'Un gran poder conlleva una gran responsabilidad', más aún si eres el modelo 'Ultra' en una familia de buques insignia. El Samsung Galaxy S21 Ultra es el más ambicioso de los modelos 'S' de Samsung, que han repetido variantes con el modelo Galaxy S21 estándar y su variante Galaxy S21+. El Samsung Galaxy S20 Ultra tenía algunas sombras a resolver y ya te adelantamos que sus principales puntos débiles han quedado resueltos en esta nueva generación.
El S21 Ultra pasa por nuestra mesa de análisis con el objetivo de comprobar lo que ha cambiado, lo que se mantiene y lo que aporta al mercado el nuevo buque insignia de Samsung. Su intención es ser el mejor teléfono del mercado, una gran ambición que se traduce en una fuerte apuesta por el hardware de primera línea. ¿Será esta la generación Ultra que estábamos esperando? Salgamos de dudas con nuestro análisis.
Ficha técnica del Samsung Galaxy S21 Ultra
Samsung Galaxy S21 Ultra |
|
---|---|
Pantalla |
6,8” Dynamic AMOLED 2x |
Procesador |
Exynos 2100 |
RAM |
12 / 16 GB |
Almacenamiento |
128 / 256 / 512 GB |
Cámara trasera |
108 MP f/1.0 |
Cámara frontal |
40 MP f/2.2 |
Batería |
5.000 mAh |
Sistema operativo |
Android 11 + One UI 3.0 |
Conectividad |
5G |
Dimensiones y peso |
165,1 x 75,6 x 8,9 mm 228 |
Otros |
Altavoces estéreo AKG, IP68, compatibilidad con S Pen |
Precio |
Desde 1.259 euros |
Samsung Galaxy S21 Ultra 5G - Smartphone 256GB, 12GB RAM, Dual Sim, Black
Diseño: los grandes cambios a veces sientan bien
Tras algunos meses usando el Samsung Galaxy S20 Ultra detecté dos claros problemas: su usabilidad a una mano y lo resbaladiza que resultaba la parte trasera. En esta generación Samsung ha recubierto el cristal trasero con una pintura mate. Con ella se logra que las huellas no se queden marcadas, que sea más difícil ver microarañazos y que la trasera no resbale tanto como su predecesor.
No obstante, lo que más ha impresionado a un servidor es cómo, recortando algunos milímetros el alto y el ancho, se gana tanto en experiencia a una mano. El año pasado el S20 Ultra se me hacía demasiado grande y ancho, un terminal algo tosco y difícil de utilizar. El Galaxy S21 Ultra es un terminal bastante grande, pero más cómodo. La gran penalización es el peso, que sube hasta los 228 gramos sin funda. Es una cifra elevada, que se traduce en cierta incomodidad cuando llevamos un rato utilizando el teléfono. Es el precio a pagar en un terminal de 16,5 centímetros de alto, construcción en cristal y aluminio y con una pila en el interior bastante generosa.
Además de la nueva pintura mate, el módulo ha sido completamente rediseñado. Sobresale bastante del cuerpo del terminal, por lo que bailará cuando lo pongamos boca arriba en una mesa. A pesar de ser gigantesco, el aspecto del teléfono es minimalista, sencillo y elegante (sobre todo en esta unidad en color negro mate). Es un diseño que agrada a la vista y que marca un refinamiento que se hacía bastante necesario en la familia S. Las esquinas de los Galaxy S siguen siendo redondeadas, lo que suma un extra en ergonomía y sensación en mano.
