Sony Xperia XA2 Ultra, análisis: el último gigante

Sony empezaba el año renovando su gama media con los Xperia XA2 y XA2 Ultra. El primero ya pasó por la mesa de análisis de Xataka Móvil y ahora toca el turno de destripar el segundo, el Xperia XA2 Ultra que apuesta por especificaciones ligeramente más completas y un tamaño más generoso.

Tradicionalmente, la serie Ultra de Sony significaba pantallas grandes y el Xperia XA2 Ultra sigue la misma línea con un panel de seis pulgadas en diagonal. El terminal también sigue la tendencia de diseño Omnibalance que tanto tiempo venía usando la marca, lo que todavía suma más a su tamaño. Sin embargo, viendo que los últimos Xperia XZ2 estrenaron traje, es muy posible que el XA2 Ultra sea el último de su especie en lo que a diseño se refiere. Veamos qué nos ofrece.

Sony Xperia XA2 Ultra, especificaciones técnicas

Diseño: el problema no son los marcos, sino su ausencia

Durante años, Sony ha apostado por una estética muy característica que destaca por la simetría y las formas rectas y el Xperia XA2 Ultra responde a esa línea apodada Omnibalance. Tenemos un terminal completamente rectangular de esquinas muy marcadas, aunque los bordes laterales se han redondeado (menos mal).

Los materiales empleados son, por orden de importancia, plástico, cristal y metal. El metal está presente en el marco que rodea el dispositivo, pero la trasera está cubierta de plástico. Se nota sobre todo en el cambio de temperatura del material, porque en lo que a acabados respecta ambos materiales casan a la perfección. El cristal, por supuesto, está recubriendo todo el frontal.

La sensación en mano es de un diseño sólido y de calidad, pero no precisamente ergonómico. El principal punto que hace del XA2 Ultra un terminal incómodo es su peso, 221 gramos nada menos. Es un móvil grande, sí, pero está claro que se podrían haber aligerado unos gramos. Aquí el grosor de 9,5 milímetros no ayuda precisamente.

Siguiendo con las sensaciones, decía que el plástico de la trasera tiene muy buenos acabados, pero también tiene un problema: resbala mucho. Es un inconveniente que encontramos en muchos móviles, pero en el caso del Xperia XA2 Ultra resulta especialmente incómodo y la sensación de 'se me va a caer' es bastante habitual. Aquí quizás usar una funda de silicona sea la solución.

Pero hablemos de los marcos. Ah, los marcos... Hace unos años, no nos preocupaba si los marcos que rodean la pantalla eran más o menos grandes, pero con el crecimiento de las pantallas, reducirlos se ha convertido en una tendencia necesaria que va más allá de la estética. Tenemos más pantalla en menos espacio, que no viene mal en móviles con paneles de 6 pulgadas. En Sony, la reducción de marcos está presente, pero de forma totalmente desequilibrada.

El Xperia XA2 Ultra cuenta con dos marcos enormes arriba y abajo. El superior tiene más sentido ya que en él se encuentra la doble cámara frontal, el flash LED y el auricular. El inferior tiene menos sentido ya que cabía perfectamente un lector de huellas, pero está en la trasera. Como consecuencia, el móvil es casi tres centímetros más largo (y gana unos cuantos gramos), pero todo tiene su lado bueno y es que estos marcos vienen de maravilla cuando lo sujetamos en horizontal, por ejemplo al ver vídeos.

En la tabla se puede ver claramente el desequilibrio del que hablaba. ¿Cómo es posible que con esos marcos el XA2 Ultra tenga un frontal igual de aprovechado que un Huawei Mate 10 Lite o un Galaxy A8? Muy fácil: los marcos superior e inferior son enormes, pero los laterales son prácticamente inexistentes, y aquí viene el verdadero problema del diseño de este móvil: los toques accidentales.

La casi ausencia de marcos laterales hace que constantemente pulsemos la pantalla con la base del pulgar.

