Samsung Galaxy M21, análisis: hasta tres días de batería para la conquista de la relación calidad-precio

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Diseño y pantalla: empiezan las buenas noticias

El Samsung Galaxy M21 es un terminal muy bien diseñado a pesar de ser una alternativa económica. Por delante encontramos unos marcos bien aprovechados por los laterales y parte superior, aunque la parte inferior no se libra de una prominente barbilla. La botonera (como suele hacer Samsung) está ubicada algo más arriba de lo que nos gustaría, pero como no es un terminal muy grande esto no es un problema. El terminal queda por debajo de los 16 centímetros y, aunque no es una alternativa compacta, se agradece que es algo más pequeño que la mayoría de sus rivales directos.

Si le damos la vuelta al teléfono nos llevamos una grata sorpresa. Está construido en plástico, pero hay dos puntos que llaman la atención. El primero es que el módulo de cámara no sobresale apenas, es prácticamente plano. No estamos acostumbrados a que los módulos no hagan bailar el móvil cuando está en una superficie plana, por lo que aplaudimos esta integración. Por otro lado, tenemos un pequeño lector de huellas que cae justo en el dedo índice, por lo que todo cobra sentido.

No obstante, el punto donde más ha sorprendido este Galaxy M21 es en su pantalla. Es un panel más digno de un móvil de 300/350 euros que de un gama media-baja. Se trata de un panel Super AMOLED de 6.4 pulgadas y resolución Full HD+. La nitidez es muy buena, los ángulos de visión sorprendentemente correctos y la calibración muy similar a lo ya visto en modelos superiores. Para poner en contexto, es un panel que nos ha recordado a la familia Galaxy A del año pasado (móviles de unos 400 euros).

A nivel de brillo no es tan espectacular como la familia S20 (faltaría más por prácticamente una quinta parte de su precio), pero se ve bastante bien aunque el sol incida de forma directa. En resumidas cuentas, un panel muy por encima de lo que se le pide a un terminal de este tipo, digno de cualquier teléfono de gama media-alta.

Si hablamos del audio, la experiencia no es buena. No se oye demasiado fuerte (apenas supera los 70 decibelios en nuestras pruebas), el audio queda enlatado y con distorsión en casi todos los rangos de volumen y, en resumidas cuentas, no es demasiado agradable utilizar el altavoz del teléfono. Como punto positivo, eso sí, contamos con un jack de auriculares.

Un procesador poco potente pero bien optimizado

El Samsung Galaxy M21 viene de la mano del Exynos 9611. Es un procesador que ya hemos probado en ocasiones y que nos ha causado algún que otro problema en el pasado. Sin embargo, en este Samsung Galaxy M21 funciona sorprendentemente bien. No hemos encontrado ni rastro de lag (algo difícil con este procesador y una capa tan pesada), todo se abre rápido y, en definitiva, la experiencia de uso es buena. Al conjunto le acompañan 4 GB de RAM y 64 GB de memoria interna ampliables mediante tarjetas microSD de hasta 512 GB. Tan solo los juegos pesados se le resisten algo más aunque, de nuevo, esperábamos una caída mayor en rendimiento sostenido.

Si hablamos de biometría tenemos un reconocimiento facial mediante cámara frontal que falla bastante y un lector de huellas que tampoco es demasiado preciso. Muchas veces no nos ha reconocido la huella a pesar de que la teníamos registrada incluso por partida doble. Este sin duda es uno de los puntos más débiles en el M21.

A nivel de software nos encontramos con One UI 2.1 y Android 10. El terminal tiene el parche de febrero, algo que no juega muy a favor del soporte del dispositivo. No obstante, como adelantábamos, el M21 funciona sorprendentemente bien y es capaz de mover la ROM de forma fluida. Sobre One UI destacar que es una ROM con muchísimas opciones y bastantes aplicaciones preinstaladas, aunque podemos configurar en el inicio buena parte de las que se van a instalar o no.