Altura (milímetros) | Anchura (milímetros) | Grosor (milímetros) | Peso (gramos) | Pantalla (pulgadas) | Batería | Superficie (cm2) | Volumen (cc) | |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Samsung Galaxy S21 Ultra | 165,1 | 75,6 | 8,9 | 228 | 6,8 | 5.000 | 124,82 | 111,09 |
Samsung Galaxy S20 Ultra | 166,9 | 76 | 8,8 | 220 | 6,9 | 5.000 | 126,84 | 111,62 |
Xiaomi Mi 10T Pro | 165,1 | 76,4 | 9,33 | 218 | 6,67 | 5.000 | 126,13 | 117,69 |
Sony Xperia 1 II | 165,1 | 71,1 | 7,6 | 181,4 | 6,5 | 4.000 | 117,39 | 89,21 |
Huawei P40 Pro | 158,2 | 72,6 | 8,95 | 209 | 6,58 | 4.200 | 114,85 | 102,79 |
LG Velvet 5G | 167,08 | 74 | 7,85 | 180 | 6,8 | 4.300 | 123,58 | 97,0103 |
Motorola Edge | 161,4 | 71,1 | 9,29 | 188 | 6,7 | 4.500 | 114,75 | 106,60 |
Black Shark 3 Pro | 177,79 | 83,29 | 10,1 | 253 | 7,1 | 5.000 | 148,11 | 149,59 |
Nubia Red Magic 5G | 168,6 | 78 | 9,8 | 218 | 6,65 | 4.500 | 131,51 | 128,88 |
OnePlus 8 Pro | 165,3 | 74,35 | 8,5 | 199 | 6,78 | 4.510 | 122,9 | 104,47 |
iPhone 12 Pro Max | 160,8 | 78,1 | 7,39 | 228 | 6,7 | 3.687 | 125,59 | 92,81 |
A nivel de compactación sus medidas no ayudan demasiado. Es un terminal con superficie y volumen elevados, tan solo superado por otros gigantes como el iPhone 12 Pro Max, el Xiaomi Mi 10T Pro o su predecesor, el Samsung Galaxy S20 Ultra. No obstante, pese a ser un terminal enorme, volvemos a destacar que es cómodo (salvando el punto del excesivo peso), un salto adelante que le pedíamos respecto al modelo del año pasado.
Respecto a la línea de diseño, el módulo forma parte de una pieza de aluminio que va pegada al propio marco metálico del terminal, dando una sensación de continuidad bastante agradable. El lateral derecho alberga el botón de encendido y los de volumen que, por cierto, están demasiado altos para poder alcanzarlos en la posición natural de la mano. El lado izquierdo queda completamente desierto, albergándose la ranura para la tarjeta SIM en la parte inferior, al lado del puerto USB tipo C y altavoz. En esta generación desaparece la ampliación mediante tarjetas microSD, por lo que la ranura tan solo alberga la nanoSIM.
En cuanto al frontal, el aprovechamiento es espectacular. Según GSMarena ocupa casi un 90% del frontal (89,8%), siendo los marcos casi simétricos, aunque el inferior es ligeramente más alto que el superior. La cámara queda ubicada en el centro de la parte superior del panel, en un pequeño agujero del que nos olvidamos en unas pocas horas de uso. Del mismo modo, hay un altavoz frontal incrustado en el borde superior, tan discreto que no se puede apreciar a simple vista aunque, como más adelante veremos, marcará la diferencia en audio.
En definitiva, Samsung no deja apenas flancos abiertos con el Galaxy S21 Ultra a nivel de diseño. Es grande, pero ergonómico, el diseño es distinto al resto de competidores en el mercado e incluso la experiencia a una mano es agradable. A veces los grandes cambios salen bien, y este nuevo diseño es prueba de ello.
Pantalla: el camino a seguir
El Samsung Galaxy S21 Ultra cuenta con un panel Dynamic AMOLED '2x' de 6,8 pulgadas con una resolución máxima WQHD+ de 3.200 x 1.440 y 515 píxeles por pulgada, todo ello sumado a una tasa de refresco adaptativa de 120 Hz. Es la mejor pantalla que he probado hasta la fecha, con un margen más amplio del que podría esperar. El panel del Galaxy S21 Ultra es bastante distinto al del S20 Ultra, no tan solo por la calidad final, sino por todo lo que no se aprecia.
Los emisores OLED del Galaxy S21 Ultra son de nueva generación, algo que ayudará tanto a nivel energético como en la capacidad de luminancia de la pantalla. Cuando salimos a la calle, este panel es capaz de dispararse más allá de los 1.000 nits, un pico espectacular que, además, consume menos energía que el S20 Ultra (según datos de Anandtech), modelo que tenía menos brillo. Del consumo hablaremos más adelante, pero el nivel de brillo del S21 Ultra es muy alto. El brillo mínimo en interiores es bastante bajo, el máximo no destella y tan solo cuando estamos bajo el sol notamos esos picos tan altos. Cuando estamos en la calle la pantalla del S21 Ultra tiene brillo de sobra, algo sumado a unos ángulos de visión también bastante buenos.
El único inconveniente del panel es que el S21 Ultra es el único miembro de la familia S21 con pantalla curva. Esta es muy ligera, por lo que no hemos sufrido toques fantasma, problemas táctiles ni otros problemas relacionados con la usabilidad. Es más, en lo personal me molestan especialmente las pantallas curvas y con el S21 Ultra he tenido prácticamente la misma experiencia que con un panel plano. No obstante, cuando el móvil está boca arriba se aprecian las sombras que genera la curva. Esta sigue siendo un elemento estético y no funcional, por lo que no aporta prácticamente nada (aunque a nivel de usabilidad no resta en esta generación).