A menudo se asocia a Sony a la antítesis de los 'todo pantalla', pero en realidad empezaron a reducir marcos antes que la mayoría, aunque sólo en los laterales. El primero fue el Xperia XA y la tendencia ha continuado hasta el protagonista de este análisis. ¿El problema de este detalle? Es muy habitual pulsar la pantalla con la base del pulgar y ésta lo reconoce como un toque normal.

Aquí el software podría ser la solución si se le hubiera enseñado a diferenciar lo que es tap de lo que no es, pero no es así. Por ejemplo, al hacer scroll en ajustes no pasamos de la mitad de la lista sin que se abra una opción porque hemos pulsado sin querer, si estamos en el escritorio de abren aplicaciones, si estamos navegando pulsamos enlaces... Si el tamaño ya dificulta el manejo a una mano, los toques accidentales lo hacen imposible, además de desesperante.

Pantalla: el tamaño importa más si la calidad acompaña

A pesar de que el diseño no siga las tendencias más actuales, la pantalla sigue siendo la protagonista absoluta del frontal, y no sólo por tamaño, que también, sino por calidad. La experiencia visual que ofrece el Xperia XA2 Ultra hace que los puntos a mejorar a nivel de diseño queden en segundo plano cuando estamos viendo vídeos o jugando.

Concretamente, el panel es un IPS de 6 pulgadas en diagonal y en este caso no tenemos formato alargado, sino que mantiene el ratio 16:9 que era habitual hasta hace poco. En resolución tenemos un FullHD que una vez más demuestra que la nitidez se mantiene hasta en pantallas de grandes dimensiones, y de paso es más benevolente con el consumo energético.

La reproducción del color es buena, con tonos fieles que no llegan a saturar, aunque si prefieres un color más vivo hay dos opciones en Ajustes; el modo estándar sube ligeramente la saturación, mientras que el modo vívido sube también aumenta el contraste, dando como resultado unos colores demasiado vibrantes que se alejan de la realidad.

El blanco tiende ligeramente a azul, pero se puede ajustar manualmente desde Balance Blanco, aunque recomiendo dejarlo como estaba ya que el tinte azul es inapreciable a menos que lo enfrentemos a otra pantalla más neutra.

Por último el brillo ofrece un nivel aceptable en exteriores, aunque si tenemos el brillo automático activado se resiste a aumentar al 100% y alguna vez he acabado ajustándolo de forma manual, pero ha sido solamente en dos ocasiones por lo que tampoco supone un problema. En general, el ajuste de brillo es bastante acertado y rápido y lo mismo sucede con la respuesta táctil.

Rendimiento: fluidez y buenas sensaciones

En la parte del rendimiento, el Xperia XA2 Ultra cumple con lo esperado de un gama media con su configuración, que recordemos apuesta por un Snapdragon 630 acompañado de 4 GB de RAM. El cerebro de este modelo es un habitual en gama media y, una vez más, hemos podido comprobar que ofrece una buena experiencia de uso en el día a día.

El terminal responde sin problema a las ordenes habituales en tareas como abrir el correo, navegar, hacer fotos, usar servicios de GPS, consultar redes sociales o jugar, aunque con juegos muy complejos gráficamente se nota cierta lentitud, las caídas de fps no son frecuentes pero suceden, donde más se nota es en los tiempos de carga más largos.

En general, las sensaciones han sido muy buenas durante toda la prueba, con la excepción de algunos momentos en los que el lag ha hecho acto de presencia, pero han sido pocos y normalmente asociados a alguna app (hola, Instagram). A continuación dejamos la habitual tabla de benchmarks comparándolo con otros smartphones de configuración similar.

Antes de cerrar este apartado hay que hablar del funcionamiento del lector de huellas, el cual es mejorable. Normalmente nos reconoce sin problema aunque algunas veces toca poner el dedo de nuevo para que lo detecte, pero lo que sí es constante es la lentitud en el desbloqueo. No es ningún drama pero acostumbrada a lectores en los que es poner el dedo y ver como se enciende la pantalla, el instante que tarda el XA2 Ultra se nota bastante.