Si hablamos de batería, tenemos que hacerlo mientras aplaudimos. Es la primera vez que llego a tres días completos de uso con más de diez horas de pantalla, una cifra sencillamente espectacular. Si abusamos de multimedia podemos sobrepasar las 13 o 14 horas de pantalla en un solo día. Esto se debe a los 6.000mAh de su pila, el procesador poco demandante de recursos y lo especialmente optimizado que hemos notado al M21. La carga demora cerca de tres horas, el tributo a pagar por tener una batería que dura tres días sin despeinarse.

Tan solo tres cámaras, pero no se echa en falta más

El Samsung Galaxy M21 tiene una configuración de triple cámara: sensor principal de 48 megapíxeles, sensor secundario de 8 megapíxeles ultra gran angular y un sensor dedicado para la profundidad de campo. A nivel fotográfico ya adelantamos que también hemos tenido una sorpresa, aunque vamos a repasar primero la aplicación de cámara.

Samsung sigue incorporando su personalizable aunque algo lenta y caótica aplicación de cámara. Podemos hacer de todo con ella, pero hay modos básicos algo escondidos (como el modo retrato o el modo noche) y funciona bastante lenta en general (llama la atención que hasta le cuesta abrir los ajustes, y eso que el móvil no es lento). Requiere algo de tiempo configurarla, aunque cuando tenemos a mano todo lo que necesitamos, podemos empezar a disfrutar de la cámara de este Galaxy M21.

Fotografía diurna

El Samsung Galaxy M21 está un pequeño escalón por encima de lo esperado. No es una cámara brillante, pero teniendo en cuenta el precio del dispositivo estamos ante una propuesta bastante capaz. Sorprende principalmente la gestión del HDR, que no tiene problema alguno para levantar las sombras y respetar la exposición en el cielo. Respecto a la colorimetría y detalle son bastante mejorables. A nivel de balance de blancos, bastante bien.

Incluso cuando usamos el gran angular el HDR sigue siendo sorprendente, a pesar de que este es un sensor más pequeño y menos luminoso. El detalle sigue sin ser demasiado bueno, pero los resultados son más que aceptables teniendo en cuenta la gama del producto.

Modo retrato

El modo retrato sorprende por su buen recorte, aunque el bokeh sigue siendo bastante artificial. El principal problema aquí es que el HDR deja de funcionar, por lo que las sombras quedan sin levantar y, en caso de que haya mucha incidencia de luz, es más que probable que tengamos partes quemadas en la fotografía.

Fotografía nocturna

Por la noche los resultados no son tan buenos, algo esperable en esta gama. No obstante las texturas son mejor de lo esperado ya que, aunque no hay un gran detalle, no hay un reductor de ruido agresivo que acabe con toda textura, como es habitual en este tipo de terminales. El modo noche aporta más luminosidad a la escena a base de exponer durante más tiempo, pero no logra obtener más detalle.

Selfie

Rematamos con el selfie, que nos ha sorprendido para bien. El trabajo con el balance de blancos es excelente y, si quitamos el modo belleza (activado por defecto al 50%), incluso encontramos algo de textura en la piel. La exposición también está bastante bien controlada, por lo que tenemos un selfie de nivel, un pequeño paso por encima de lo que le pedimos a este terminal.

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Samsung Galaxy M21, la opinión de Xataka Android

El Samsung Galaxy M21 es una de las mejores compras que podemos hacer en el rango de los 200 euros. Sus principales puntos débiles son el audio y la duda de cómo envejecerá a nivel de actualizaciones (el procesador no da demasiadas esperanzas de aquí a unos pocos años). No obstante, visto el buen trabajo a nivel de optimización, no tenemos por qué preocuparnos.

La cámara y la pantalla están un paso por delante de lo que se pide en 2020 a un terminal de este rango de precio y, aunque no es la alternativa más potente, sí que ofrece estos dos puntos diferenciales tan importantes muy a tener en cuenta.

El terminal ha sido cedido para la prueba por parte de Samsung. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.