La nitidez del panel en QHD+ es notable, notándose bastante respecto a Full HD+, la configuración que viene por defecto en este terminal. Ya te adelantamos que subir a 2K no tendrá apenas impacto en autonomía, por lo que recomendamos encarecidamente apostar por la máxima resolución para disfrutar del panel, ya que al bajar a Full HD+ la pérdida en nitidez es notable.
Un punto a mencionar y explicar en el S21 Ultra es la tasa de refresco adaptativa, tecnología que Samsung estrenó en el Galaxy Note 20 Ultra. ¿Cómo funciona esta tasa de refresco adaptativa? En concreto, en este modelo la tasa de refresco oscila entre 11 y 120Hz, con el principal propósito de ahorrar energía. En otros términos, el sistema tiene programados distintos valores para la tasa de refresco, por lo que según lo que estemos haciendo, aplicará un valor u otro.
Un dato curioso aquí es que esta tasa de refresco adaptativa no funciona en situaciones de bajo brillo ambiental, como los interiores, siendo necesaria cierta luminancia para que funcione. En otras palabras, si al sensor de luz ambiental le entra poca luz la tasa de refresco se mantendrá entre 60 y 120Hz, pero si la luminosidad aumenta y es necesario mayor ahorro energético, se activarán el resto de variables (valores de frecuencia).
YouTube es un gran ejemplo para medir esto, porque muestra contenido estático, hacemos scroll y vemos vídeos con distintas configuraciones (24 FPS, 30 FPS, 60 FPS, etc), por lo que hemos medido su comportamiento. Por ejemplo, cuando abrimos la app y no tocamos la pantalla, el panel se queda refrescando a unos 30Hz. En cuanto hacemos scroll sube de inmediato a 120Hz y, cuando abrimos un vídeo, la tasa se adapta al propio vídeo (en nuestro ejemplo 1080p 48 fps).
Todas estas variaciones hacen que el panel no esté el 100% del tiempo a 120Hz, algo que ayudará al consumo energético. Pese a estos cambios, la sensación es que el panel está constantemente a 120Hz (ya que cada vez que lo tocamos la frecuencia se dispara), por lo que no notaremos bajadas de FPS, algo ideal de cara a la experiencia de usuario.
Más allá de la tasa de refresco y la notable calidad, a nivel de software encontramos opciones para calibrar el balance de blancos e intensidad del color. En mi caso personal, me he encontrado cómodo con la configuración 'intenso', con colores algo sobresaturados, aunque no tanto como en generaciones anteriores. El modo natural es demasiado cálido y hace que el panel no luzca tan espectacular. La sensibilidad táctil es muy buena, sin apenas latencia al escribir rápido en el teclado.
En resumidas cuentas, se nota y bastante que estamos ante un panel de nueva generación con nuevas tecnologías. El panel del S21 Ultra es el camino a seguir en pantallas OLED, con una tasa de refresco adaptativa que funciona de forma sobresaliente, unos peaks en brillo máximo espectaculares y con el Quad HD+ funcionando con 120Hz.
Sonido: hágase el estéreo
El Samsung Galaxy S21 Ultra cuenta con dos altavoces, uno frontal y otro ubicado en la parte inferior, por lo que cuenta con sonido en estéreo. Si bien hay ligera distorsión a partir de los máximos rangos de volumen, el apartado del audio es de los más fuertes en la gama alta. El S21 Ultra suena contundente, supera los 100 decibelios y la única parte a mejorar es el grave, que podría ser algo más profundo.
Al tener un altavoz bastante potente en el frontal (la distribución es prácticamente de 50/50 en cada altavoz), la experiencia en audio cuando estamos jugando es excelente, aunque también brilla cuando escuchamos música independientemente de la posición del teléfono. No es demasiado sencillo tapar el altavoz inferior, salvo cuando se nos resbala la mano en alguna partida larga.
Nos olvidamos del jack de auriculares y del adaptador minijack a USB-C. En la caja del S21 Ultra no hay accesorio alguno para el audio, por lo que tendremos que disponer de los nuestros.