Autonomía: día y medio (casi) asegurado

Puede que el tamaño sea un inconveniente desde el punto de vista del manejo, pero si hay algo en lo que los móviles de grandes dimensiones se anotan un tanto es en la autonomía. La verdad es que viendo el tamaño y grosor de este XA2 Ultra, da la sensación de que cabía una batería más grande, pero sus 3.580 mAh cumplen bastante bien, situándose ligeramente por encima de la media.

En la práctica tenemos una duración en torno a día y medio, siempre dependiendo del uso que hagamos del terminal, mientras que el tiempo de pantalla suele estar en torno a las 6 horas. Si no le damos mucha caña es posible aguantar dos jornadas sin visitar el enchufe, aunque cuesta. Sin embargo, en cuanto elevamos el uso con juegos, descargando apps, GPS y mucha cámara, obviamente la duración disminuye y en algunos casos me ha tocado parar a repostar al terminar la jornada.

Como siempre, Sony aporta sus modos de ahorro STAMINA y Ultra STAMINA, el primero se activará automáticamente al llegar al 15%, mientras que el segundo es mucho más agresivo y está pensado para momentos en los que nos queda muy poca carga y necesitamos que el terminal siga encendido el meyor tiempo posible.

El Xperia XA2 Ultra se anota un tanto al contar con USB-C, conector que no siempre vemos en gamas medias. Además cuenta con carga rápida, pero aquí hay que recalcar que el cargador incluido en la caja no la soporta; si quieres carga rápida, toca pasar por caja y pagar los 49,99 euros que cuesta el cargador original compatible.

Software: un viejo conocido

Sony cuenta con una de las capas que más respeta la experiencia Android y también una de las que más tiempo lleva sin añadir cambios notables, pero ojo que esto no es malo. En mi caso estoy familiarizada con Android stock y a menudo me encuentro con cambios bastante radicales al probar nuevos terminales, pero con el XA2 Ultra la transición ha sido totalmente natural, y además con Oreo.

Tenemos una estructura clásica con cajón de aplicaciones, un panel de ajustes rápidos sin ningún tipo de personalización y un menú de ajustes que, aunque sí modifica el diseño original y añade algunas funciones, lo hace de forma más bien sutil.

El diseño es bastante sobrio, pero si te sueles aburrir de ver siempre lo mismo, Sony incluye una tienda de temas (muchos son gratis) donde dar un toque distinto al sistema. Los temas afectan a los iconos, el fondo de pantalla y los botones de navegación.

Sony apuesta por una capa bastante limpia, pero incluye algunos añadidos como los temas.

¿Y qué hay del bloatware? Aunque en diseño mantenga una línea más bien discreta, la capa de Sony trae unas cuantas apps preinstaladas como Xperia Lounge, un portal que reúne desde consejos de uso del dispositivo hasta descuentos, pasando pornoticias recientes relacionadas con productos Sony.

Entre las apps que no podemos desinstalar también tenemos AVG Protection, Amazon compras, Kindle y Prime Video, efectos AR y la app de PlayStation. Otro de los añadidos que aporta Sony es el modo a una mano, un añadido que en móviles de este tamaño puede venir bien, aunque personalmente nunca me acuerdo de usarlo. En las capturas podéis ver más detalles del software.

Sonido: muchas opciones, un sólo altavoz

Sony suele cuidar la parte de audio en sus smartphones y en este modelo vemos esa tendencia dentro de Ajustes, donde nos encontramos con unas cuantas opciones para personalizar el sonido. Aquí tenemos dos opciones: dejar que Sony nos proponga el ajuste más adecuado activando el filtro Clear Audio+ o ajustar los parámetros a mano.

Si activamos el filtro Clear Audio+ suele ofrecer un ajuste bastante correcto. Hace que la música suene más envolvente y enriquece las frecuencias bajas sin llegar a saturarlas. Eso sí, para apreciar cómo afecta este modo hay que usar auriculares. No vienen incluidos en la caja pero podrás usar tus auriculares de toda la vida ya que tenemos minijack.

Si prefieres entretenerte un rato ajustando el sonido a tu gusto, Sony ofrece un ecualizador donde ajustar los niveles manualmente o elegir uno de los presets. Además en la parte inferior tenemos el ajuste Clear Bass para dar más o menos protagonismo a los bajos. El otro ajuste disponible es el sonido envolvente. Aquí podemos elegir entre estudio, club o auditorio. Sin duda se agradece tener estos ajustes, pero personalmente la mejora que aplica ClearAudio+ me parece acertada.

