Xiaomi Redmi Note 8T, análisis: otro intento de Xiaomi por asaltar la gama media

A principios de año, Xiaomi anunció el Redmi Note 7 para inaugurar su nueva marca independiente Redmi by Xiaomi, y al poco tiempo, fue presentado también el Redmi Note 7 Pro, una versión mejorada del anterior. Ambos terminales dieron la bienvenida a sus sucesores el pasado mes de agosto, cuando la compañía lanzó en China los nuevos Redmi Note 8 y Redmi Note 8 Pro.

Este último, con su cámara de 64 megapíxeles y su procesador MediaTek, aterrizó en otros mercados a las pocas semanas, pero no ha sido hasta ahora cuando Xiaomi ha decidido traer también a Europa el Redmi Note 8T, o lo que es lo mismo, una versión internacional del Redmi Note 8 a la que le han añadido la conectividad NFC. El resto de especificaciones, incluyendo la cuádruple cámara con sensor de 48 megapíxeles, son exactamente las mismas que en el Redmi Note 8.

Ficha técnica del Redmi Note 8T

Agradable a la vista y al tacto

Al igual que hizo con el Redmi Note 8 Pro , Xiaomi ha optado por la construcción de cristal con protección Gorilla Glass 5 tanto por delante como detrás. En la mano, el nuevo Redmi Note 8T presenta un agarre que resulta cómodo, firme y que no transmite la sensación de ser muy pesado a pesar de rozar los 200 gramos. Y aunque la presencia de las huellas es inevitable, el diseño estilizado con curvas redondeadas y acabado de espejo le otorga un aspecto general elegante.

En la parte trasera, además del lector de huellas y el logo de Redmi, tenemos los cuatro sensores de la cámara principal alojados en un módulo vertical, junto al flash. Este módulo, situado en la esquina superior izquierda, sobresale bastante del cuerpo, lo que provoca que el terminal cojee cuando lo dejamos sobre una superficie plana y aumenta el riesgo de que se arañen las lentes.

La parte frontal está dominada por la pantalla, que tiene un notch en forma de gota y unos marcos laterales relativamente ajustados, aunque el inferior (donde aparece de nuevo el logo de la marca) sigue siendo algo grueso. El panel FullHD+ de 6,3 pulgadas ofrece una buena visualición en términos generales, incluso en exteriores, con un brillo automático correcto y unos ángulos de visión óptimos para un teléfono de esta categoría.

Es cierto que los colores son algo apagados (recordemos que se trata de un LCD), pero el nivel de detalle y el de brillo son más que suficientes. En este sentido, además, tenemos las posibilidades de personalización que nos brinda MIUI para modificar a nuestro gusto el contraste o la tonalidad, así como un modo lectura o la opción de doble toque para despertar.

Hablemos ahora del apartado del sonido, donde el Redmi Note 8T cuenta con un único altavoz en la parte inferior que entrega un sonido potente, aunque a medida que subimos el volumen, se torna un tanto estridente. Por cierto, dispone de una toma jack junto a ese altavoz, pero la unidad que hemos probado no traía los auriculares, así que no hemos podido comprobar qué tal suenan.

Rendimiento notable, autonomía sobresaliente

Como cerebro, el Redmi Note 8T monta el Snapdragon 665 de Qualcomm, un procesador con arquitectura de 11 nanómetros que viene acompañado por la GPU Adreno 610 y que ya hemos visto a bordo del Xiaomi Mi A3. La unidad que hemos probado es la que incluye 4 GB de RAM (también está disponible con 3 GB) y nos ha ofrecido un rendimiento fluido en el día a día, con un trabajo correcto en multitarea, buenas transiciones y sin calentarse demasiado. Tampoco hemos apreciado lag ni cierres repentinos, salvo en algún momento puntual.

En cuanto al sistema operativo, viene con MIUI en su versión 10.3.1 sobre Android 9 Pie. Eso se significa que, por una parte, cuenta con amplias opciones de personalización y varias herramientas muy prácticas, pero por otra, incluye una gran cantidad de bloatware con varias apps duplicadas y apps de terceros. De los 64 GB que tenía nuestra unidad (también está disponible con 32 y con 128 GB), venían libres poco más de 49 GB, aunque, por fortuna, siempre podemos recurrir a una tarjeta micro SD para ampliarlo.

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Respecto a los sistemas biométricos de autenticación, dispone de lector de huellas y reconocimiento facial. El primero es fiable, preciso y relativamente rápido, mientras que el segundo resulta algo lento, pero también podemos calificarlo como efectivo (salvo cuando hay escasez de luz, que muestra algunos problemas para reconocer el rostro).