Rendimiento: echamos de menos a Qualcomm, pero un poco menos
El Exynos 990 del año pasado quedaba bastante por debajo de sus competidores americanos. En esta generación Samsung ha apostado por su Exynos 2100, con una arquitectura similar a la del Qualcomm Snapdragon 888 gracias al nuevo núcleo Córtex-X1 de ARM como protagonista. El diseño es el mismo 1 + 3 + 4 del 888, un núcleo Cortex X1 a 2,9 GHz más tres núcleos Córtex-A78 a 2,8 GHz y cuatro núcleos Cortex-A55 a 2,2 GHz. Los núcleos no están personalizados por Samsung, como sí hace Qualcomm para optimizar el rendimiento, y los test sintéticos lo sitúan en un rango similar al Snapdragon 865+.
No obstante, lo relevante es la experiencia de usuario, y la del S21 Ultra es exquisita. No hay rastro de lag, ralentizaciones o problemas de rendimiento en este modelo. Tanto en juego sostenido con apuestas como Genshin Impact con los gráficos al máximo ha sido bastante estable, manteniendo 45 FPS constantes durante más de media hora y 60 FPS en el modo de alta tasa de refresco del juego (gráficos reducidos automáticamente). Lo mismo sucede en apuestas como PUBG Mobile (aunque aún no ha activado las texturas Ultra, por lo que no aprovecha el máximo el potencial del S21 Ultra), por lo que jugar durante horas con el Exynos 2100 no nos dará mayor problema.
Ayuda a este buen rendimiento contar con 12 GB de RAM, amén de una memoria interna de 256 GB que se antojan más que suficientes. No hay ampliación para SD, algo que también ayuda a que no haya elementos externos de hardware que puedan perjudicar el rendimiento (una microSD, por buena que sea, no funciona como un módulo UFS integrado).
Sí que hemos notado un aumento de la temperatura, trabajando por encima de los 40 grados cuando le exigimos tareas sostenidas. No llega a quemar, pero se calienta más de lo previsto, algo que afecta a la vida útil de los componentes si abusamos de la potencia del procesador.
Samsung Galaxy S21 Ultra | Xiaomi Mi 10T | Samsung Galaxy Note 20 Ultra | Sony Xperia 1 II | OnePlus 8 Pro |
Huawei P40 Pro |
ASUS ROG Phone 3 |
iPhone 12 Pro |
|
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PROCESADOR |
Exynos 2100 |
Snapdragon 865 |
Exynos 990 |
Snapdragon 865 |
Snapdragon 865 |
Kirin 990 |
Snapdragon 865+ |
Apple A14 Bionic |
RAM |
12 GB |
6 GB |
12 GB |
8 GB |
12 GB |
8 GB |
8 GB |
6 GB |
GEEKBENCH 5 (SINGLE/MULTI) |
991 / 3.272 |
909 / 3.335 |
872 / 2.463 |
905 / 3.330 |
885 / 3.136 |
943 / 2.527 |
900 / 3.296 |
1.614 / 4.148 |
3D MARK (SLING SHOT) |
9.226 |
8.362 |
6.311 |
8.885 |
9.448 |
8.726 |
8.747 |
- |
PCMARK WORK |
14.043 |
10.779 |
10.012 |
9.994 |
13.414 |
9.476 |
12.656 |
- |
Un año más, nos quedamos con ganas de tener un Qualcomm con núcleos personalizados y algo más de rendimiento teórico. No obstante, a pesar de que sigue un pequeño paso por detrás de la competencia, el Exynos 2100 deja con un buen sabor de boca, sobre todo en gaming sostenido durante horas, donde no hemos encontrado bajadas de rendimiento. Este extra de potencia, junto a los tres años de actualizaciones que promete Samsung, debería garantizar un buen rendimiento de carga al largo plazo.
Biometría
El apartado de la biometría también se ha visto mejorado en esta generación S21 Ultra. Esta generación se incluye el nuevo lector de huellas ultrasónico de Qualcomm, un 50% más rápido que el anterior y un 77% más grande, según la compañía americana. La traducción real es que el lector es rápido y preciso, recuperando esa agilidad que le faltaba al S21 Ultra. Respecto al reconocimiento facial, sigue siendo 2D mediante la cámara frontal. Funciona rápido, pero es algo inseguro.
Autonomía: mejor que la generación anterior, aunque algo escasa
Con el S20 Ultra la autonomía no era demasiado buena. Abusando de cámara y juegos era fácil acabar con la batería en unas cuatro horas (recordemos que el S20 Ultra solo podía usar los 120Hz en 1080p), algo que se ha solventado esta generación. Tenemos la misma pila de 5.000mAh, pero tanto el procesador como la pantalla son más eficientes. Tal es el trabajo de la tasa de refresco adaptativa que no hemos notado diferencia al bajar a 60Hz, apenas 20 o 30 minutos extra de pantalla.