Con respecto al sonido a través del altavoz, como reza el titular de este apartado, sólo tenemos uno situado en la parte inferior. El sonido es bueno, aunque un poco metálico sobre todo en volúmenes altos, que por cierto son bastante altos. En cuanto al sonido del auricular durante llamadas, ninguna queja, alto y claro.

Cámaras: la dualidad inesperada

Llegamos a la parte fotográfica y antes de entrar en materia conviene dar un repaso rápido a las especificaciones. Para la cámara trasera, Sony apuesta por un sensor Exmor RS de 23 megapíxeles, con lente gran angular de apertura f/2.0, enfoque híbrido e ISO 12.800. En la cámara delantera, o mejor dicho cámaras, tenemos un combo de 16 + 8 megapíxeles, el primer sensor con lente normal f/2.0 y el segundo con un gran angular de apertura f/2.4.

La app de la cámara mantiene la estructura habitual con el HDR 'enterrado' en los ajustes manuales.

Otro punto a repasar antes de ver los resultados que obtenemos con esta configuración es el software. Aquí Sony se mantiene conservadora y sigue apostando por una app de cámara con una estructura propia bien definida. Sony ofrece el modo automático superior por defecto, pero también tenemos la opción de elegir el modo manual, así como el vídeo o el panel donde encontrar otras apps como AR Effect, Sound Photo o Panorama.

Es una distribución bastante sencilla al primer vistazo, pero tiene el inconveniente de que algunos ajustes están demasiado escondidos. Es el caso del modo HDR al que sólo podemos acceder desde la opción manual si pulsamos en ajustes o la grabación en 4K, integrada en la parte de apps.

Con respecto al funcionamiento, la fluidez ha sido habitual durante la prueba, en parte gracias a ese enfoque híbrido que consigue que el disparo sea muy rápido. Además se agradece mucho la integración del botón disparador en el lateral que además cuenta con la opción de enfocar con media pulsación y disparar con una pulsación completa. Es un detalle que puede parecer de poca importancia pero hace que toda la experiencia fotográfica sea más cómoda y acabes echándolo de menos en otros móviles. Pero bueno, vamos al lío: los resultados.

Cámara principal

En condiciones de luz favorable, la cámara trasera del Sony Xperia XA2 Ultra consigue buenos resultados en cuanto a reproducción del color y nitidez. Aquí los 23 megapíxeles de su sensor son de gran ayuda y permiten ampliar elementos alejados como el campanario sin perder el detalle.

Cuando nos alejamos del centro, si ampliamos al 100%, se aprecia pérdida de definición y una ligera deformación, pero de nuevo esos 23 megapíxeles hacen que las debilidades sean casi inapreciables en el plano general.

Otra prueba de detalle, esta vez con una escena muy similar pero con distinta luz. En la imagen de la izquierda vemos como el detalle se mantiene nítido y bien resuelto al sacar la lupa. En la imagen de la derecha la luz es más escasa (fue tomada a primera hora de la mañana) y se nota como esto afecta al detalle, aunque volvemos a lo de antes: con 23 megapíxeles, a menos que estemos mirando las fotos en una pantalla grande, no apreciamos las debilidades del procesado.

De izquierda a derecha: automático superior, manual y manual con HDR.

Como decía, en condiciones de luz favorable se consiguen buenos resultados, pero que haya mucha luz no es sinónimo de conseguir una buena foto y el contraste alto es uno de los principales enemigos de la cámara del XA2 Ultra.

La imagen de la izquierda fue tomada con el modo automático superior, que supuestamente aplica el mejor ajuste dependiendo de la escena, pero en casos de contraste muy marcado no suele acertar demasiado, devolviendo una imagen en la que las sombras aparecen casi negras. Con el modo manual tampoco es fácil salvar la escena sólo jugando con la exposición ya que obtenemos o una zona quemada o una zona casi negra, que fue lo que pasó.

