por las huellas que dejamos durante el uso y que empañan la experiencia, además del aspecto general del teléfono. El sistema tiene aún fallos, lo que empobrece un manejo que por otra parte se muestra fluido la mayor parte del tiempo y que especialmente sorprende en el apartado gráfico. También tenemos buen sonido aunque con una batería demasiado gris para su capacidad y que debería ofrecer más autonomía.

Y por último, una cámara versátil en cuanto a sus posibilidades pero que no consigue destacar en ningún aspecto, resultando gris. Tal vez reducir el número de sensores y pulir el rendimiento de los mismos habría elevado la nota fotográfica, y la general, de un teléfono que puede gustar a muchos usuarios si se ajusta a su presupuesto, aunque no destacará demasiado frente una competencia feroz en esta franja del mercado.

El terminal ha sido cedido para el análisis por parte de TCL. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.