En nuestras pruebas, con uso más que exigente, hemos logrado unas cinco horas de pantalla de forma consistente, con mucha cámara y juegos, bajo conectividad WiFi. Si no le damos tanto castigo alcanzar las seis horas de pantalla es posible, manteniendo los 120Hz y el 2K activo. Cinco horas de pantalla en uso muy intensivo no es demasiado, pero teniendo en cuenta que es un panel 2K de 6,8 pulgadas con alta tasa de refresco, la cifra es comprensible.
Hemos hecho varios ciclos de carga para cotejar distintos escenarios. Los primeros días en 120Hz con mucho gaming, dos días con 60Hz y también uso intensivo de juegos y cámara, para acabar volviendo a los 120Hz tras ver que apenas hay variación en el consumo. Los reposos nocturnos con WiFi activo son de un 3/4% por noche de 8 horas, cifra que baja al 2% por noche si dejamos el teléfono en modo avión cuando nos vamos a la cama.
La autonomía es así entre una y dos horas mayor respecto al S20 Ultra. Este año sí llegamos al día de uso intensivo, aunque seguimos esperando un modelo Ultra que se acerque más a las ocho horas, ya que no es difícil dejar el teléfono al límite si lo hemos exprimido al máximo.
La carga es de 25W, empleando 1.13 horas en cargarse al completo. En gama alta empiezan a verse potencias de incluso más de 100W pero, en opinión de servidor, cargar 5.000mAh en poco más de una hora es más que suficiente, amén de una buena opción para cuidar la batería. Si no queremos que cargue rápido podemos desactivar esta función desde los ajustes, algo que nos permitirá cargar el teléfono lentamente por la noche.
Software: One UI sigue siendo One UI
El Samsung Galaxy S21 Ultra y sus hermanos estrenan One UI 3.1, una pequeña mejora respecto a One UI 3.0. Se han rediseñado algunos menús, paneles emergentes y detalles del sistema, aunque sigue siendo la misma capa recargada de siempre. Para bien y para mal, One UI viene cargada de opciones. El lado positivo es que es una ROM muy completa y funcional, el lado negativo es que lastra al sistema. En mi caso no he notado lag, pero sí cierta falta de agilidad dada por las propias animaciones y recargas del sistema, no por la potencia del teléfono.
Google Discover por fin hace acto de presencia en el panel izquierdo, y la pre-carga de aplicaciones es la habitual, con algunas caras conocidas como Spotify, Facebook o YouTube Music (las cuales se puedes desinstalar). También hay buena carga de apps propias como Samsung Notes, Galaxy Store, Samsung Members o Bixby, asistente que se lanzará por defecto al pulsar el botón de apagado, pero que podremos desactivar en ajustes avanzados.
También hay buena parte de servicios que están, aunque Samsung no nos insista en ello (algo que agradecemos), como Samsung Dex, game launcher o la pantalla Edge. A pesar de ser una ROM cargada de funciones, Samsung cada vez deja más sus servicios propios como algo opcional, un buen paso que convierte su capa de personalización en alg más amigable.
No obstante, el punto fuerte en software no se ve. A partir de 2020 los gama alta de Samsung tendrán tres años de actualizaciones, por lo que este Galaxy S21 podría llegar hasta Android 14. A esto se le suma que el terminal recibe actualizaciones mensuales con el correspondiente parche de seguridad, por lo que no queda lejos (a nivel de seguridad) del ritmo marcado por Google con sus Pixel.
Cámaras: el zoom es el protagonista
Ser el modelo Ultra viene de la mano de tener un mayor número de cámaras. La generación pasada, al comparar toda la familia S20, vimos que apenas había diferencias en calidad pese a la diferencia en sensores. Este año el Ultra sí que se plantea como la alternativa fotográfica, no solo por la calidad final, sino por la mejora en puntos clave como el teleobjetivo. En esta generación contamos con dos teleobjetivos de los que más adelante hablaremos, pudiendo llegar de nuevo a un (mejorado) 100x. Así queda el conjunto de cámaras:
- Cámara principal: sensor de 108 megapíxeles (1/1,33 pulgadas), enfoque automático por detección de fase, equivalente a 83mm, estabilización óptica, valor de apertura f/1.8 y fotodiodos de 0,8 µm.
- Ultra gran angular: sensor de 12 megapíxeles, tecnología Dual Pixel, enfoque automático, equivalente a 120mm, valor de apertura f/2.2 y fotodiodos de 1,4 µm.
- Teleobjetivo 1: sensor de 10 megapíxeles, tecnología Dual Pixel, enfoque automático, zoom óptico 3x, equivalente a 35mm, estabilización óptica, valor de apertura f/2.4 y fotodiodos de 1,22 µm.