La solución aquí es activar el HDR, que como decía está bastante escondido dentro de ajustes, por lo que no es un proceso cómodo, pero sin duda el resultado es mucho mejor. Aquí vemos como ha conseguido balancear las zonas claras y oscuras y no perdemos ningún detalle de la imagen.

Cámara(s) selfie

La cámara doble se ha extendido rápidamente por el panorama móvil y Sony la incorporó por primera vez en el XA2 Ultra, pero no en la cámara trasera sino en la frontal. ¿De qué nos sirve la dualidad en este caso? Si buscas el famoso modo retrato, no lo encontrarás, pero lo que sí puedes tener es el modo súper gran angular al estilo de la propuesta de LG. Veamos como queda.

La foto de la izquierda fue tomada con el sensor de 16 megapíxeles que es el que lleva una lente normal, mientras que la segunda se tomó con la cámara secundaria de 8 megapíxless y lente súper gran angular. La diferencia de encuadre es más que evidente, así como de tamaño debido al salto de resolución.

El modo súper gran angular viene bien sobre todo en selfies grupales, pero también al sacarnos un selfie individual y no tener que estirar el brazo exageradamente si queremos que el encuadre no sea sólo la cara. Es una opción interesante, pero es la única. Como decía no tenemos modo retrato que sin duda hubiera aprovechado más esta dualidad.

Con respecto a la calidad, es algo más justa que la del sensor principal en condiciones de poca luz, pero en general obtiene un buen resultado. Eso sí, si quieres activar el modo belleza (Sony lo llama 'piel suave') toca navegar por los ajustes una vez más.

En los ajustes del modo manual también tenemos el modo HDR igual que sucede en la cámara principal. En este caso también puede venir bien en escenas de alto contraste, pero ojo porque si la foto no lo necesita, devuelve un resultado bastante artificial con tonos muy saturados.

Por último, destacar la parte de vídeo, especialmente la estabilización. En la cámara trasera tenemos un estabilizador electrónico que hace muy buen trabajo al grabar vídeos en mano, mientras que en la delantera tenemos estabilizador óptico en el sensor de 16 megapíxeles. La opción de grabar en 4K se reserva para la cámara principal.

Sony Xperia XA2 Ultra, la opinión y nota de Xataka Android

Tras pasar un tiempo con el Xperia XA2 Ultra, su diseño es uno de los puntos que más dudas me genera. Por un lado su tamaño y, sobre todo, peso hacen de él un dispositivo no apto para todos los públicos, pero al mismo tiempo ofrece una construcción sólida y acabados de nivel. Sobre los marcos, dejando la parte estética a un lado, el problema de los toques accidentales sobre la pantalla penalizan bastante la experiencia y sin duda es un apartado a mejorar.

Hablando de pantalla, aquí tenemos uno de los puntos destacados del terminal. El tamaño ayuda, pero la calidad es lo que hace de este smartphone un dispositivo adecuado para consumir contenido multimedia o jugar. El sonido también acompaña y a pesar de que no tengamos un sistema estéreo cumple, tanto en volumen como en nitidez, aunque es con auriculares (hola, minijack) como mejor se disfruta.

El Xperia XA2 Ultra también cumple en rendimiento, mientras que se coloca un poco por encima de la media en autonomía. En la parte de fotografía, sin embargo, nos deja algunos sentimientos encontrados, sobre todo por esa dualidad poco aprovechada o que Sony siga empeñada en ocultar una opción tan necesaria como el HDR. Su precio de salida (399 euros) es sin duda elevado para lo que ofrece, la buena noticia es que ya se puede encontrar a unos competitivos 299 euros.

El XA2 Ultra es la apuesta fuerte de Sony en la gama media para 2018, una propuesta coherente con sus predecesores que al mismo tiempo se mantiene estoica ante las últimas tendencias del mercado. Como decíamos al principio, tras el giro estético del XZ2, tiene pinta de que éste será el último gigante de la saga OmniBalance, un dispositivo en el que el ADN de la Sony de los se mantiene intacto, casi cristalizado en ámbar. Llegó la hora de pasar página.