¿Y la autonomía? En este apartado, el nuevo Redmi Note 8T cuenta con una batería de 4.000 mAh que, durante nuestras pruebas, nos ha permitido llegar al final de la jornada sin problemas y ha superado las 7 horas de pantalla con una carga completa, llegando a alcanzar las 8 horas en algunos casos.

Esa batería se recarga a través del puerto USB-C y es compatible con la carga rápida de 18 W, pero por desgracia, no hemos podido probar el cargador de 18 W que viene de serie porque nuestra unidad no lo traía.

Cuatro cámaras muy versátiles

El equipo fotográfico es uno de los aspectos destacados de este nuevo terminal, pues Xiaomi lo ha dotado de nada menos que cuatro lentes en la cámara trasera: un sensor principal de 48 MP, un ultra gran angular de 8 MP (120 grados), un macro de 2 MP y un sensor de profundidad de 2 MP. A ello hay que añadir una cámara frontal de 13 MP, el apoyo efectivo de la inteligencia artificial y la app de cámara a la que nos tiene acostumbrados Xiaomi, intuitiva y con accesos directos a las principales funciones y modos de disparo.

En la práctica, la cámara trasera se comporta correctamente con condiciones favorables de luz y nos ofrece unos resultados con una saturación algo elevada sin llegar al exceso, un nivel notable de detalle y un buen rango dinámico, hasta el punto de que la activación del HDR apenas se nota. El AF es rápido y efectivo.

El gran angular y el macro aumentan la versatilidad del equipo, pero reducen considerablemente la calidad de las imágenes y, en nuestra opinión, habría sido preferible optar por un teleobjetivo. En cuanto al modo Retrato, nos ofrece la posibilidad de aplicar filtros y un embellecedor, además de ajustar el desenfoque del fondo (no recomendamos llevarlo al extremo porque resulta un tanto artificial).

Por la noche, disparando en modo Foto, la cámara cumple, sin grandes alardes, pero con una pérdida de detalle y un ruido evidentes. Sin embargo, el Redmi Note 8T nos propone un modo Nocturno dedicado que mejora esos resultados, obteniendo información de las zonas oscuras y reduciendo ligeramente el ruido. Para tratarse de un móvil de esta categoría, nos ha soprendido gratamente.

La cámara frontal, por su parte, también cuenta con HDR, inteligencia artificial, filtros, varios ajustes de belleza y un modo Retrato donde también es posible ajustar el desenfoque del fondo (aunque en este caso, se realiza mediante software). Los resultados de día, son aceptables, presentan un enfoque correcto y arrojan un buen nivel de detalle, aunque tiende a sobre exponer los cielos, especialmente en el modo Retrato.

Por las noches, la presencia de ruido aumenta considerablemente, pero, siempre que exista luz artificial (de una farola o de una lámpara, por ejemplo), los resultados son mejores de lo esperado para un móvil de este precio. Si la iluminación es escasa, el flash en pantalla puede ayudarnos a salvar la escena, pero no conviene abusar mucho de él.

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Redmi Note 8T, la opinión de Xataka Android

El Redmi Note 8T se comporta de manera solvente en cualquiera de los apartados: ofrece una buena visualización de la pantalla, un rendimiento óptimo en el día a día, una autonomía que no nos dejará tirados al final de la jornada y unas cámaras que, además de dar mucho juego, proporcionan unos resultados satisfactorios en la mayoría de escenas. ¿Tiene margen de mejora? Sí, pero muy poco teniendo en cuenta su rango de precio.

Es cierto que los puristas de Android verán en MIUI una capa muy personalizada y con gran cantidad de bloatware (y publicidad), pero incluso esto tiene su lado positivo, pues encontraremos en ella varias herramientas y ajustes que pueden resultarnos útiles. Y eso sin olvidarnos de algunos añadidos como la ranura micro SD, la función dual SIM, el NFC, el puerto infrarrojos, el jack de auriculares, la certificación TÜV Rheinland...

En definitiva, estamos ante un terminal muy equilibrado tanto en prestaciones como en precio (la variante de 4GB/64GB que hemos probado cuesta 199 euros), en el que pocas cosas se echan de menos y que se postula como un digno heredero del exitoso Redmi Note 7. ¿El problema? El catálogo de Xiaomi está cada vez más repleto de móviles que poco se diferencian unos de otros y que, en la mayoría de casos, compiten entre ellos.