- Teleobjetivo 2: 10 megapíxeles, tecnología Dual Pixel, enfoque automático, zoom óptico 10x, equivalente a 10mm, estabilización óptica, valor de apertura f/4.9 y fotodiodos de 1,22 µm.
- Enfoque automático por sensor láser.
Como es habitual en Samsung, la aplicación de cámara es completa, aunque recargada. Se mantienen los ajustes que vimos la generación pasada, pudiendo configurar los elementos que aparezcan en la barra modos (retrato, noche, vídeo, foto, etc.). El control del zoom es algo caótico, ya que tenemos cuatro modos (cada uno equivalente a cada una de las lentes) y, tras pulsar en ellos, un total de siete modos de zoom. Vamos a tratar de explicarlo.
- En el modo foto tenemos cuatro modos de zoom, representados con árboles: 0,6x (ultra gran angular), 1x (sensor principal), 3x (primer teleobjetivo) y 10x (segundo teleobjetivo).
- Al pulsar en cualquiera de estos modos de zoom, aparecen siete modos: 0,6x, 1x, 2x (digital), 4x (digital), 10x, 30x (híbrido), 100x (híbrido).
Más allá de los múltiples valores de zoom a escoger, la cámara de Samsung incluye múltiples modos dentro de su apartado más. Desde aquí podemos añadir al menú principal de disparo las funciones que queramos, ya que por defecto tan solo están activos el modo foto, vídeo y captura única. El HDR es automático, pudiendo desactivarlo desde el menú de ajustes, pero no desde la interfaz de disparo para forzarlo.
Del mismo modo, tenemos sugerencias para componer mejor la escena, un lector de códigos QR integrado, opciones para cambiar el formato de la fotografía (HEIF, RAW) e incluso capacidad para elegir el tono de piel en los selfies, más o menos intenso. Es una app muy completa, pero al tener tantas opciones hemos notado falta de agilidad. No da tirones importantes ni muestra lag generalizado, pero en momentos puntuales tiene algunos retardos.
Otro punto interesante a parecer de un servidor es que Samsung sigue sin mostrar el HDR en la vista previa, tal y como lo hacen Google o Apple. En el caso del S21 Ultra es especialmente curioso, ya que es una cámara que capta mucha luminosidad. Resulta algo frustrante no saber cuándo va a corregir todo el espacio quemado y cuándo no, ya que en la vista previa las altas luces aparecen quemadas y, segundos después, esto se corrige al procesarse en la galería.
Esto afecta principalmente a las fotografías con intensidad en altas luces, donde el HDR actúa para equilibrar la escena. No obstante, la vista previa es buena en nitidez y colorimetría, por lo que tendremos una buena idea de cómo va a quedar la fotografía final, incluso en condiciones de baja luz.
Cámara principal de día
De la cámara principal del Galaxy S21 Ultra hay que hablar con calma, ya que tiene mucho que decir. En primer lugar, el nivel de detalle diurno es sobresaliente. Aparte de brillar en detalle en estas situaciones de luz, el balance de blancos es prácticamente perfecto, con tendencia al neutro, pero sin pecar de frío. El contraste también es excelente y, poniéndonos exigentes, quizás notamos que dicha nitidez viene en parte dada por un sharpening artificial (Samsung indicó en la presentación que con el nuevo sensor de 108 megapíxeles se reforzaba la nitidez por software), aunque no es un problema viendo los resultados finales.
En días nublados la luz ambiente permite poner al límite el trabajo en rango dinámico de los teléfonos, sobre todo en las sombras. El Galaxy S21 Ultra tiende a levantar al máximo dichas sombras, y logra hacerlo sin apenas ruido. Si bien más adelante veremos algunos 'pecados' en el procesado, en el tratamiento de las sombras durante el día este terminal es uno de los mejores exponentes del momento, un salto adelante respecto a la generación pasada.
A pleno sol el HDR sigue demostrando su buen hacer, levantando las sombras como hemos indicado, pero manteniendo a raya las altas luces. En situaciones bastante contrastadas es difícil hacer que la imagen se queme, un error que en el pasado cometía la compañía coreana. Sí que notamos cierta pérdida de nitidez en los bordes, aunque durante el día esto será apenas perceptible por el ojo inexperto.
Samsung ya no lava los rostros cuando los detecta, aunque sigue sin dar con la tecla en lo que respecta a los tonos de la piel. En condiciones de excesiva luminosidad tiende al lila y, en interiores como este, aunque el balance de blancos general es bueno, la piel tiende demasiado al naranja. Nos ha gustado la nitidez que rescata este año aunque, como veremos también más adelante, los Galaxy S seguirán sin ser los reyes en fotografía a personas.
A pesar de que los 108 megapíxeles son un reclamo, no apreciamos mayor nitidez en los disparos en este modo. Tendremos un archivo mayor que nos dará facilidades de cara a la impresión, pero disparar a 108 megapíxeles hace que se desactive el Pixel Binning y, cuando una cámara está pensada para procesar fotografías con píxeles agrupados, el control de la luz y el color empeora al desactivar el modo estándar.
Cámara principal en baja luz
Cuando cae la luz el Galaxy S21 Ultra nos da una de cal y otra de arena. La buena noticia es que el modo noche es bastante rápido (unos 2 o 3 segundos por foto) y salvará la mayoría de escenas. La noticia no tan buena es que sin modo noche la pérdida de nitidez es más acusada de lo que cabría esperar en un terminal de este calibre.
Este es un buen ejemplo de fotografía nocturna, con suficiente luminosidad artificial (aparte de la iluminación del edificio enfrente había varias farolas). Pese a esto en las esquinas se pierde detalle y aparece bastante ruido.
El modo noche logra sacar una cantidad de luz muy alta, lo cual ayuda a que los resultados mejoren. Incluso en condiciones en las que apenas hay luminosidad, con tan solo dos o tres segundos es capaz de rescatar suficiente luz para obtener una fotografía digna.
Zoom y ultra gran angular
El rango de zoom del Samsung Galaxy S21 Ultra es de 0,6x a 100x. Empezando por el ultra gran angular, notamos pérdida de calidad respecto al sensor principal, amén de algo de ruido y distorsión en bordes (como pasa con la cámara principal de noche). No obstante, los resultados son más que aceptables si lo utilizamos de día.
El trabajo a nivel de colorimetría y balance de blancos respecto al sensor principal es bastante bueno, aunque este sensor ultra gran angular es algo menos preciso en balance de blancos e interpretación del color. Las fotos disparadas con él son algo menos realistas, pero las diferencias son mínimas y salen a relucir solo en situaciones complicadas.
Pero, ahora sí, hablemos del zoom. ¿Por qué tiene dos teleobjetivos el Samsung Galaxy S21 Ultra? Se trata de un movimiento curioso que, analizando al detalle su comportamiento, cobra bastante sentido. El primero de los teleobjetivos es un 3X con apertura f/2.4, bastante versátil. Este sensor logra imágenes nítidas y, aunque pierde en luminosidad respecto al sensor principal, los resultados en 3X son impecables.
La nitidez del 3X es excelente, además de ser un sensor bastante bien calibrado respecto al sensor principal (quizás en el cielo apreciamos ligeras diferencias en colorimetría). Este es el teleobjetivo "cercano", el que nos permitirá hacer zoom de tres aumentos de forma sencilla cuando queramos hacer una fotografía con distinto encuadre.
Si el 3X ya convence, el 10X trae aún más sorpresa. Venir con una apertura f/4.9 se traduce en que la nitidez es espectacular. Para sostener los disparos a esta distancia contamos con ayuda de un buen estabilizador óptico, que ayudará a que no obtengamos disparos trepidados.
El zoom no acaba aquí, y es que con este teleobjetivo 10X y la ayuda del zoom digital el Galaxy S21 Ultra es capaz de llegar a los 30 y 100 aumentos. Un año más, el 100x es anecdótico y algo borroso (mucho menos que el año pasado), pero el 30X se mantiene bastante bien. No obstante, el 10X 100% óptico es la mejor opción en zoom para la nitidez junto al 3x.
Cuando cae la noche, los sensores secundarios pierden calidad. No obstante, el ultra gran angular logra defenderse bastante bien con modo noche (sin este modo habrá mucho ruido y bordes sin apenas nitidez). Respecto al zoom, sorprende que podemos seguir usando los teleobjetivos. Perderemos calidad, pero no de forma dramática.
Macro
Samsung no ha querido incorporar una sexta cámara en su S21, aunque no por ello renuncia al macro. Para lograr enfoque cercano utilizan el ultra gran angular, sensor capaz de enfocar más cerca que el sensor principal. La idea, sobre el papel, es buena, aunque el principal problema es que a veces el ultra gran angular salta en fotografías en las que no debe. Como hemos visto unas líneas más arriba, este sensor es de menor calidad respecto al principal, por lo que tendremos peores resultados usando este modo macro.
Mi recomendación es desactivar este modo (viene automático por defecto) y activarlo solamente cuando necesitemos un enfoque muy cercano. De lo contrario, es muy habitual que salte de cámara en situaciones en las que no nos conviene, teniendo un resultado peor del esperado.
Modo retrato
El modo retrato lo hace muy bien en recorte, pero no tanto con la piel. Podemos disparar tanto con el sensor principal (con un recorte de dos aumentos digital) como con el ultra gran angular. Resulta extraño que, teniendo un teleobjetivo 3X no lo utilice para el retrato. El zoom digital tiene una consecuencia bastante negativa, sobre todo de noche: la calidad cae mucho.
Cámara frontal
El selfie tiene dos angulares (el predeterminado con un pequeño recorte), con una calidad general bastante buena. Sorprende asimismo el trabajo en modo retrato con esta cámara, ya que es igual o incluso mejor delimitando los bordes respecto a la cámara trasera.
El tono de la piel es algo inexacto, tendiendo de nuevo hacia naranja y lila. No obstante, la nitidez, contraste y look de las fotografías es bastante bueno. Es un selfie que se disfruta y con un HDR excelente que evita que haya quemados en las fotografías.
Por la noche el selfie también es bastante bueno. El modo retrato funciona incluso en malas condiciones de luz y el control del ruido es el justo para no lavar la cara y hacer que los rostros se vean con suficiente nitidez.
Vídeo
En cuanto al vídeo, Samsung destaca por la grabación en 8K, anecdótica (por el tamaño que ocupa y por la falta de estabilización), así como por el buen rango dinámico que consigue sacar. La estabilización es bastante buena, ya que se ayuda tanto de forma digital como de los propios estabilizadores ópticos de los sensores. Podemos cambiar de sensor mientras grabamos, aunque al no estar alineadas las cámaras habrá unos pequeños tirones cuando cambiemos de lente.
Samsung Galaxy S21 Ultra, la opinión de Xataka Android
El S20 Ultra nació con un claro propósito: ser la máxima expresión a nivel de hardware en un dispositivo de la familia S. Algunos cabos quedaron sueltos, como la ergonomía, la batería y el diseño, puntos que se han mejorado en el Galaxy S21. A nivel de diseño es una de las propuestas mejor acabadas del segmento, la batería no brilla, aunque se aleja de las malas cifras del año pasado y, a pesar de ser un móvil enorme, no se hace incómodo a la mano.
El conjunto de cámaras, pese a que el procesado hace de las suyas en ocasiones, es completo. La fotografía diurna es muy rica en detalle, el zoom hasta 10 aumentos es espectacular y tenemos un conjunto de sensores que nos permite resolver cualquier tipo de escena. Echamos en falta mejor procesado, sobre todo en modo retrato y en fotografía nocturna, donde los resultados caen más de lo esperado. No obstante, la experiencia en cámara es positiva.
El mayor punto positivo a nivel de software es que Samsung ha prometido tres actualizaciones de sistema operativo. Es decir, en teoría debería llegar a Android 14, al igual que los Google Pixel de Google. Del mismo modo, Samsung es de las pocas compañías que se mantiene al día con los parches de seguridad mensuales (otros rivales actualizan de forma bimensual o trimestral). Pese a que es una ROM muy cargada, Samsung ha pulido ligeramente la interfaz y promete mejores actualizaciones, amén de que la experiencia de usuario es completa (aunque nos gustaría mayor agilidad).
En definitiva, el S21 Ultra es (casi) todo lo que se podía esperar del mejor móvil de Samsung: potencia, versatilidad fotográfica y ese software recargado, pero todoterreno. Echamos en falta una autonomía algo mayor, una cámara que brille por la noche y otra vuelta de tuerca (aunque ya lleve unas cuantas) a One UI. Para bien o para mal, sigue siendo un Samsung muy Samsung.
9.3
A favor
- El nuevo diseño es un gran paso adelante: más minimalista, cómodo y convincente.
- La pantalla es el camino a seguir. En brillo, nitidez y espectacularidad tiene pocos rivales.
- La nitidez de los teleobjetivos es excelente.
En contra
- One UI sigue sin brillar: no muestra la fluidez que debería a pesar de la potencia del dispositivo.
- No hay cargador ni adaptadores de ningún tipo en la caja.
- El rendimiento de la cámara por la noche es bueno, pero no excelente.
El terminal ha sido cedido para el análisis por parte de Samsung. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
Samsung Galaxy S21 Ultra 5G - Smartphone 256GB, 12GB RAM, Dual Sim, Black
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